¿Cómo potenciar la creatividad en los jóvenes para impulsar su liderazgo?

El desarrollo de habilidades creativas es esencial para enfrentar los desafíos del futuro laboral. Es importante formar líderes en este ámbito utilizando metodologías innovadoras y tecnologías emergentes para preparar a los jóvenes para un entorno en constante cambio

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Es hora de formar líderes,
Es hora de formar líderes, dejando de sobre racionalizar todo, y evitando que la educación, tanto básica como superior, suprima la creatividad. (Freepik)

En la actualidad, sabemos que la creatividad es fundamental para resolver los grandes problemas de la humanidad, incluidos los desafíos comerciales. No existe innovación sin una cuota de creatividad, especialmente en un mundo complejo y en constante cambio, donde millones de empleos desaparecen y son reemplazados por nuevas ocupaciones debido a la adopción vertiginosa de nuevas tecnologías. La demanda de habilidades como la creatividad, la resolución de problemas, la flexibilidad y el pensamiento analítico es cada vez más alta; todas estas son esenciales para la empleabilidad en 2025 (WEF 2023).

La importancia de la creatividad es tal que la Prueba PISA 2022, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), evaluó por primera vez habilidades de pensamiento creativo en jóvenes de 15 años. En dicha prueba, Perú obtuvo un promedio de 23 de 60 puntos, quedando por debajo del promedio global.

El pensamiento creativo, más allá de ser un proceso mental que involucra imaginación, curiosidad y exploración, se materializa en el diseño y la implementación práctica de propuestas. Este proceso demanda flexibilidad, la capacidad de asumir riesgos, la gestión de la incertidumbre y la resolución de problemas de manera innovadora, características que definen al Líder Creativo: un perfil capaz de destrabar procesos y conflictos, y de hacer que las cosas sucedan de manera productiva y original.

¿Cómo potenciar la creatividad en los jóvenes para formar Líderes Creativos?

Primero, es crucial desarrollar atributos orientados a la complejidad y el futuro, como ser original, estratégico, global y trascendente. Esto se logra mediante el desarrollo de una capa de habilidades creativas y de innovación, así como de competencias socioemocionales, tecnológicas emergentes y de sostenibilidad. Un Líder Creativo conoce sus fortalezas, impulsa la creatividad en su equipo, innova utilizando tecnología y genera propuestas con visión de futuro. Además, comprende el contexto sociocultural, se adapta al cambio y busca transformar el presente para construir un futuro sostenible.

Es fundamental practicar metodologías innovadoras, como el Toulouse Thinking, que permite a los jóvenes desarrollar las habilidades necesarias en un proceso que incluye etapas como: 1. Investigación, para comprender a las personas y encontrar hallazgos valiosos; 2. Ideación, para lograr un concepto diferencial y robusto; 3. Desarrollo de prototipos y diseño de experimentos; y 4. Transferencia, donde se pone a prueba la realidad, se obtienen lecciones aprendidas y se realizan iteraciones.

Esta metodología destaca por su enfoque no solo en las personas o usuarios, sino también en los resultados del proceso, los cuales se pueden evaluar en términos de originalidad y utilidad, entre otros. Este enfoque es crucial, ya que muchas metodologías se centran en el hallazgo inicial o diagnóstico, lo que puede llevar a que la iniciativa se diluya.

La creatividad aumentada es otra herramienta clave; implica agregar al proceso creativo diversos recursos tecnológicos emergentes, incluida la Inteligencia Artificial (IA), para potenciarlo. Estamos en un momento en que la creatividad puede ser potenciada de manera significativa. No se trata de reemplazar a los humanos, sino de colaborar con ellos, facilitando exploraciones, gestionando procesos de divergencia y convergencia, y optimizando el desarrollo hasta obtener soluciones inimaginables de manera altamente productiva.

Nos enfrentamos al gran desafío de formar jóvenes líderes creativos, capaces de ser altamente competitivos en un entorno complejo, manejando metodologías orientadas a la innovación y aprovechando las tecnologías emergentes para su desarrollo. Según el Índice Global de Innovación 2023, Perú ocupa el puesto 76 de 132 economías, habiendo descendido del sexto lugar en la región (Latinoamérica y el Caribe) en 2022 al octavo en 2023, siendo la producción creativa uno de nuestros puntos más débiles (puesto 74).

Esto justifica la necesidad de apostar por una educación que fomente la creatividad e innovación en todos los niveles, desde la educación básica regular hasta la superior. A nivel superior, son pocas las instituciones que se proclaman creativas, como es el caso de Toulouse Lautrec, con más de 40 años formando profesionales creativos en concordancia con el contexto. Es vital el acompañamiento de instituciones como ASISTE Perú, que promueve un alto nivel académico para responder a las necesidades especializadas de los sectores económicos y elevar la competitividad del país, fomentando profesionales con el sello de Líder Creativo.

Además, es crucial desarrollar herramientas que evalúen sistemáticamente el comportamiento creativo y la producción creativa, tomando medidas basadas en datos para potenciar la creatividad en los jóvenes.

Es hora de formar Líderes Creativos, dejando de sobre racionalizar todo, y evitando que la educación, tanto básica como superior, suprima la creatividad. Todos los sectores tienen la responsabilidad de promover el pensamiento creativo para formar líderes capaces de enfrentar un futuro complejo y construir una humanidad mejor.

Carlos Campos
Carlos Campos
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