Familiares de los internos que purgan condena en el penal de Chincha denunciaron la existencia de una organización criminal que los obliga a pagar una cuota de dinero semanal para garantizar la seguridad e integridad de sus seres queridos.
Esta información fue confirmada por un trabajador del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), quien jamás imaginó ser parte de un sistema fallido de justicia que lo deja a merced de los presos a quienes se supone debe cuidar.
Según lo revelado por este trabajador al dominical Cuarto Poder, los delegados de los pabellones son los encargados de cobrar las extorsiones. Las sumas que deben pagar los internos oscilan entre los mil y mil quinientos soles por lo que sería un “derecho de piso”.
“A los presos a veces les piden mil soles o mil quinientos soles. También hay un tema para pagar cama o derecho de piso”, reveló.
Estos delegados han establecido un minucioso sistema de cobro de cupos que extiende sus redes hasta los exteriores del centro penitenciario e incluso involucra a sus parejas.
Es así como el penal de Chincha, con menos de 10 años de funcionamiento, se convirtió en un centro de operaciones donde la delincuencia puede funcionar con total impunidad ante la mirada de las autoridades.
Familiares entregaron pruebas de extorsión
Las autoridades del INPE tienen conocimiento de la situación que atraviesan los internos y trabajadores del penal de Chincha, ya que los familiares han llevado los comprobantes del pago que hacen semanalmente y que entregan a las parejas de los reclusos que tienen el ‘control’ del lugar.
Sin embargo, los esfuerzos que han hecho para frenar esta situación resultan insuficientes y los internos y sus familiares continúan a merced de estas redes de extorsión.
Lo peor de esta situación es lo que ocurre si es que algún recluso se niega a pagar el cupo semanal, ya que pone en riesgo su integridad física. Según una denunciante, su hermano fue violado al interior del penal por no pagar el dinero.
“Mi hermano me comentó que lo violaron porque no había pagado su cuota semanal. Lo ultrajaron en el pabellón 2B. Lo ultrajaron por no haber pagado los cupos”, narró.
La cruda realidad que se vive en el penal de Chincha refleja como la extorsión no solo domina las calles, sino también logró atravesar los barrotes y la seguridad de un lugar pensado para rehabilitar a quienes alguna vez cometieron delitos.
Trabajador del INPE confirma denuncia
El secretario general del sindicato de trabajadores del INPE, Ángel Llancari, dio más detalles de la situación del penal de Chincha.
En entrevista para Exitosa, Llancari explicó que el cobro de cupos es algo que ocurre diariamente y que se debe a las excesivas licencias que tienen aquellos reos nombrados como ‘delegados’.
“Lamentablemente en el penal de Chincha hace mucho tiempo vienen ocurriendo una serie de situaciones que dejan muy mal a la institución. Se dan excesivos permisos a personas quienes los llaman delegados que hacen y deshacen en sus pabellones”, comentó.
Según lo que detalló Llancari, cada ‘encargado’ de pabellón se toma atribuciones para garantizar orden entre los internos y algunas “gollerías”. Sin embargo, esto solo sería una careta para disfrazar las extorsiones.
“Los mismos internos tienen su organización dentro de los pabellones, a los que llaman delegados. Entonces, ellos lo que hacen es cobrarle una serie de ingresos a las personas que van entrando y les van programando una serie de pagos semanales o mensuales bajo el pretexto de limpieza, de organización, de arreglo de pabellón o de ciertas argollerías que les dan”, explicó.
Finalmente, Llancari recordó que los trabajadores del INPE están en huelga por mejoras salariales.