En las últimas semanas, el ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero, estuvo en el centro de una intensa controversia. Todo comenzó con una entrevista en la que afirmó que “en Perú no se pasa hambre”, sosteniendo que en todas las regiones del país se come “de manera contundente”. Estas declaraciones no tardaron en generar una ola de críticas, especialmente por parte de organizaciones dedicadas a combatir la inseguridad alimentaria, como las ollas comunes de Lima Metropolitana.
Diversos sectores, tanto sociales como políticos, manifestaron su indignación y pidieron una disculpa pública del ministro. La Federación de Ollas Comunes de Lima sostuvo que las familias más vulnerables dependen de estas iniciativas para alimentarse, y que sus declaraciones son una muestra de la desconexión del gobierno con la situación real del país.
El ministro en el Foro APEC 2024
En medio de la polémica, el ministro Manero se presentó en la clausura del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) 2024, celebrado en Trujillo. Durante su intervención, volvió a abordar el tema de la inseguridad alimentaria en el país, pero esta vez en un tono más conciliador. Aseguró que el gobierno tiene el compromiso de resolver este problema para el año 2040 y destacó la importancia de las políticas públicas para alcanzar ese objetivo.
“Es fundamental que utilicemos las herramientas de políticas públicas validadas para enfrentar los desafíos de la inseguridad alimentaria”, declaró el ministro. “El foro APEC nos permite intercambiar experiencias y afinar nuestras políticas para implementar lo mejor de otras economías en el caso peruano. Tenemos el compromiso de resolver la inseguridad alimentaria para el año 2040″, añadió.
El ministro también mencionó la necesidad de reducir las pérdidas en la cadena de producción y logística, desde la postcosecha hasta la comercialización de los alimentos. Explicó que una mejor gestión en la distribución de productos podría disminuir las pérdidas y aumentar la disponibilidad de alimentos, particularmente en el caso de productos como la papa.
“Es posible reducir las pérdidas sin necesidad de nuevas leyes, simplemente promoviendo mejoras en los envases y los recipientes utilizados en el transporte de alimentos”, indicó. También mencionó que la implementación de medidas simples, como el uso de sacos más pequeños en la cosecha de papa, podría contribuir a reducir las pérdidas de este producto.
Respuesta ante informe de la FAO
La polémica con el ministro Manero empezó al responder sobre el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que sugiere que alrededor de 17 millones de peruanos enfrentan inseguridad alimentaria en diversos niveles, desde moderado hasta severo. Según el titular de Midagri, la cifra fue malinterpretada por algunos medios, que la han presentado como si esos millones de personas estuvieran en condiciones extremas de hambre.
“El informe de la FAO señala que hay inseguridad alimentaria en el país, pero esto no significa que 17 millones de personas pasen hambre”, destacó el ministro. Explicó que la inseguridad alimentaria incluye factores como el acceso a una dieta saludable, lo cual no siempre se refleja en una escasez de alimentos. “En Perú, lo que falta es calidad en la alimentación, no necesariamente cantidad”, afirmó.
El ministro también destacó la importancia de mejorar la ingesta de alimentos como carne, huevo y leche, productos que, según él, son esenciales para una dieta de calidad. Reiteró que el desafío no es la falta de comida, sino la falta de acceso a alimentos nutritivos para ciertos segmentos de la población. “Desde el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, estamos enfocados en mejorar la producción y exportación de estos productos para asegurar una dieta de mejor calidad para los peruanos”, puntualizó.
En redes sociales, muchos usuarios cuestionaron la seriedad del ministro ante un problema tan complejo como la inseguridad alimentaria en el país. La frase “Yo no ceno” se convirtió en un tema de conversación, y diversos sectores insistieron en que el gobierno debe asumir una postura más firme y coherente para enfrentar la crisis alimentaria que afecta a millones de peruanos.