El equipo de especialistas encargado de las excavaciones arqueológicas en la construcción de la Estación Central (E-13) de la Línea 2 del Metro de Lima ha comenzado el rescate de valiosos vestigios históricos hallados en el corazón de la ciudad.
Estos restos, encontrados durante la ejecución de las obras en el Paseo Colón, revelan parte de la infraestructura hídrica de la Ciudad de los Reyes de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Los vestigios serán desmontados y entregados al Ministerio de Cultura (Mincul) para su conservación y estudio.
Un hallazgo inesperado bajo el Paseo Colón
El descubrimiento incluye la base de una jardinera ornamental y un sistema de canales y acequias que datan de una época en la que el crecimiento urbano de Lima dependía en gran medida de sistemas de agua subterráneos.
Voceros de la Línea 2 del Metro explicaron que estos restos fueron encontrados en agosto, pero han sido presentados oficialmente a la prensa en los últimos días.
Los trabajos se realizaron en el cruce de las avenidas 9 de diciembre (Paseo Colón) y Garcilaso de la Vega, a la altura del jirón Washington, en un área denominada “Lado Ate”. En ese lugar, se ubicaron restos de una pileta ornamental y uno de los albañales más antiguos de la ciudad.
Este sistema de canales formaba parte de la infraestructura hídrica que alimentaba los ríos Huatica, La Magdalena, Maranga y La Legua, fundamentales para el riego de las chacras y huertas que rodeaban Lima en ese entonces.
El legado hídrico de Lima: un testimonio bajo tierra
Este hallazgo ha generado gran interés entre los arqueólogos, ya que ofrece una mirada profunda a cómo funcionaba el sistema de agua en Lima a finales del siglo XIX. El sistema de canales y acequias descubiertos era esencial para el riego de las tierras y para el abastecimiento de las primeras urbanizaciones de la capital.
Según Harry Pizarro, arqueólogo del Consorcio Constructor de la Línea 2, estos restos están relacionados con los antiguos fundos “Matamandinga” y “San Martín”, que ocupaban el actual Parque de la Exposición.
En el siglo XIX, los terrenos de estos fundos fueron adquiridos por el Estado peruano durante el gobierno de José Balta. Estos espacios no solo jugaron un papel fundamental en la agricultura urbana de la época, sino que también fueron el escenario de la primera Exposición Nacional en 1870.
El área, que actualmente alberga el Museo de Arte de Lima (MALI), es testimonio de la transformación urbana de Lima, desde un conjunto de chacras hasta convertirse en el bullicioso centro de la capital que conocemos hoy.
Pizarro destacó para Andina que este descubrimiento sigue el Plan de Monitoreo Arqueológico (PMAR) aprobado por el Ministerio de Cultura y tiene como objetivo garantizar la preservación de cualquier evidencia que pueda ser descubierta durante las obras de construcción.
Él comentó que “el hallazgo de estos canales y albañales es significativo porque nos permite entender mejor cómo funcionaba la infraestructura urbana de Lima a finales del siglo XIX”.
Añadió que este descubrimiento es una ventana hacia el pasado, que revela la evolución de la ciudad desde sus primeras etapas de urbanización hasta convertirse en el centro moderno que es hoy.
Rescate arqueológico en marcha
Maximiliano Andrade, arqueólogo responsable de las excavaciones, señaló que los trabajos de rescate de estos vestigios podrían tomar alrededor de 15 días. Durante este tiempo, los restos serán cuidadosamente desmontados y embalados para ser entregados al Ministerio de Cultura.
El especialista destacó que se está documentando de forma minuciosa el proceso en el que se utilizan fotografías, videos y drones para crear un registro detallado de los hallazgos. Esta documentación podría ser utilizada en el futuro para reconstruir y exhibir los vestigios en algún museo.
La excavación ha movilizado a un equipo de más de 40 personas, entre arqueólogos y técnicos especializados, quienes están trabajando bajo la supervisión del Ministerio de Cultura. Este rescate arqueológico es el primero de gran envergadura realizado en el marco de las obras de la Línea 2 del Metro, un proyecto que atraviesa algunas de las zonas más históricas de Lima.