Ante la polémica por sus declaraciones sobre que “en el Perú no se pasa hambre”, el titular del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero, fue convocado por la Comisión Agraria del Congreso. Durante su intervención, el ministro se disculpó si “ofendió a alguien”, pero insistió en que “el país no es de hambrientos”.
Para defender su postura, el integrante del gabinete ministerial recordó cuando tenía 7 años e indicó que, “pese a que ahora hay una connotación negativa sobre el trabajo infantil, nosotros trabajábamos felices desde niños en la chacra”. Agregó que su abuelo mencionaba que “solo los flojos pasan hambre” y que, “aunque si la decimos a nivel nacional es terrible, a nosotros internamente nos funcionaba para salir adelante”.
“Esas frases se nos van quedando en el inconsciente, pero ciertamente dicha en una tribuna nacional suena terrible, poco empáticas; por eso me disculpo con todas las personas que se hayan podido sentir ofendidas con la frase, pero esa no es la intención. Al final estas frases se vuelven como gritos de guerra cuando uno quiere salir de la pobreza”, sostuvo.
Insistió en que “el hambre es un tema circunstancial” y lo romantizó asegurando que “es el llamado biológico de la naturaleza hace miles de años que impulsa al hombre a salir adelante”, ya que “cuando el hombre empieza a tener hambre, comienza a reaccionar, a mejorar las cosas”. Si bien reconoció que existe un sector vulnerable con alta probabilidad de pasar hambre, declaró que el porcentaje, según indicadores oficiales, no es tan alto.
“¿Qué porcentaje de la población es vulnerable? Cuando hablamos de la pobreza, el 29% está en esta situación y el 5% se encuentra en situación de extrema pobreza. Cuando hablamos de anemia, más del 40% entre los niños de 0 a 3 años. Cuando hablamos de inseguridad alimentaria, más del 50% de la población, pero decir inseguridad alimentaria no es lo mismo que decir hambre. [...] Usted puede comer 3 veces al día, pero en exceso y así estar en inseguridad, pero hay otro segmento que come con déficit. Eso sí es hambre y eso técnicamente se llama subalimentación”, mencionó.
“El mismo informe de la FAO reporta que este sector es del 7%, y esa cifra sí se acerca al 5% de la población en extrema pobreza. De modo que si hay frases que han caído mal, reitero mis disculpas a toda la población que se ha podido sentir ofendida; salen del inconsciente, pero tampoco se puede decir que el 17% de peruanos pasa hambre porque el Perú no es un país de hambrientos”, agregó.
“Para ser potencia mundial necesitamos hambre de triunfo”
En línea con sus declaraciones, sostuvo que el Perú es un país de gente trabajadora, que siempre ha podido salir adelante a pesar de los problemas y que no se puede decir que “somos potencia mundial cuando solo se promueve el asistencialismo”. “Para ser potencia mundial necesitamos hambre, pero hambre de triunfo, de desarrollo”, sentenció.
Las reacciones no se hicieron esperar. Una de las primeras parlamentarias en cuestionar las declaraciones del titular del Midagri fue Sigrid Bazán. Luego de hacer una recopilación de las frases que mencionó, culminó con “el nuevo ‘el hambriento es hambriento porque quiere”.
El abogado Heber Campos recordó que uno de los requisitos, según la Constitución (y el sentido común), para ejercer el cargo de ministro de Estado es la idoneidad profesional y competencia técnica. “A juzgar por sus declaraciones, el ministro de agricultura hace dudar (y mucho) de que cumpla a cabalidad con ese criterio”, escribió.