En la última década, el Perú mostró importantes avances en la supervisión y regulación de la calidad de la educación superior. El establecimiento de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) en 2014 y la aplicación de la Ley Universitaria 30220 marcaron un cambio significativo en la protección de la calidad educativa en el país. No obstante, en los últimos meses se han encendido todas las alarmas a partir de un debilitamiento de la evaluación docente (a nivel escolar), la propuesta para un licenciamiento universitario permanente y el surgimiento de proyectos legislativos que buscan brindar una segunda oportunidad a universidades con licencias denegadas. Por ello, este artículo analiza los peligros que estos cambios podrían causar en la calidad educativa y se analizan las medidas necesarias para salvaguardar y fortalecer un sector clave para el desarrollo del país, como es la educación.
1. Flexibilización en la calidad de la evaluación docente: un peligro para las generaciones futuras
Una herramienta esencial para asegurar la calidad de un sistema educativo es la evaluación docente debido a que permite que se tengan más garantías en el proceso de enseñanza. No obstante, el debilitamiento de esta evaluación, traducida por menores exigencias y promociones automáticas solo por años de tiempo de servicios, promovida por ciertos grupos políticos y gremiales, presenta un peligro significativo para la educación escolar y superior dado que podría permitir que los profesores con deficiencias en su desempeño continúen enseñando.
Aquí es importante señalar que el desarrollo profesional de los docentes está influenciado en buena parte de la evaluación docente. Si el nivel de exigencia se elimina o disminuye, se transmitiría un mensaje incorrecto: que la calidad docente no es una prioridad en el sistema educativo peruano. Por lo tanto, habría un impacto negativo no solo para los alumnos, sino también en la credibilidad y la imagen de las instituciones educativas.
2. La segunda oportunidad para universidades con licencia denegada: ¿un retroceso en la reforma universitaria?
El proyecto de ley de la congresista Katy Ugarte que tiene como objetivo brindar una segunda oportunidad a las universidades que han recibido licencias rechazadas por Sunedu constituye un gran foco de inquietud. ¿La razón? Uno de los mayores logros en la reforma de la educación superior en Perú ha sido la implementación del licenciamiento por parte de Sunedu. De esta forma, se han identificado y clausurado instituciones que no cumplían con los estándares mínimos de calidad, lo que ha protegido a miles de alumnos de recibir una educación deficiente.
El licenciamiento denegado se basa en una evaluación exhaustiva que considera aspectos como infraestructura, calidad docente, recursos académicos, entre otros. Un retroceso en la reforma educativa permitiría que estas instituciones tengan una segunda oportunidad sin haber logrado mejoras significativas. Se estaría desvirtuando el propósito del licenciamiento: asegurar que solo las instituciones que cumplan con los estándares puedan continuar funcionando.
Por otro lado, hay que considerar el mensaje que este proyecto de ley transmite a la sociedad: nuevamente se dejaría en evidencia que se estaría priorizando el interés económico de estas instituciones sobre la calidad educativa al permitir que las universidades que no han cumplido con los requisitos sigan funcionando. También existe el peligro de que las universidades no se sientan motivadas para mejorar, a pesar de que tienen la posibilidad de obtener una nueva oportunidad sin mayores exigencias.
3) El licenciamiento permanente: una invitación a la mediocridad
La propuesta de que el licenciamiento universitario sea permanente es un tercer tema de preocupación. Hasta la fecha, este licenciamiento se trataba de un proceso temporal y ello incentivaba a que se realicen mejoras permanentes para que las universidades mantengan a lo largo del tiempo estándares de calidad.
No obstante, al ser permanente, las universidades no tendrían motivos para seguir mejorando y adaptándose a los cambios en el ambiente educativo y a las demandas del mercado laboral. En esta línea, la calidad educativa podría verse gravemente afectada por una complacencia.
