Del 22 al 24 de agosto, el enviado especial del Secretario General de las Naciones Unidas (ONU) para la Seguridad Vial y personalidad del mundo del automovilismo, Jean Todt, estuvo en Perú con una sola misión: promover iniciativas de seguridad vial y abogar por medidas mejoradas.
Durante estos días, Todt se reunió con autoridades gubernamentales clave, representantes de la comunidad internacional, del sector privado y de la sociedad civil para mejorar la situación en el territorio nacional.
Cabe recordar que, de acuerdo a un estudio de TomTom Traffic, Lima es la quinta ciudad con más tráfico del mundo y la que lo peor lo tiene en América Latina. Asimismo, según el Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial 2023 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Perú tiene una tasa de mortalidad por siniestros de tránsito de 13 por 100 000 personas, más del doble del promedio europeo (6,5 por 100.000 personas).
El portal de la ONU sostiene que, gracias a una estimación no oficial del Fondo Mundial para la Seguridad Vial (GRSF), se logró conocer que el costo socioeconómico de las muertes, lesiones graves y discapacidades en siniestros viales equivale al 4,6 por ciento del PIB del Perú.
Las sugerencias del enviado especial de la ONU
Tras su paso por el Perú, Jean Todt dejó varias conclusiones para mejorar la seguridad vial en el país. En una conferencia de prensa, el enviado especial sostuvo que las muertes en carreteras se han convertido en “una pandemia silenciosa”, por lo que todas las entidades competentes deben trabajar “muchísimo más” para evitar que 4.000 personas pierdan la vida al año.
“Con respecto a las víctimas de accidentes viales (en Perú), la cifra se ha mantenido estable durante últimos años, excepto durante el periodo de la pandemia, cuando hubo una disminución, pero luego han remontado. Esto nos revela que se tiene que hacer muchísimo más en términos de seguridad vial”, dijo a medios.
“Hemos podido entrevistarnos con los funcionarios de la dirección de transporte, que tienen un plan muy ambicioso que queremos apoyar con el objetivo de cumplir con el objetivo desarrollo sostenible 3.6″, dijo sobre los proyectos que autoridades peruanas están iniciando.
Es de destacar que la seguridad vial es parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, específicamente el 3.6, que busca reducir las víctimas de accidentes de tráfico para 2030, y el objetivo 11.2, que pretende garantizar acceso a transporte seguro para la población en ese mismo plazo.
El enviado especial del Secretario General de las Naciones Unidas se mostró optimista con mejorar el panorama vial en el Perú, y el resto de América Latina, al considerar que las muertes en países desarrollados demoraron cinco décadas en reducirse.
“En América Latina todavía nos queda bastante por hacer porque la situación es como era hace 30 años en los países más desarrollados”, comentó Todt.
Por último, entre sus conclusiones, recomendó mejorar la educación vial, tener un mejor cumplimiento de las leyes, mejorar las regulaciones, infraestructuras y atención a las víctimas de accidentes.