Hace unos días, Euner Kajekui, un activista awajún de la comunidad LGBTIQ+, se armó de valor y denunció actos de agresión y homofobia hacia dos niños en Bagua, Amazonas. De acuerdo a su testimonio, los menores fueron castigados con ishanga, una ortiga tropical, con el objetivo de “corregir su comportamiento”. Frente a ello, el Gobierno Territorial Autónomo Awajún (GTAA) emitió un pronunciamiento para “rechazar rotundamente” estos ataques.
En relación con las imágenes difundidas, expresó una dura crítica por la medida empleada en la comunidad Chikais, del Distrito de Nieva, Condorcanqui. Además, fue considerado como “un cruel maltrato físico y psicológico contra los niños de los niveles inicial y primaria”.
“Si bien ancestralmente existían castigos disciplinarios para corregir a los niños y adultos, las sanciones nunca fueron desproporcionados. Los padres son los llamados a aplicar la disciplina a sus hijos menores, en el marco del diálogo, la orientación y los consejos sabios, ya que una medida traumática puede desencadenar secuelas psicológicas o desarrollar actitudes violentas en los niños”, elaboró el comunicado difundido.
Rechazo a cualquier forma de maltrato
En otro momento, el GTAA definió al maltrato infantil como el “abuso o desatención que sufren los menores de 18 años por parte de sus padres o apoderados”. Explicó que existen diversos tipos, como el físico, psicológico, sexual, médico, por desatención, negligencia y explotación, y precisó que están en contra de cualquiera de ellos.
“Todas estas formas de maltrato causan graves consecuencias que pueden perdurar, incluso, toda la vida del niño. Por lo tanto, rechazamos tajantemente este indignante vejamen contra los niños y solicitamos a los muun que se les aplique una sanción ejemplar a los responsables que hayan permitido o participado en este abuso y maltrato”, aseguró.
Finalmente, precisó que este tipo de castigos o prácticas no forman parte de una regla establecida de común acuerdo en todo el territorio awajún. “Por lo tanto, no avalamos este tipo de prácticas, ni permitiremos que nuestros niños sean maltratados de esta manera”, concluyó.
Denuncian torturas con plantas de ortiga contra niños awajún
Kajekui, un joven activista que ha experimentado en carne propia estos castigos, difundió en redes sociales imágenes y testimonios que dan cuenta de los severos efectos que el ishanga puede tener. “Puede causar hasta cuatro días de intenso dolor debido al enronchamiento, ardor y picazón que produce”, señaló.
El material audiovisual puso de manifiesto que esta práctica muchas veces se emplea de manera discriminatoria, especialmente bajo argumentos homofóbicos. Activistas y defensores de los derechos humanos advierten que, aunque el uso de la planta de ortiga tiene raíces profundas en ciertas partes del país, su aplicación actual y en contextos de justificación discriminatoria constituye una forma de maltrato y abuso infantil.
“Lamentablemente, esto no es lo único que ocurre; hay muchas formas de maltrato tanto en el área rural como en la urbana hacia niñas y niños con una identidad de género y orientación sexual diferente a la heteronormada en nuestro país. Existe el bullying homofóbico y una serie de prácticas dolorosas que causan mucho daño a la niñez”, expresó Liz Meléndez, directora ejecutiva de Flora Tristán, en diálogo con ATV.
MIMP se pronuncia sobre el caso
Luego de la difusión de la denuncia, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) utilizó sus redes sociales para pronunciarse respecto a este caso y, así, rechazo cualquier tipo de violencia contra nuestras niñas, niños y adolescentes.
“El MIMP ha tenido acceso a un video que está circulando en redes sociales, en el que se muestra castigos físicos a niños en una comunidad indígena de nuestro país. Estamos tomando medidas para identificar el lugar de los hechos y a los posibles afectados, con el fin de intervenir y contribuir a su protección”, expresó en su cuenta oficial de Twitter.
Canales de ayuda
Si eres víctima de violencia contra la mujer e integrantes del núcleo familiar, puedes comunicarte de forma totalmente gratuita a la Línea 100, la cual “brinda información, orientación, consejería y soporte emocional en quechua, aimara y castellano para las personas afectadas” durante las 24 horas del día y los siete días de la semana.
También tienes la opción de acudir a uno de los CEM, que se especializan en ofrecer “atención integral y multidisciplinaria” para sobrevivientes. Estos cuentan con asesoría legal, contención emocional y apoyo social a nivel nacional. Atienden de lunes a viernes, en el horario de 8.00 a.m. a 4.15 p.m., mientras que los que se hallan en comisarías funcionan las 24 horas del día. Para más información, comunícate al (01) 419 7260.
Por su parte, el Servicio de Atención Urgente (SAU), al que se te derivará si corresponde, se encarga de brindar atención inmediata a las víctimas de violencia de género, a la par que contribuye en el acceso de justicia, protección y recuperación.
Finalmente, para los casos de situaciones de riesgo o violencia en las relaciones de enamoramiento o noviazgo, se puede solicitar información y orientación psicológica para ti o las personas afectadas a través del Chat 100, mediante el siguiente enlace.