El último lunes 19 de agosto, una denuncia por violencia física y psicológica en contra de Christian Cueva por parte de su aún esposa, Pamela López, puso en evidencia la importancia de atender de forma adecuada la problemática de la violencia contra la mujer en el país.
La situación expuesta, al tratarse de un reconocido futbolista en el ámbito peruano, ha generado comentarios entre la ciudadanía, la misma que —de manera equivocada— ha depositado la responsabilidad de la agresión en la víctima, no en su atacante, y el hecho de que haya permanecido junto a su agresor durante tantos años.
Lamentablemente, esta realidad es bastante común en nuestro país: de acuerdo al último informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), más del 53% de las mujeres han sido víctimas de violencia por parte de su esposo o pareja y solo un 29,7% de ellas ha acudido a alguna institución del Estado para denunciar; es decir, cerca de 3 —de cada 10 sobrevivientes— optó por admitir las agresiones en entidades públicas, como comisarías, defensorías municipales, Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), fiscalías, etc.
Impunidad y desgaste emocional como obstáculos
En conversación con Infobae Perú, Liz Meléndez, directora ejecutiva del CMP Flora Tristán, estableció a la impunidad como el principal obstáculo que evite que las mujeres decidan denunciar, una responsabilidad que no solo recae en la sociedad civil, sino que atañe principalmente al sistema de justicia peruano.
“Esa sensación de que no pasa nada es algo sumamente preocupante porque tiene que ver con que no importa que tú denuncies porque, en realidad, lo que estás haciendo es perder el tiempo, ya que entras a un proceso tedioso largo, en el que se va a poner el dicho lo que ha pasado, en el que vas a ser estigmatizada y en el que, finalmente, no se accede a la justicia no. Es lo contrario: te desgastas en un proceso larguísimo”, afirmó.
Para la especialista, es lamentable que en muchos casos, incluso con pruebas de la agresión vivida, no se logre alcanzar justicia, sino que es muchas ocasiones es más el desgaste emocional al que deben hacer frente las sobrevivientes cuando optan por romper su silencio. “Aun así se trata de justificar el agresor, entonces lo que tenemos es que hay una alta tolerancia a la violencia hacia las mujeres en todos los estratos sociales y que esta tolerancia hace que la impunidad sea un lamentable denominador común”, reflexionó.
La impunidad es la mejor aliada de los agresores
Meléndez advirtió que la impunidad suele fortalecer a los agresores, debido a que los vuelve muchos “más poderosos de lo que ya se sienten”. Y es, precisamente, este temor a ser juzgadas y a no ser creídas lo que lleva a que las víctimas guarden silencio.
“En un escenario ideal, la denuncia podría hacerse inmediatamente y también las autoridades deberían actuar con esa inmediatez, pero la verdad es que una denuncia no necesariamente se hace inmediatamente. Y, por lo general, la gran mayoría de mujeres que sufren violencia, cuando denuncian los hechos, ya es llegado un punto en el que hay un acumulado de hechos de violencia”, acotó.
De acuerdo a su experiencia, las mujeres que viven estos actos de violencia no suelden denunciar lo ocurrido a la primera agresión porque, por lo general, todo esto se relativiza o se trata de justificar. A lo expuesto debe sumarse lo complicado que resulta iniciar con este proceso, que no es fácil e implica también un quiebre afectivo-emocional. “Tiene un impacto evidentemente sobre tu entorno. Entonces, hay que comprender que hacer una denuncia es un paso importante que da una sobreviviente y que más bien hay que apoyar ese paso, hay que sostener a la persona en ese paso, y el primer paso es apoyar”, concluyó.
Canales de ayuda
Si eres víctima de violencia contra la mujer e integrantes del núcleo familiar, puedes comunicarte de forma totalmente gratuita a la Línea 100, la cual “brinda información, orientación, consejería y soporte emocional en quechua, aimara y castellano para las personas afectadas” durante las 24 horas del día y los siete días de la semana.
También tienes la opción de acudir a uno de los CEM, que se especializan en ofrecer “atención integral y multidisciplinaria” para sobrevivientes. Estos cuentan con asesoría legal, contención emocional y apoyo social a nivel nacional. Atienden de lunes a viernes, en el horario de 8.00 a.m. a 4.15 p.m., mientras que los que se hallan en comisarías funcionan las 24 horas del día. Para más información, comunícate al (01) 419 7260.
Por su parte, el Servicio de Atención Urgente (SAU), al que se te derivará si corresponde, se encarga de brindar atención inmediata a las víctimas de violencia de género, a la par que contribuye en el acceso de justicia, protección y recuperación.
Finalmente, para los casos de situaciones de riesgo o violencia en las relaciones de enamoramiento o noviazgo, se puede solicitar información y orientación psicológica para ti o las personas afectadas a través del Chat 100, mediante el siguiente enlace.