Fusión del MIMP y el Midis: el impacto de un atentado contra los derechos de la mujer y la falta de transparencia desde el Gobierno

El extenso discurso por Fiestas Patrias de Dina Boluarte trajo consigo el anuncio de una serie de medidas que emprendería su Gobierno en diferentes sectores durante los próximos días. Y, entre ellas, hubo una que inmediatamente generó preocupación y, por ende, rechazo entre la ciudadanía y organizaciones a favor de los derechos humanos: la fusión de cuatro ministerios en solo dos.

Según la mandataria, esta medida tendría la finalidad de “potenciar la gestión pública”; sin embargo, dicha afirmación fue recibida por escepticismo por la ciudadanía cuando trascendió que se trataría del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) y el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).

Así, más allá de las implicancias negativas que esto tendría en los sectores involucrados, las voces a favor de los derechos de las mujeres han sido las que han resonado con más fuerza y han dado inicio a una serie de acciones —desde plantones y conferencias de prensa hasta campañas en redes sociales— para evidenciar su rechazo, además de informar del peligro que supone lo planteado.

En conversación con Infobae Perú, Liz Meléndez, directora ejecutiva del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, advirtió que la fusión llevaría a una desestabilización de todos los servicios que brinda el MIMP en atención de casos de violencia, así como en las políticas de igualdad.

La especialista recalcó que es lamentable que, en un país con la sexta tasa más alta de feminicidios de América Latina y con grandes brechas de género, se contemple la posibilidad de eliminar la entidad que permite que la población femenina tenga una voz en las altas esferas del Gobierno.

No obstante, las mujeres no serían las únicas perjudicadas con esta propuesta. Según Meléndez, otra de las poblaciones que se encuentran en estado de extrema vulnerabilidad son las niñas, niños y adolescentes, por lo que resulta clave considerar cómo las acciones que se pondrán en marcha terminarán por perjudicar en su futuro.

Dicha acción ha sido duramente criticada por organizaciones feministas y de defensa de los derechos humanos, quienes han emitido pronunciamientos —y en una ocasión, incluso, se optó por enviar una misiva al presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén— para dejar en claro su rechazo. Entre los puntos más relevantes para Las Tejedoras, Demus, Manuela Ramos, Flora Tristán, Promsex y Amnistía Internacional se encuentran:

• Invisibilización de las mujeres. Bajo la premisa de “lo que no se nombra no existe”, estos colectivos han resaltado la importancia de que las mujeres y sus necesidades no sean invisibilizadas, situación que podría darse si forman parte de una cartera más amplia.
• Contradecir tratados internacionales. Recientemente, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) recomendó expresamente al Perú que garantice la integridad del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, tanto en su nombre como en su mandato, a fin de reforzar la capacidad de promover y controlar las políticas de igualdad de género.
• Enfoque de género en las políticas públicas. El nivel del MIMP en la jerarquía del Estado garantiza una participación en igualdad de condiciones para la implementación de políticas públicas favorables a la mujer, la ciudadanía y las poblaciones vulnerables.
• Desatención de temas críticos. Las altas cifras de violencia en todas sus formas, cuya más grave manifestación es el feminicidio, demuestran que hay un aumento notable. La fusión podría llevar a que estos temas críticos queden desatendidos o pierdan prioridad.
• Necesidad de fortalecimiento. El Plan Nacional de Igualdad de Género (PLANIG) y la Política Nacional de Igualdad de Género (PNIG) deben mantenerse operando y no ser discontinuados. La fusión podría llevar a una reducción de recursos y presupuesto para las iniciativas y programas específicos para las mujeres.

En otro momento, Meléndez consideró que la puesta en marcha de la fusión entre el Midis y el MIMP no es más que un “pacto político entre sectores fundamentalistas y el Gobierno”, y no a una intención de promover eficiencia en el Estado, como se viene planteando desde el Ejecutivo.

Para la directora de Flora Tristán, las reformas de este tipo deben darse de manera progresiva, con sustento técnico que lo avale y en un momento social y político adecuado; es decir, no durante una gestión que ni siquiera cuenta con el 5% de aprobación de la población.

Promover una reforma de este nivel solamente va a traer un perjuicio en los las políticas públicas que atienden ambos sectores, lo que no solamente afectará el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, sino que también se van a perjudicar los avances del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social. No obstante, pese a esta situación de riesgo, la especialista alertó que desde el Estado no hay ningún interés en transparentar lo que ocurre.

Durante su visita a Arequipa del último jueves 29 de agosto, la titular del MIMP, Ángela Hernández Cajo, evidenció esta falta de transparencia al contradecir públicamente lo informado por el ministro Julio Demartini Montes, quien refirió que ya sabían qué sectores serían fusionados. En cambio, ella subrayó que, de momento, el tema no pasa de ser una especulación.

Por su parte, la viceministra de la Mujer, Elba Espinoza Ríos, aseguró a Infobae Perú que “no tienen conocimiento de ninguna medida de fusión que involucre al sector”. “La presidenta, en el discurso de 28 de julio, mencionó que se estaba evaluando la fusión de cuatro ministerios, pero aún no se ha definido cuáles serían”, concluyó.