Petroperú ha dado un ultimatum al Gobierno peruano. La empresa petrolera estatal está en crisis y los directores han pedido a la gestión de Dina Boluarte que se resuelva prontamente qué se hará con ella.
“El 13 de mayo de 2024 se publicó un comunicado en el que se daba a conocer la crítica situación en la que se encontraba la empresa, mientras se esperaba una respuesta del gobierno respecto a las acciones recomendadas para lograr ganancias de eficiencia en Petroperú que aseguren su autosostenibilidad”, detallá el nuevo comunicado.
Así, los directores han detallado que “era inmoral” que se siguiera solicitando más dinero al Estado —a la fecha, el monto que se necesitaría para mantener la empresa supera a los US$ 2.200 millones—sin que la empresa se comprometiera a cambios profundos. “Pasado algunos meses, la decisión del gobierno respecto a qué hacer con Petroperú aún sigue pendiente”, agrega el comunicado.
La crisis es tan evidente, que de diferente lados, quienes están a favor de seguir manteniendo la empresa pública, y quienes proponen un grado de intervención privada, se reconoce que la situación es insostenible si no se dan medidas. Así, Infobae Perú conversó con dos expertos que han seguido el tema de Petroperú de cerca y que tienen diferentes visiones
¿Aún puede ser viable Petroperú?
El expresidente de Perupetro —la entidad encargada de promover y supervisar las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos en el país, que no se debe confundir con Petroperú— Aurelio Ochoa Alencastre es uno de los que creen que la empresa aún puede ser viable, pero no está de acuerdo en cómo fue hecha la llamada de atención de la empresa al Gobierno
“Sí hay viabilidad, pero hay que tomar acción. Creo que hizo mal el actual directorio. Sí con concuerdo con algunos puntos puntos planteados. Pero en cuanto a a forma, jamás un directorio estatal puede poner un ultimátum de al que ente lo nombró”, señala.
Para Ochoa, “la restructuración es la via viable”, valga la redundancia. Para el expresidente de Perupetro, la Nueva Refinería Talara (NRT) fue un error, y que ha costado que se consolide esta crisis. “La deuda enorme que justamente es el problema de Petroperú, que se tiene con relacion a esta pésima decisión de haber construido la refinería, pero ya se hizo y estamos viendo las consecuencias”.
Según Ochoa, Petroperú tiene una deuda de US$ 2.800 millones al fisco, además de las cuentas por pagar a sus proveedores. “A Petroperú le va a ser imposible pagar, está en una situación crítica. Una de las posibilidades es decir al Estado ‘yo sí te voy a pagar, pero no lo voy a hacer hoy día porque no estoy en capacidad de hacerlo y mi prioridad son los proveedores, porque son los que me van a continuar dando las líneas de crédito para importar petróleo o combustible”, agrega. Para el experto, se deberían postergar estos pagos.
“Adicionalmente Petroperu tiene otras líneas: todas son las que solucionarían. Por ejemplo el caso de los activos prescindibles, como los terrenos. Están valorizado entre US$ 90 y 100 millones, y si los ponen en remate y le dan US$ 300 millones sin ningún problema. (...) [Además], El personal está evidentemente sobredimensionado”, explica.
La salida también está atravesada por la necesidad de dar un mensaje con respecto a este personal. Pero para Aurelio Ochoa el tema del personal no es lo que define el estado de Petroperú y no es una parte tan grande dentro de la crisis de la empresa estatal.
“Petroperú por suspuesto que está en capacidad”, afirma el expresidente de Perupetro. Pero junto a un “salvataje” que pueda dar el Gobierno —”la Presidenta ya ha dicho que no va a quebrar. Ya hay una posición política. Eso es lo que ha decidido el gobierno actual”—, se debe reestructurar también la deuda.
“La deuda que tiene con el fisco es de US$ 2.800 millones de dólares, enorme. Pero si eso descargamos solo lo con cronograma de pagos, automaticamente la empresa vuelve a ser sujeto de credito y confiable. Si hay una garantia para esas cuentas por cobrar, la garantia del Estado peruano, simplemente la empresa va a seguir pagando, solo que ahora le han cortado la linea de credito”.
¿Se debería seguir inyectando capital?