La educación superior es un campo dinámico que necesita mejorar y adaptarse constantemente. Las universidades podrían estancarse al ofrecer programas y servicios que no sean adecuados a las necesidades actuales de los empleadores y los estudiantes debido a un licenciamiento permanente.
Consecuencias
El impacto de una educación superior deficiente es extenso y profundo. Para empezar, hay un impacto directo en los alumnos, ya que dedican tiempo y recursos a una capacitación que no les asegurará competir en el mercado laboral. También hay una afectación a las empresas, dado que pueden hacerse de una fuerza laboral que no estará preparada para los desafíos de hoy, con cambios acelerados y una alta penetración de la tecnología, dicho de otro modo, escasez de talento.
La reputación del país en el ámbito académico global también se ve afectada por una educación superior insuficiente. Aunque las universidades peruanas han empezado a obtener prestigio en los rankings globales, este progreso podría verse obstaculizado si se permite que la calidad educativa disminuya. Esto afectaría la internacionalización y la diversificación del alumnado, dado que la pérdida de prestigio de las universidades peruanas podría desincentivar a los estudiantes internacionales a considerar al Perú como un destino educativo.
Un tercer aspecto para considerar es que la brecha educativa se incrementaría al permitir que universidades con un bajo nivel de calidad brinden sus servicios, dado que estas entrarían a competir por precio y captarían a estudiantes de bajos recursos. Aquí tenemos que considerar que los que más necesitan una educación de alta calidad son los que menos la reciben y la brecha se acentuaría.
La necesidad de contar con políticas comunes de promoción de la excelencia educativa
Para salvaguardar y mejorar la calidad educativa en Perú, es esencial que los diferentes niveles de gobierno, las universidades, los profesores, los alumnos y la sociedad en su conjunto colaboren de manera estrecha. Las políticas comunes que se deben implementar incluyen:
- Se debe trabajar en mantener la excelencia y exigencia de la evaluación docente en el nivel educativo escolar, asegurando que sea equitativa, clara y fomente la mejora continua en lugar de debilitarla. Los resultados de estas evaluaciones son esenciales para que los colegios brinden programas de desarrollo profesional a sus docentes, incluido el uso de tecnología, y puedan tener estudiantes más preparados para la siguiente etapa: la universidad.
- Mantener un licenciamiento riguroso: Es necesario mantener el proceso de licenciamiento como un mecanismo riguroso y periódico. Para asegurarse de que las universidades sigan cumpliendo con los estándares de calidad, es necesario llevar a cabo evaluaciones periódicas. La supervisión de la calidad educativa debe ser reforzada en lugar de debilitada por cualquier alteración al sistema de licenciamiento.
- Es necesario que las instituciones educativas sean transparentes en cuanto a sus procedimientos y resultados. Los informes de autoevaluación, el seguimiento de la empleabilidad de los graduados y la rendición de cuentas a la sociedad y a los estudiantes sobre el uso de los recursos son parte de esto.
- La incorporación de las universidades peruanas en redes internacionales de educación superior es fundamental para mejorar la calidad educativa. Esto incluye la colaboración en proyectos de investigación globales, la participación en programas de intercambio académico y la firma de convenios de cooperación con universidades extranjeras.
Conclusiones
En un contexto donde los mecanismos que han permitido su mejora en los últimos años se cuestionan y debilitan, la calidad de la educación superior en Perú enfrenta importantes desafíos. La educación superior del país podría verse gravemente afectada por estas medidas: la disminución de la evaluación docente, la propuesta de una licenciatura permanente y la posibilidad de una segunda oportunidad para las universidades con licencias denegadas.
Es esencial que se comprenda la gravedad de la situación y todos los actores colaboren para salvaguardar y mejorar la calidad educativa. El Perú podrá garantizar un futuro próspero para sus estudiantes y para la sociedad en su conjunto únicamente mediante un compromiso firme con la excelencia académica, la transparencia y la mejora continua. No podemos permitir que la calidad de la educación superior se deteriore; es la piedra angular del desarrollo del país.