La turista neerlandesa de 21 años, identificada como Amalia Romy Peerbloom, fue encontrada sana y salva en la ciudad de Cusco, tras estar desaparecida desde el pasado 21 de julio. Según autoridades policiales, Peerbloom fue hallada trabajando en un hospedaje del centro de la ciudad.
El incidente comenzó cuando Amelia Romy perdió contacto con su familia, quienes informaron a la cancillería de los Países Bajos de su desaparición, lo que llevó a que dicha entidad interpusiera una denuncia ante la policía local. En su último mensaje a sus familiares, la joven mencionó que estaba de paseo por la Ciudad Imperial.
Dada la denuncia por desaparición, el Departamento de Investigación Criminal del Cusco emitió una nota de alerta a nivel nacional para localizar a la turista. Durante la búsqueda, las autoridades coordinaron esfuerzos regionales y nacionales. Peerbloom, oriunda de Países Bajos, estuvo fuera del radar durante un periodo de tiempo considerable, lo cual generó una creciente preocupación entre sus familiares y amigos.
Le arrebataron todas sus pertenencias
Afortunadamente la mañana del miércoles 21 de agosto, la Policía Nacional del Perú (PNP) encontró a Peerbloom trabajando en un hospedaje del centro cusqueño. Aunque en buenas condiciones de salud, la neerlandesa explicó que fue víctima de un robo mientras realizaba un tour, lo que la obligó a buscar empleo para reunir dinero y regresar a su país.
Sin embargo, no había informado oportunamente a la PNP sobre el robo de sus pertenencias debido a las barreras del idioma, ya que sólo habla neerlandés.
“Hicimos un seguimiento. Ella estuvo buscando trabajo en distintos restaurantes y hospedajes. Con el poco castellano que puede hablar, refiere que sufrió el robo de sus pertenencias, aparentemente extravió sus cosas en algún tour que realizó. Investigamos los hechos”, manifestó el comandante PNP Luis Cordero, jefe de la División de Investigación Criminal (Divincri) del Cusco.
Al respecto, el agente policial señaló que se están recogiendo más detalles sobre el caso, mientras se espera la llegada de un traductor para facilitar la comunicación con la turista y esclarecer lo ocurrido.
“Tal es así que hoy, en horas de la mañana, logró ubicarse el inmueble donde estaba hospedada, un hostal. Se procedió a verificar la relación de los pasajeros, nos dirigimos a la ubicación y encontramos a esta señorita, que no habla castellano, pero que por medio de tecnologías se logró comunicar y establecer que es la víctima de desaparición y que habría estado en trabajos eventuales para conseguir dinero y retornar a su país”, agregó el mando policial.
Finalmente, Peerbloom fue sometida a exámenes médicos para confirmar su buen estado de salud, y la Policía ya ha establecido contacto con la Embajada de Países Bajos para informarles sobre la ubicación y el estado de su ciudadana.
Tres turistas fallecieron en un mes
Blas Luna Gonzales, un ciudadano mexicano de 72 años, sufrió un colapso fatal mientras tomaba una fotografía en el sector turístico de Tres Portadas, Cusco. Luna Gonzales, según su certificado de defunción, tenía condiciones médicas preexistentes. Este trágico suceso forma parte de una serie de hechos similares que ha puesto en evidencia la deficiente infraestructura sanitaria en la región andina.
Durante el último mes, Cusco ha registrado tres muertes por paro cardíaco en diferentes zonas turísticas. Además de la tragedia de Luna Gonzales, otro fallecimiento notable ocurrió el 20 de julio en el complejo arqueológico de Ollantaytambo, provincia de Urubamba. Un video difundido en redes muestra los desesperados intentos de reanimación de otros turistas a Carlos Jorge Rubinstein, un ciudadano argentino, quien también pereció en el lugar. Los espectadores del suceso denunciaron la ausencia de personal médico y equipos esenciales, como balones de oxígeno, vitales en esas altitudes.
Guido Bayro Orellana, director de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, reconoció que la región no cuenta con suficientes postas médicas ni infraestructura adecuada para atender emergencias con la celeridad que se requiere. Un tercer incidente trágico involucró a un ciudadano brasileño en la ciudadela inca de Machu Picchu, reafirmando la crítica situación sanitaria de la región.