En el ‘ultimatum’ de Petroperú el directorio presentó tres salidas posibles a la crisis de la empresa. Estas son:
- Continuar inyectando capital a la empresa, como hasta ahora, sin pedir ni asegurar cambios organizacionales creíbles que busquen su eficiencia.
- Aceptar su quiebra y/o liquidación con las obligaciones legales y financieras que podrían enfrentarse.
- Decidirse por una reestructuración profunda que goce de credibilidad. Esto conllevaría a una consecuente y necesaria inyección de capital del gobierno con la condición de realizarse acciones de eficiencia organizacional que serían implementadas con el apoyo de una firma de experiencia internacional comprobada. Esta estabilización tendría que asegurar la atracción de capital privado a Petroperú para fortalecer su transformación. Esta opción, por supuesto, enfrenta riesgos institucionales, que eventualmente pueden terminar interrumpiendo o revirtiendo este plan, por lo que debería estar acompañada de un fuerte marco legal, que refuerce las acciones futuras. Esta fue la alternativa de reestructuración que desarrolló el actual directorio.
Dos de las opciones implica que el Ejecutivo de más capital para la empresa. Si bien un sector de expertos reconoce que estos sería una posibilidad, otro piensa que es suficiente ya el monto que el Gobierno ha dado hasta ahora para Petroperú.
El exdirector general de Hidrocarburos del Ministerio de Energia y Minas, Erick García, opina que el primer camino planteado por el directorio no es conveniente. “A la fecha se ha dado más de US$ 4.000 millones y no se revierte la situación de Petroperú, por eso se habla de un barril sin fondo. Eso no es viable. Ni ética ni económicamente”, aclara. El segundo camino implica que se deje liquidar a la empresa, que se declaré en quiebra y los acreedores tomen el control.
“Creo que en este momento con todo lo que ya se invirtió, no sé si sea tan adecuado [liquidarla]. Capaz financieramente sea lo más adecuado, porque así funcionan las empresas. Pero Petroperú tienen algunos componentes adicionales”, opina García.
Lo que se busca con Petroperú, sostiene García, es que “la empresa no muera. Yo creo que se tiene que tener claro en qué situación está. Está en una situación tan crítica que lo que cualquier economista te diría que se debe liquidar”. Sin embargo, la tercera opción, que implica una reestructuración con inyección del Gobierno no es viable para el especialista.
“La restructuración integral es irreal. Petroperú ha gastado más de US$ 7.000 millones en una refinería. ¿Para qué ha gastado? Para ser refinador y comercializador. Dicen que tienen la mejor tecnología del mundo. Que se dedique a eso”, propone.
La salida actual que explica Erick García implica que Petroperú se deshaga de todo lo que no sea desarrollarse en la función para la que se ha gastado la refinería.
“Despréndete de todo lo demás que te genere exceso de personal, desatención. Vuélvete experto en refinación y comercialización. Recupera mercado. Pero ya no estés pensando en tener más pozos petroleros, en tener oleoducto, en tener la concesión del gas. (...) Busca un crudo pesado barato y ponte a refinar”, sentencia.
Pero el problema de fondo también es otro, según García. Y tiene que ver con los trabajadores de la empresa. El experto sugiere que, a pesar de que el gasto en planilla sea alrededor del 3% de la facturación, la situación de la planilla es otro tema que se debe resolver. “La empresa no es eficiente. Si mañana le das US$ 5 mil millones, como sus proceso son muy burocrático, como tienen mucho procesos que no generan valor, te apuesto que en un año se tiran todo el monto”, sostiene.
Mientras, el experto Ochoa, quien aún confía en una restructuración de la empresa, cree que el tema de los trabajadores es menor. Erick García, asegura que la “injerencia del sindicato y de los trabajadores en Petroperú es muy grande. Los directores pueden tener las mejores intenciones, tener los mejores planes, pero no se ejecuta porque no hay apoyo. Necesitamos que la Presidente y los ministros apoyen el directorio, y, bueno, si se tienen que ir 900 trabajadores, se irán”.
Así como estas dos voces, son más las que están de ambos lados del espectro. Mientras se espera que el Gobierno responda al directorio, es claro que no se pide necesariamente que se deje quebrar a la empresa, pero sí que haya una restructurarión, con o sin inyección del Gobierno. Si bien no implicaría privatizarla, que se limite a Petroperú a la refinería y deje el Oleoducto, así como nuevos pozos petroleros.