Desde 2011, ninguna de las 452 denuncias sobre abuso sexual infantil en Condorcanqui, en la región amazónica de Perú, ha resultado en una sentencia condenatoria, lo que revela deficiencias significativas en el sistema de justicia y la falta de coordinación interinstitucional.
En conversación con Canal N, Diana Miloslavich, exministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, destacó que la atención adecuada a las víctimas de violencia, especialmente niñas, niños y adolescentes de los pueblos wampis y awajún, sigue siendo un reto monumental.
Denuncias que aún no encuentran justicia
Miloslavich subrayó que el proceso va más allá de recibir la denuncia, ya que debe incluir un abordaje integral con valoración, seguimiento, acompañamiento psicológico y la consecución de una sentencia judicial, una realidad que no se da en Amazonas.
Según la exministra, es crucial que las acusaciones sean tratadas con una perspectiva que contemple no solo el enfoque sanitario y psicológico, sino también la integración de la justicia rápida y efectiva. El contexto de Condorcanqui, una zona caracterizada por su dificultad geográfica y acceso limitado del Estado, agrava la situación y aumenta la vulnerabilidad de los pueblos indígenas ante la violencia y el abuso.
Además, como parte de la conversación, explicó que estos casos requieren un enfoque coordinado que incluya a diversas instituciones para garantizar medidas efectivas de protección y justicia. El seguimiento cercano y continuo de estos procesos judiciales es fundamental para prevenir la revictimización y para asegurar que los agresores sean llevados ante la justicia.
Carencias en el sistema judicial
Para la extitular del MIMP, a pesar de los esfuerzos de las autoridades locales y las organizaciones comunitarias, la falta de sentencias condenatorias desde 2011 refleja las carencias del sistema judicial en atender estas denuncias de manera eficiente, además de que esto no solo perpetúa la impunidad, sino que también desincentiva a las víctimas y sus familias a denunciar, lo que establece un ciclo de violencia y silencio.
Finalmente, Miloslavich hizo un llamado a las autoridades peruanas para reforzar los mecanismos de denuncia y protección en Condorcanqui, al enfatizar en la necesidad de recursos adecuados y personal capacitado en las técnicas y enfoques pertinentes para atender a las víctimas de abuso sexual infantil en estas comunidades.
La situación de emergencia en esta área pone de manifiesto la necesidad de implementar políticas públicas inclusivas y efectivas que garanticen los derechos y la seguridad de todos los ciudadanos, especialmente de las poblaciones más vulnerables.
Canales de ayuda
Si eres víctima de violencia contra la mujer e integrantes del núcleo familiar, puedes comunicarte de forma totalmente gratuita a la Línea 100, la cual “brinda información, orientación, consejería y soporte emocional en quechua, aimara y castellano para las personas afectadas” durante las 24 horas del día y los siete días de la semana.
También tienes la opción de acudir a uno de los CEM, que se especializan en ofrecer “atención integral y multidisciplinaria” para sobrevivientes. Estos cuentan con asesoría legal, contención emocional y apoyo social a nivel nacional. Atienden de lunes a viernes, en el horario de 8.00 a.m. a 4.15 p.m., mientras que los que se hallan en comisarías funcionan las 24 horas del día. Para más información, comunícate al (01) 419 7260.
Por su parte, el Servicio de Atención Urgente (SAU), al que se te derivará si corresponde, se encarga de brindar atención inmediata a las víctimas de violencia de género, a la par que contribuye en el acceso de justicia, protección y recuperación.
Finalmente, para los casos de situaciones de riesgo o violencia en las relaciones de enamoramiento o noviazgo, se puede solicitar información y orientación psicológica para ti o las personas afectadas a través del Chat 100, mediante el siguiente enlace.