El exdictador Alberto Fujimori (1990-2000) ha entrado en el top 10 de los personajes más poderosos del Perú a casi un año de quedar en libertad, según la última Encuesta del Poder realizada por Ipsos y difundida este domingo por la revista Semana Económica. Fujimori se ubica en el noveno escalón, con un 21%, una ubicación en la cual no figuraba desde hace más de una década.
La publicación reseña que, aunque nunca dejó de ser un actor relevante en la política peruana, su libertad, la inscripción en el partido de su hija y el explícito deseo de hacer una vida política activa han acrecentado, de forma acelerada, la percepción de poder en torno a su figura.
El exautócrata tiene mayor influencia incluso que ministros relevantes en la estructura del Estado como el de Economía y Finanzas, José Arista, quien tiene un 13%. También aparece por delante de Carlos Rodríguez Pastor, propietario del Grupo Intercorp (20%); del presidente del Poder Judicial, Javier Arévalo (6%); del fiscal de la Nación, Juan Carlos Villena (7%); y del escritor Mario Vargas Llosa (4%).
Fujimori, de 86 años, fue excarcelado en diciembre de 2023 en cumplimiento de una orden del Tribunal Constitucional, a pesar de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) pidió a las autoridades que se abstuvieran de hacerlo. Abandonó el penal de Barbadillo un día después de que se conociera que el TC dispuso “la inmediata libertad del favorecido” al restituir los efectos del indulto que le otorgó en 2017 el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski.
En junio último, el exdictador se afilió a Fuerza Popular y posteriormente su hija, Keiko, anunció que volvería a postular a la Presidencia en las elecciones generales de 2026. “Mi padre y yo hemos conversado y decidido juntos que él será el candidato presidencial”, afirmó la lideresa en un breve mensaje publicado en X (antes Twitter).
La política aseguró que es consciente de la edad y de los problemas de salud que afronta su progenitor y mencionó que varios abogados le han dicho que sí podría ser candidato, pese a que, según juristas, está impedido por su condición de condenado por un delito doloso, tal como establece el artículo 34-A de la Constitución y la Ley Orgánica de Elecciones.
“Si bien Alberto Fujimori es el fundador del fujimorismo, Keiko lo es de Fuerza Popular. Ambas voces son importantes y escuchadas”, dijo a la revista Miguel Torres, excongresista y vocero del partido. Para el politólogo Paolo Sosa, sin embargo, el poder que proyecta el exauócrata es actualmente más simbólico que real.
“En los últimos años, Alberto Fujimori en realidad ha tenido un rol casi de moneda de cambio política; se ha vuelto más un instrumento de negociación con quienes quieren tender puentes con el fujimorismo. El indulto es un claro ejemplo”, argumentó.
De no superarse los impedimentos legales, todo apunta a que la candidata de Fuerza Popular sería, por cuarta vez, su heredera política. “Si no se llega a concretar la candidatura de Alberto, habrá un despliegue de recursos para la victimización y la enfatización de una narrativa, una gesta de epopeya de alguien que luchó y que hasta el final quiso estar con el pueblo, pero no se lo permitieron. A menos que Kenji Fujimori quiera volver a la política, quien terminará postulando será Keiko”, evaluó la politóloga Adriana Urrutia.
El mismo sondeo publicado por Semana Económica recoge que Boluarte comparte el poder con Keiko Fujimori, y el gobernador de La Libertad y líder de Alianza Para el Progreso (APP), César Acuña. Por primera vez en la historia, dos actores ajenos al Gobierno alcanzan una cuota prácticamente equivalente a la de la máxima autoridad del Estado.