Una niña de 10 años que debía ser operada para extirpar su vesícula en el Hospital Regional Eleazar Guzmán Barrón en Nuevo Chimbote, tuvo que ser retirada del quirófano en medio del procedimiento quirúrgico por una presunta falta de insumos para realizar la intervención. Así lo denunció el padre de la menor, Linderman Valdez Centeno, el pasado 12 de agosto.
La menor, que además se encontraba bajo los efectos de la anestesia, fue intervenida por medio de una laparoscopía -procedimiento poco invasivo en el que se permite ver el interior de un paciente sin hacer incisiones-, pero esta fue suspendida, pues los médicos encargados de la operación notaron la falta de gas laparoscópico, según lo indicó Valdez Centeno a la radio local RSD Noticias.
Ante la denuncia del padre de la menor, el subdirector del centro de salud, Marcelo Napan Briones, aseguró que la cirugía electiva fue aprobada una vez que se haya confirmado que se contaba con todos los insumos en el hospital.
También indicó que durante el procedimiento, al intentar insuflar la cavidad abdominal con gas CO2 utilizando la torre laparoscópica, el sensor emitió una alerta indicando niveles bajos o nulos de gas.
Nueva operación fue negada por la familia de la menor
Según las declaraciones del subdirector del Hospital Regional, los médicos del establecimiento ofrecieron a los padres de la menor continuar con el procedimiento de forma convencional, por medio de un corte en el abdomen. Sin embargo, esta opción fue rechazada, lo que llevó a los doctores a suspender la intervención y trasladar a la menor al área de recuperación.
Napan Briones también aseguró que al día siguiente, 13 de agosto, cuando el padre de la menor se acercó a quejarse por la operación a su hija, ofreció que la intervención sea realizada el día 17 de agosto. Sin embargo, la oferta fue negada por el padre de la niña.
“Mi hija ya estaba preparada para que entre a cirugía y sea operada, da indignación que fue anestesiada y fue cortada en dos lados de su barriguita para darse cuenta de que el balón de gas estaba vacío y no tenían ningún balón de repuesto, por las puras han cortado a mi hija porque no la operaron, causándole un daño”, aseguró el padre de la menor a medios locales en el distrito de Nuevo Chimbote.
“El subdirector me dijo que podrían reprogramar la operación, pero les dije que ya no mi hija está en shock y estresada y asustada, lo que quiero es que sepan todos lo que sucedió con mi niña para que no vuelva pasar, para que no vuelvan a ir contra los derechos de los pacientes sobre todo si son niños”, indicó.
Por su parte, el hospital sigue investigando el caso y el subdirector del establecimiento comentó que en el momento del incidente no se podía saber cuánto gas quedaba al interior del contenedor disponible, pues ese tipo de balones no tienen un medidor que muestre el nivel de su contenido.
“No hay una herramienta para medir la cantidad exacta de gas que hay para garantizar si se podía continuar con la cirugía. Si se continúa y se acababa la reserva hubiera sido peligroso, porque la cavidad pudo haberse dañado por las pinzas”, aseguró.
Hasta el momento, el hospital regional Eleazar Guzmán Barrón no se ha pronunciado públicamente por el hecho.