Fiorella Florez, la talentosa actriz y emprendedora, ha recorrido un largo camino desde que llegó a Lima con un solo objetivo: cumplir su sueño de convertirse en actriz. Oriunda de Trujillo, la guapa peruana se mudó a la capital a los 19 años, con la esperanza de abrirse paso en el difícil mundo del entretenimiento.
Hoy, no solo se desempeña como actriz, sino que también ha logrado consolidar un exitoso emprendimiento en el mundo de la moda, demostrando que con esfuerzo y determinación, los sueños se pueden hacer realidad.
“Ahora que soy mamá, entiendo por qué mis papás tenían tanto miedo. En ese momento, yo no entendía nada, tampoco me importaba nada ni medía el peligro. Yo estudiaba administración, además de teatro, pero siempre supe que quería ser actriz. Siempre lo tuve súper claro, pero allá en Trujillo, como en todas las provincias, no hay más dónde crecer, lamentablemente. Yo tenía muchas aspiraciones de formarme como actriz, y sabía que tenía talento”, indicó una emocionada Fiorella Florez a Infobae Perú al recordar sus inicios.
Es así como la actriz decidió “ponerle todas sus balas” a lo que quería ser. Es por ello que aprovechó los reinados de belleza para llegar a Lima. Tras ser convocada para representar a La Libertad en el Miss Perú, Fiorella Florez llegó a la capital, donde quedó en un buen lugar en el certamen de belleza. Gracias a ello, tuvo la oportunidad de probar suerte con el modelaje.
Fiorella cuenta que esta etapa le ayudó a costear sus gastos, pues sus papás no tenían los medios necesarios para mantenerla desde tan lejos. “Ellos me apoyaron en lo que podían, por eso el modelaje fue un medio para lograr mis objetivos, pero jamás me hizo cambiar de opinión de lo que realmente quería ser”, resaltó.
“Había modelos cotizadas aquí, muy conocidas, pero uno no se tiene que amilanar. Sabía que se tenía que ganar derecho de piso. Mis papás me decían, ‘cómo te van a contratar si hay muchas modelos’, pero nunca me transmitieron ese miedo, que hoy entiendo que era para cuidarme. Yo me enfoqué en mí, y en esforzarme siempre. Yo decía, ‘nadie me mueve de Lima’”, dijo entre risas.
Dejó un amor y su carrera en Trujillo
Fiorella Florez recuerda que no solo dejó a su familia y a sus estudios, sino también un amor. “Dejé todo y me quedé acá, hasta un enamorado, ya no me regresé a Trujillo”, relató.
Gracias a su etapa como modelo, la artista pudo pagarse los cursos de actuación, formándose con Roberto Ángeles y Alberto Ísola. “Ellos son mis mentores, pero de ahí he seguido con más talleres, he estudiado danza contemporánea, intro, ballet, me he ido a Los Ángeles a estudiar cine, luego a Colombia a estudiar con un director de cine, me he ido a Argentina, han venido profesores de Chile y he tomado los cursos. Yo no he dejado de estudiar nunca”, relató.
La primera oportunidad de demostrar su talento fue en Así es la Vida, luego fue modelo de Habacilar. La actuación continuó con Los del Barrio, Los Barriga, Chico de mi barrio, Hasta las estrellas, Al Fondo Hay Sitio, entre otros.
La figura de 39 años ha podido trabajar no solo en telenovelas, sino también en teatro y en el cine. Sin embargo, con ello vendría el emprendimiento, el cual despuntó en tiempo de pandemia, donde la industria del entretenimiento se paralizó.
“Todas las carreras tienen riesgo, pero el arte, realmente no es estable, no hay una estabilidad económica. Hay momentos que va súper bien, porque como artista puedes tener buenos contratos, pero otras veces, no. Te llaman para marcas, pero a la vez, yo creo que un artista siempre debe tener algo aparte. Por eso, siempre hice muchas cosas que me generan ingresos, cosas que me gusten, claro. El tema del emprendimiento, nació en la pandemia, con una inversión de 20 soles”, contó.
“Siempre me ha gustado la moda, el diseño. Llevaba cursos cortos, pero no pensé en desarrollarme en ese rubro, todo el mundo decía que tenía que invertir mucho para poder empezar algo, pero es mentira, porque si te pones barreras, nunca vas a arriesgarte. Empecé a hacer las balacas, que no son vinchas porque tienen alambre por dentro. Empecé a hacer eso para mí, lo publiqué y empezaron a preguntarme: ‘Fiore, ¿qué es eso que tienes en la cabeza?’. Ahí empecé a ofrecer, en pandemia me compraron mucho. Primero no tenía muy claro sobre la ganancia, ni la rentabilidad, ni nada. Fui aprendiendo poco a poco. Yo era la modelo de mis productos”, detalló la hoy empresaria y madre de 3 niñas.
Ser ‘Vengadora’ en un país que estereotipa
Además de su carrera en la actuación y su negocio de moda, Fiorella también recordó su paso por la sensual agrupación ‘Las Vengadoras’, un grupo que marcó una época en la farándula peruana. En el 2013, Tilsa Lozano la invitó a ser parte de la agrupación femenina, junto a Maricris Rubio y Jazmín Pinedo.
Las guapas mujeres no solo modelaban y cantaban en el escenario, sino que también se caracterizaban por ser muy osadas y sexys frente a su público. Fiorella cuenta que si bien es cierto, este papel le ayudó a solventar sus gastos, pues sus shows eran muy bien pagados, algunas productoras la estaban estereotipando.
“No llegaron a encasillarme, pero las productoras solían estereotipar. Recuerdo que me llamaban para personajes de ese perfil, de modelo. Eso es lo que no quería, porque sabía que era capaz de hacer todo tipo de interpretación, de asumir retos. A mí nunca me ha importado la opinión del resto, pero estamos en un país donde eso perjudicaba mi trabajo. Lamentablemente, me di cuenta de eso, así que empecé a cuidar más mi imagen. Después de ‘La Vengadoras’, dejé el modelaje, a pesar de que me daba más estabilidad económica”, detalló a nuestro medio.
La actriz cuenta que tanto Tilsa como Maricris lo tomaron a bien, pues ellas siempre supieron su verdadera vocación. “Sabían que solo sería por poco tiempo, hasta estabilizarme. Yo siempre fui transparente y no hay nada que ocultar. Hasta ahora las considero mis amigas. Pese a que trabajamos poco tiempo, convivimos mucho, debido a los constantes eventos, viajes, etc”, contó.
Fiorella Florez en la Feria Textilinca
En su faceta de emprendedora, Fiorella Florez será parte de la Feria Textilinca, liderada por la diseñadora Brenda Zapata, un evento destacado en la industria textil, que se extiende del 19 al 22 de septiembre en la Villa Complejo Ferial, ubicada en el km 19 de la Panamericana Sur, Chorrillos. Durante estos días, la feria ofrecerá una amplia gama de pabellones y espacios donde los asistentes podrán encontrar desde proveedores de telas y maquinaria hasta el Fashion Hall.
“Con Santa Mónica Crochet, estamos haciendo una colaboración para Palta Style, que es mi marca. Yo conocí a la dueña de esa marca que trabaja con el penal de mujeres desde hace años. Nos hemos unido para poder hacer algo exclusivo”, dijo emocionada a Infobae Perú.