En medio del bullicioso centro de Lima, donde la modernidad choca con la historia a cada paso, existe un refugio de paz y espiritualidad muy cerca del Jirón Camaná. El convento de Santo Domingo se erige como un guardián silencioso de secretos milenarios. Este lugar no solo es famoso por su rica herencia espiritual, sino también porque en su histórica sala capitular comenzó a funcionar en el siglo XVI la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, oficialmente la primera universidad peruana y la más antigua de América.
Este convento dominico ha sido testigo de la vida y legado de Santa Rosa de Lima, uno de los personajes más venerados en la historia del Perú. Aquí, en sus misteriosos recovecos y en su histórica sala capitular, Infobae Perú emprende una exploración para descubrir ¿Dónde reposan los restos de Santa Rosa de Lima? El recorrido por este recinto lleno de historia y energía espiritual, donde descansan los restos de la primera santa de América desde hace más de 400 años.
Al ingresar, el visitante se sumerge en un entorno decorado con lienzos de Santo Domingo de Guzmán y paredes revestidas con azulejos adornados con motivos de flora y fauna. Es aquí, entre la penumbra del convento y la luz de la fe, donde se inicia la búsqueda de Santa Rosa, cuyos restos descansan desde hace más de 400 años en este lugar.
¿Quién fue Santa Rosa de Lima?
Santa Rosa, cuyo verdadero nombre era Isabel Flores de Oliva, nació en 1586 en Lima y desde su temprana juventud dedicó su vida a Dios. Conocida por su devoción y su vida de penitencias, Rosa de Santa María, como se la conocía, se sometió a autoflagelaciones, usaba una corona de espinas y un cinturón de metal y practicaba ayunos extremos. Su inquebrantable fe, sin embargo, le pasó factura física y, finalmente, contrajo tuberculosis, enfermedad que la llevó a la muerte a los 31 años en 1617.
Con el tiempo, su santidad fue reconocida por la Iglesia Católica. Los papas Clemente IX y Clemente X canonizaron a Santa Rosa en 1671, convirtiéndola en la primera santa de América. Desde entonces, ha sido considerada la patrona de Perú, América, Filipinas y de la Policía Nacional y las enfermeras del Perú. Un dato menos conocido es que en 1996 el Papa Juan Pablo II también la nombró patrona de la minería en el país.
¿Dónde se encuentran hoy los restos de Santa Rosa?
Los restos de Santa Rosa de Lima, la primera santa de América, han sido conservados en diversas partes del mundo, pero una parte significativa de ellos se encuentra en el convento de Santo Domingo en Lima. Este recinto sagrado guarda los secretos de su última voluntad, la cual se puede leer en una inscripción dentro de la cripta: “Hago donación de mi cuerpo a mis hermanos dominicos”.
Dentro de la cripta, los restos de Santa Rosa reposan en una urna de cristal, ubicada en una capilla especialmente dedicada a ella. Este lugar no solo acoge sus restos, sino que también rinde homenaje a otros hermanos dominicos de los siglos XVI al XIX, cuyas tumbas están señaladas en el suelo del convento. La capilla se ha convertido en un centro de peregrinación para devotos y turistas que buscan conectarse con la historia y la espiritualidad de esta figura venerada.
¿Qué papel juega la pequeña capilla en la veneración de Santa Rosa?
Dentro del convento de Santo Domingo, una pequeña capilla ha sido dedicada exclusivamente a rendir homenaje a Santa Rosa de Lima. Esta capilla, rodeada de cuadros que muestran rasgos de su rostro y encuentros divinos con ángeles celestiales, es un lugar de profundo respeto y veneración. En el interior, una habitación muestra su cuerpo tallado en mármol blanco, una obra maestra del escultor Melchor Cáfago.
La capilla ha emergido como un punto central de peregrinación, no solo para los fieles peruanos sino también para visitantes extranjeros. La presencia de estas obras de arte y objetos conmemorativos ofrece una visión íntima de la vida y milagros de Santa Rosa. Este espacio se ha convertido en una cápsula del tiempo que captura el fervor y la veneración que ha perdurado a lo largo de los siglos y proporciona un refugio espiritual para aquellos que buscan conectarse con la historia sagrada.
¿Qué otros personajes famosos descansan en Santo Domingo?
El convento de Santo Domingo no solo es el reposo final de Santa Rosa de Lima. En otra zona del convento, se encuentran los restos de San Martín de Porres, un santo de origen humilde que dedicó su vida a servir a los más necesitados. Martín, contemporáneo y amigo de Santa Rosa, fue un ejemplo de humildad y caridad, lo que le valió una profunda veneración desde su muerte en 1639.
Además, en este mismo templo, descansan los restos de Juan Macías, otro venerado fraile dominico conocido por su vida de oración y servicios milagrosos. Juan Macías, al igual que San Martín y Santa Rosa, dejó un legado de fe y devoción que perdura hasta nuestros días.
Último recorrido: una despedida con espíritu renovado
El último tramo del recorrido por el convento de Santo Domingo lleva a los visitantes a un punto de reflexión y cierre espiritual. Al salir, es imposible no llevar consigo la sensación de haber sido parte de una historia rica y profunda. La visita deja una impresión duradera, marca un antes y un después en la percepción de la devoción y el sacrificio en la vida religiosa.
Cada detalle, desde los lienzos hasta las azulejas, la espiritualidad que se respira en cada esquina, conforman una despedida llena de respeto y admiración por aquellos que, como Santa Rosa, San Martín y Juan Macías, dejaron una huella indeleble en la historia. Este espacio no solo alberga sus restos, sino que también guarda el espíritu de sus vidas dedicadas al servicio ya Dios.