Condominios, colegios y pastores: los nuevos objetivos de extorsionadores y secuestradores en el norte del Perú

La actividad criminal en Trujillo llegó a otro nivel con la revelación de una nueva modalidad de extorsión que ya no atenta contra la seguridad de comerciantes o emprendedores, sino contra la vida misma de personas: el cobro de cupos por habitar su propia casa.

Este es el caso del Condominio Villa Las Flores, en el distrito de Huanchaco, cuyos vecinos fueron amenazados por extorsionadores para realizar un pago diario de 50 soles por cada una de las 40 familias que se encuentran en el lugar, lo que representa a un pago conjunto de 2 mil soles.

Un video registrado por una de las familias víctimas de extorsión revela que los criminales amenazan a los vecinos con “evitar pasar un mal rato que es algo así como darles un levantón o le quememos o cerremos de mala manera”.

La actividad de los extorsionadores no se detuvo desde la declaratoria de emergencia en Trujillo hace seis meses. De hecho, hasta junio del 2024 ya se había registrado 150 ataques de extorsionadores a instituciones educativas en la provincia de La Libertad, muchos de los cuales incluían el uso de artefactos explosivos.

A finales de agosto incluso se reportó el caso de un colegio estatal de educación inicial en el distrito de Florencia de Mora, cuyos directivos son amenazados por extorsionadores que piden un pago de 20 mil soles para no atentar contra sus vidas o la de los estudiantes.

Estos crímenes incluso llegan a ser cometidos por adolescentes, como es el caso de dos jóvenes de 14 y 15 años que fueron detenidos por agentes de la PNP en Trujillo por presuntamente haber extorsionado y amenazado de muerte a una docente.

Según información brindada por la Policía Nacional, los adolescentes amenazaron explícitamente a la directora del colegio Mater Boni, ubicado en el distrito de Alto Trujillo, por medio de una carta extorsiva en la que se indicaba que la docente debía entregar los 50 mil soles como cupo para no atentar contra su vida y no dañar el colegio con una granada.

En marzo de este año, el sacerdote de la Iglesia de Santa Lucía, en Ferreñafe (Lambayeque), Gregorio Ángel Sono Cabrera (68), fue víctima de criminales quienes incluso llegaron a dejar un sobre con una bala en su interior en un intento por amedrentarlo y posiblemente obligarlo a pagar ‘cupos’ para no atentar contra su vida.

Según su testimonio, el párroco acudió de inmediato a la comisaría más cercana luego de este nuevo intento de extorsión, pues incluso llegó a recibir mensajes amenazantes por WhatsApp.

Incluso un pastor evangélico fue víctima de estos criminales. Oswaldo Alva Polo, que además es agente municipal de Huamachuco, en La Libertad, logró escapar de sus secuestradores, que lo tuvieron sometido en una casa de la que se pudo escapar lanzándose al vacío desde el techo de la vivienda.