En el extremo oriental del Centro Histórico de Lima, donde el tiempo parece haberse detenido, se encuentra el Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas, un refugio para quienes sufren de enfermedades de la médula, los nervios periféricos, los músculos y, sobre todo, del cerebro.
Cada año, estudiantes de las carreras de ciencias de la salud ingresan en grupos a estas instalaciones, un hecho que, si se lee fuera de contexto, podría ser malinterpretado. Por ello, es importante aclarar que su visita no se debe a que padezcan enfermedades neurológicas. De ser así, no estarían en condiciones de seguir estudios superiores.
La institución, que ofrece atención altamente especializada en neurología y neurocirugía, también recibe visitas de profesionales y público en general. Al enterarse de que alberga un museo dentro de sus instalaciones, muchos consideran visitarlo en algún momento, atraídos por este espacio cultural.
¿Qué podría atraer a las personas, sin importar su carrera o profesión, a visitar el museo? Existen diversas respuestas a esta pregunta. Algunos podrían sentirse motivados a acudir al lugar debido a su interés en conocer antiguos aparatos médicos utilizados en el pasado o en ver fotografías históricas del hospital Santo Toribio de Mogrovejo del siglo XX.
Estas respuestas carecen de fundamento, ya que el instituto no cuenta con un recinto que albergue aparatos médicos, ni dispone de una sala acondicionada para exhibir fotografías. Sin embargo, lo que sí existe es el Museo del Cerebro.
El Museo del Cerebro, el primero en su tipo en toda Latinoamérica
En un ambiente del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas, alejado de las salas que albergan a los pacientes, se encuentra el Museo del Cerebro, considerado el primero de su género en Latinoamérica. Para respaldar esta afirmación, es relevante citar lo que señala la página Museos en Línea del Ministerio de Cultura.
“Constituye un escenario de aprendizaje en neurociencias y es reconocido como el único en su género en Latinoamérica. Cuenta con una colección de 2000 cerebros humanos conservados”, se lee en el portal web.
A pocos metros de llegar al recinto cultural, un visitante puede notar una fachada deslucida y opaca, características que podrían hacerle pensar que en su interior no reposan los cerebros humanos que tanto contribuyen a la formación de los estudiantes. Esa percepción puede cambiar al llegar al umbral de la puerta, un punto desde el cual es posible divisar los cerebros y otras partes del sistema nervioso.
Infobae Perú visitó el Museo del Cerebro en un día en que también acudió un numeroso grupo de estudiantes de un instituto conocido de Lima. En fila india, los estudiantes ingresaron por una antigua puerta de madera, pasaron por la recepción y se dirigieron al museo. Todos estaban uniformados, y algunos mostraron evidente emoción.
La emoción es lo que se experimenta al estar dentro del museo. Esto se comprobó cuando los estudiantes estaban en otra sala escuchando la explicación de un doctor, quien, con una didáctica clara, describía y explicaba los cerebros pertenecientes a personas que habían padecido enfermedades relacionadas con el sistema nervioso.
Un vistazo al Museo del Cerebro
El Museo del Cerebro, un importante recurso educativo en el Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas, proporciona una experiencia enriquecedora para estudiantes, profesionales y público interesado en el estudio del sistema nervioso. Este recinto cultural está meticulosamente diseñado para mostrar diversos aspectos del ‘motor de la conciencia’. De esta manera, se proporciona un entendimiento de su funcionamiento y de las patologías asociadas.
Entre las salas que se pueden visitar, una está dedicada a cerebros sin patologías. Otro ambiente está enfocado a fetos con malformaciones del sistema nervioso. En esta última, hay un feto ‘cíclope’, caracterizado por un solo ojo en el centro de la cara y una nariz malformada.
También se puede ver un feto con cebocefalia, el cual se caracteriza por una malformación congénita en la que los hemisferios cerebrales están fusionados en gran parte o completamente.
En el lugar, las personas pueden ver un cráneo real y un sistema nervioso central completo, mostrados en condiciones óptimas y sin patologías. El museo también presenta un brazo izquierdo de un humano, en el que se pueden apreciar las venas y arterias principales.
Por otro lado, la sala dedicada a enfermedades del cerebro es particularmente impactante. Este sitio contiene cerebros afectados por diversas patologías, conservados en frascos de vidrio con formol. La colección incluye órganos de personas que sufrieron traumatismos, infartos cerebrales, metastasis de cáncer, entre otras patologías.
Finalmente, hay un sitio que ostenta una pequeña colección de órganos de animales. El visitante puede ver el encéfalo de un perro, la médula espinal de una tortuga, el cerebro de un mono, entre otros.
Desde su apertura, el museo ha evolucionado para convertirse en un recurso medular para la educación sobre prevención y salud neurológica, contribuyendo a la formación académica de estudiantes de secundaria y pregrado. Con 300 cerebros en su colección, el Museo del Cerebro se ha establecido como un importante centro de aprendizaje y referencia en Latinoamérica.
Más información:
Visita el Museo del Cerebro:
El Museo del Cerebro se encuentra ubicado en el Jr. Áncash 1271, en el Centro de Lima. El horario de atención es de lunes a sábado de 7:00 a.m. a 1:00 p.m. (último ingreso 12:30 p. m.). Para mayor información puede llamar al (01) 411-7778, anexo 249.