Montaña Siete Colores de Cusco: ingreso a la maravilla natural deja ganancia de S/ 1′000.000 al mes, pero cobro no es legal

Un atractivo natural en Cusco ha desatado todo un conflicto entre varias comunidades campesinas ante los millones de soles que factura cada mes gracias a la alta demanda turística. La administración del ingreso a la Montaña de Siete Colores o Vinicunca, ubicada en la provincia de Quispicanchi, incluso, ya provocó la muerte de una persona.

Esta disputa se originó desde hace varios años, pero habría ido creciendo a la par de su popularidad, conseguida en redes sociales gracias a la viralización de las fotografías y videos de los turistas por su majestuoso paisaje. Las comunidades involucradas son Tintigo, Chillihuani y Llaqto, Cusipata y Putimarca.

Todas ellas desean conseguir un redito económico aprovechando la nula intervención del gobierno local, regional y central por conservar este atractivo natural. Sin embargo, de acuerdo a Panorama, dominical de Panamericana Televisión, la avaricia se habría apoderado de la gran mayoría de comuneros, quienes han visto en la Montaña de Siete Colores una mina de oro con la cual lucrar.

Son muchos los guías turísticos que reclaman a los comuneros por primer su interés económico sin priorizar mejoras asistenciales en el Vinicunca, como carpas para brindar primeros auxilios o mejorar las vías de acceso con el dinero obtenido.

“Este atractivo quedó evidenciado por el deshielo, pero es recién que se hace altamente conocido por las redes sociales, que se hizo viral por las fotos. Así se hace una promoción casi indiscriminada. El turismo es la industria de la paz y la tranquilidad”, agregó.

Según el dominical, al día, turistas nacionales y extranjeros dejan una ganancia de aproximadamente 30 mil soles al día, lo que al mes sumaría un millón de soles. “Este cobro, de momento, no es formal ni es legal”, aseguró Caipani.

La violencia en la comunidad campesina de Chillihuani llegó a su punto máximo, hasta el momento, tras la muerte de uno de sus habitantes. Flavio Illatinco, un destacado comunero, era conocido por su firme defensa de la gratuidad en las visitas a esta maravilla natural. Se sospecha que su persistente oposición a la venta de entradas motivó su secuestro y asesinato por un grupo de comuneros de Tintinco y Paucarpata, quienes buscan lucrar con el atractivo turístico.

Como líder del anexo Llactu Vinicunca, Illatinco había manifestado abiertamente su rechazo al cobro por el acceso a la montaña, generando tensiones en la comunidad. La noche del sábado 10 de agosto, él, su hermano Filomeno Illatinco, su cuñado Julio Santos Yupanqui, y la esposa de este último fueron secuestrados. Horas más tarde, se confirmó la muerte de Flavio al encontrarse su cuerpo sin vida, un desenlace que conmocionó a la comunidad y reveló la gravedad del conflicto.