La “contundente” comida peruana

Según IEP, en septiembre pasado, el 57% de los entrevistados reveló que en los últimos tres meses al menos una vez su hogar se quedó sin alimentos. El ministro dice que se exagera porque aquí los peruanos comen de forma contundente

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Según el INEI, casi dos millones de peruanos sobreviven con menos de S/ 251 al mes. (Andina)
Según el INEI, casi dos millones de peruanos sobreviven con menos de S/ 251 al mes. (Andina)

“El Perú es la capital de la gastronomía mundial. No se puede decir que los peruanos pasan hambre… Los peruanos comen en forma contundente”.

Estas declaraciones de Ángel Manero Campo, ministro de Agricultura del Perú, han sido escuchadas con interés y sorpresa en todo el mundo toda vez que según estudios internacionales, en nuestro país, 17 millones de personas se fueron anoche a dormir sin probar alimentos y sin saber si los tendrán esta mañana.

No lo decimos nosotros. Lo asegura la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO). Aunque parezca difícil creerlo, en este Perú tan culinario, muchos pasan hambre. No solo escasez, sino hambre. Según una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) de septiembre pasado, el 57% de los entrevistados reveló que en los últimos tres meses al menos una vez su hogar se quedó sin alimentos. El ministro dice que se exagera porque aquí los peruanos comen de forma contundente.

Contundente afirmación la suya. Eso quiere de que el gobierno de la señora Boluarte ha revertido la situación en un país en el que los malpensados pensaban que el régimen nos estaba poniendo a régimen.

Muchos irresponsables afirman con alegría que “El Perú es el país donde mejor se come en el planeta” y, además, el año pasado se dio el premio a un restaurante de Barranco (Lima) por considerarlo “el mejor restaurante del mundo”. No podemos saber si se lo dieron o se lo vendieron, pero es lo mismo.

Si usted quiere presumir de que come en forma contundente, no es tan difícil sentarse en el restaurante “Central” (así se llama) porque el menú económico no cuesta más de 1.500 soles (450 euros), una cantidad supuestamente accesible… aunque un sueldo peruano de un mes no llegue a esa suma

El ministro de Educación, Morgan Quero, afirmó hace poco que los centenares de violaciones sexuales en los colegios de Amazonas eran solamente prácticas culturales. También este ministro de una forma contundente acabó con el problema.

En premio por su contundencia, se me ha ocurrido invitar a estos ministros a degustar en una de las miles de “ollas comunes” existentes en los Pueblos Jóvenes de Lima. Acabo de conocer el menú de una de ellas en Nueva Esperanza, San Juan de Luringancho.

El menú de hoy es un guiso de quinua con arroz y unos pocos trozos de pollo. Cuesta 3 soles (0,73 euros).

Que pasen nomás los ministros. A ellos no se les cobrará. Ya hemos pagado por su consumo. Además, se les pasará una grabación de “El gato ron ron” cantada por la señora Boluarte.

En un país tan pobre como el nuestro, lo menos que se pide de ellos es sobriedad y discreción, o sea verdadera elegancia, la cual no existe en el huachafo “mejor restaurante del mundo”. La palabra huachafería designa, según la RAE, a las personas cursis o que presumen de elegantes sin serlo.

En pleno Centro de Lima, se nos acercan a diversas horas varias señoras y señores con sus pequeños cargados en los hombros y nos piden, por favor, una ayudita.

Vanagloriarse de la comida “contundente” de la mayoría de los peruanos es como escupir sobre la mano de un mendigo. Decir que en nuestro país se come mejor que en cualquiera es, por lo menos, ridículo. Es ignorante, cruel, decididamente huachafo y, de verdad, terrorista.

Eduardo González Viaña
Eduardo González Viaña
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