El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, lanzó fuertes críticas hacia el gobierno central en una reciente conferencia de prensa. En su discurso, López Aliaga hizo un llamado a la acción, exigiendo mayor inversión en inteligencia y recursos destinados a combatir la creciente inseguridad ciudadana que enfrenta la capital. “El presupuesto debe contemplar millones de dólares para inteligencia, pero sin voluntad política, todo es en vano”, afirmó el líder de Renovación Popular. Además, señaló que la corrupción dentro del Poder Judicial y las deficiencias en la capacidad investigativa de la policía han contribuido a la proliferación del crimen.
Las cifras de criminalidad en Lima reflejan una crisis que parece intensificarse con el paso del tiempo. Según datos de la Policía Nacional del Perú (PNP), el delito más común en la capital sigue siendo el robo y asalto, con un promedio de 125 incidentes reportados diariamente. Aunque se reporta una ligera disminución en ciertos delitos como el “raqueteo” debido a la mayor presencia policial y de serenazgo en las calles, otros crímenes más graves, como el sicariato y la extorsión, continúan en ascenso. Este último afecta particularmente a pequeños empresarios y conductores de transporte público, quienes se han convertido en el blanco principal de los extorsionadores.
En lo que va del año, se presentaron 14 mil 220 denuncias por extorsión en Lima, un fenómeno que López Aliaga califica como una forma de “terrorismo urbano”. Los casos de sicariato, que involucran homicidios premeditados con fines criminales, también han incrementado significativamente, con 322 muertes violentas registradas hasta agosto de 2024. El alcalde aseguró que sin una estrategia robusta en inteligencia y tecnología, los esfuerzos para contener el crimen organizado serán insuficientes.
La respuesta del gobierno y la falta de coordinación
El burgomaestre reveló que ya mantuvo conversaciones directas con la presidenta de la República, Dina Boluarte sobre este tema, pero, según él, la respuesta fue insuficiente. “No hay voluntad política”, expresó. Para López Aliaga, el problema no radica solo en la falta de recursos, sino también en la descoordinación entre los distintos poderes del Estado.
En cuanto a la Municipalidad de Lima, el alcalde destacó que su administración está cerrando acuerdos para implementar su propio sistema de recompensas, con el fin de abordar de manera más directa los problemas de criminalidad en la ciudad. No obstante, señaló que en otras regiones del país, como Trujillo y Chimbote, el sicariato y la extorsión siguen siendo fenómenos descontrolados debido a la falta de políticas integrales por parte del gobierno central.
Propuestas y críticas al presupuesto
El burgomaestre no solo expuso la gravedad de la situación, sino que también dirigió sus críticas al presupuesto público para el próximo año. “No hay dinero para seguridad ciudadana”, afirmó el burgomaestre. Según su perspectiva, “es necesario redirigir los recursos que actualmente se destinan a empresas estatales como Petroperú hacia la lucha contra la inseguridad. Si el 99% de la población se siente insegura por robos y extorsión, ahí es donde deben enfocarse los recursos”, aseguró.
Ante la posibilidad de declarar a Lima en emergencia y desplegar a las Fuerzas Armadas en las calles, aunque subrayó que esta medida sería inútil sin una inversión adecuada en tecnología y equipamiento para las fuerzas del orden. “Puedes sacar a las Fuerzas Armadas, pero si no pueden intervenir, su presencia es irrelevante”, indicó. En este sentido, López Aliaga insistió en la necesidad de reforzar la inteligencia y los programas de recompensas, como una forma efectiva de combatir el sicariato y otros delitos graves.
Distritos golpeados por la inseguridad
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) reveló en un reciente informe que los robos en Lima Metropolitana han afectado incluso a distritos tradicionalmente considerados seguros. Santiago de Surco y Miraflores, zonas de mayor poder adquisitivo y con presupuestos relativamente altos para la prevención del crimen, experimentaron incrementos preocupantes en la criminalidad. En los primeros tres meses de 2024, Surco reportó 2 mil 175 denuncias por robo, mientras que Miraflores alcanzó las 2 mil 066. Estas cifras representan un aumento significativo en comparación con el mismo periodo del año anterior.
El distrito de San Juan de Lurigancho, que históricamente encabeza la lista de zonas más peligrosas de la capital, registró 4 mil 403 denuncias por robo durante los primeros tres meses del año. Lima (Cercado de Lima) le sigue de cerca con 4 mil 264 casos, mientras que San Martín de Porres y Comas completan el ranking con 2 mil 179 y 2 mil 135 denuncias, respectivamente.