Tiroteo descomunal en VMT: sicarios disparan más de 20 veces contra bus de transporte público

Este viernes 30 de agosto, Lima fue nuevamente escenario de violencia con un tiroteo descomunal que dejó a los ciudadanos conmocionados. En menos de 24 horas se registró el segundo ataque armado contra buses de transporte público, siendo este el cuarto en lo que va de la semana.

Esta vez, el incidente ocurrió en la avenida 26 de Noviembre, en la urbanización Nueva Esperanza, del distrito de Villa María del Triunfo (VMT). Según narró el conductor del vehículo afectado, el bus, perteneciente a la empresa ETUL 4 S.A. (popularmente conocida como “La P”), se detuvo en un semáforo en rojo para que algunos pasajeros pudieran descender.

Sin previo aviso, dos avezados delincuentes a bordo de una moto lineal interceptaron el bus y abrieron fuego más de 20 veces. Los disparos causaron pánico y terror entre los pasajeros, quienes no podían creer que este tipo de violencia se desatara en plena hora punta y en una zona concurrida.

Uno de los proyectiles impactó contra la pierna del conductor, quien fue trasladado de inmediato al Hospital Guillermo Kaelin de la Fuente por agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP). Afortunadamente, la víctima está recibiendo atención médica, aunque las secuelas físicas y psicológicas de este ataque desmedido sin duda perdurarán.

Los malhechores huyeron con rumbo desconocido, sin importarles que dentro del bus se encontraban decenas de pasajeros que pudieron haber resultado heridos o incluso muertos por la explosiva balacera. Este acto de violencia no solo fue sorprendente e indignante, sino que también dejó a la comunidad en un estado de creciente ansiedad y temor.

Los vecinos, todavía en shock, revelaron a Canal N que el conductor herido lloraba desconsoladamente pidiendo auxilio, claramente atemorizado por lo que había sucedido.

Según detalló el mencionado medio, uno de los supervisores de la empresa ETUL 4 S.A. confirmó que no habían recibido ninguna amenaza de extorsión, lo que hace aún más incomprensible esta tragedia.

Este supervisor solicitó a las autoridades policiales una investigación exhaustiva para descubrir el móvil de este feroz ataque y así traer algo de claridad a un evento que ha perturbado profundamente a la comunidad.

Seis empresas de transporte urbano que operan en Lima Norte han sido víctimas de extorsión, reportó Infobae Perú. Estas compañías incluyen El Mandarino, Etuchisa (Los Chinos), Uvitas, El Azul, Eticosa y Latin Cable. Las amenazas y actos de violencia contra estos transportistas se han incrementado, llevándolos a tomar medidas de protesta en algunos casos, como la suspensión temporal de actividades.

El 26 de agosto, una unidad de Etuchisa (Los Chinos) sufrió un atentado en el paradero Villa Sol, en el distrito de Los Olivos. Criminales dispararon contra un autobús lleno de pasajeros, afortunadamente sin causar heridos. No obstante, la tensión subió debido a una nueva amenaza en forma de un sobre manila con un mensaje de muerte y un explosivo dejado en el paradero final de la empresa.

Dos días después, el 28 de agosto, ocurrió un ataque fatal contra Rutnam Berríos Pajuelo, conductor de El Mandarino, mientras recogía pasajeros en Comas. Los atacantes dejaron un mensaje exigiendo a la empresa no pagar más cupos al alias “Monstruo Chonguito”. Hace un mes, otro conductor de la misma compañía sobrevivió a un atentado similar.

El 29 de agosto, José Luis Ontiveros López, conductor de Uvitas, fue asesinado cuando dos sujetos en moto interceptaron su vehículo en la avenida Túpac Amaru, en el distrito de Comas. Luis Calle Vargas, el cobrador, resultó gravemente herido. Horas antes, la empresa había recibido amenazas de extorsión que mencionaban además a otras compañías como El Azul, Eticosa y Latin Cable.

El modus operandi de estas bandas criminales incluye no solo amenazas de muerte, sino también la colocación de explosivos y ataques directos a los vehículos y empleados de las empresas extorsionadas. La situación de inseguridad ha llevado a que los transportistas tomen medidas desesperadas, como la suspensión de servicios y protestas, para llamar la atención de las autoridades y la ciudadanía.