En la provincia de Huancayo, en el distrito de Sapallanga, la comunidad educativa enfrenta una crisis que revela la fragilidad de la infraestructura escolar en la región. El pasado miércoles, en la Institución Educativa 30028 del centro poblado de Cocharcas, el techo de seis aulas colapsó.
“Esto pasó el último miércoles, alrededor de las 4:30 de la tarde. Fue un accidente imprevisto, una de esas causas de la naturaleza que nos tomó por sorpresa. Hemos tocado puertas de nuestras autoridades, tanto locales como distritales y provinciales, pero hasta el momento no hay una solución adecuada”, señaló Juan de la Cruz Guerra, director del colegio para Exitosa.
La preocupación se acrecienta debido a que el desplome del techo podría haber causado un desastre si los niños hubieran estado en clases en ese momento. “Los estudiantes solo estudian hasta la 1 de la tarde, pero ¿qué hubiera pasado si el incidente ocurría durante el horario escolar?”, se preguntaron los padres, quienes manifestaron su descontento ante la falta de respuesta por parte de las autoridades.
Padres de familia se hacen cargo de la emergencia
Ante la falta de apoyo institucional, la comunidad se organizaron para enfrentar la emergencia. El director de la escuela explicó las medidas que se están tomando: “Hemos tenido una reunión de emergencia con los miembros de los comités de aula, la junta directiva de APAFA y otras autoridades. De inmediato, comenzamos con la faena para retirar las calaminas y los fierros del techo desplomado”.
Sin embargo, esta labor no estuvo exenta de dificultades. “Contratamos a cerrajeros porque es un trabajo que no se puede hacer solo con los padres de familia. Hay cables tendidos, y existe el riesgo de que ocurra otro accidente”, añadió la autoridad.
La institución cuenta con 158 estudiantes distribuidos en seis aulas, pero la falta de más ambientes adecuados es una constante preocupación. “Hemos solicitado a los municipios locales y a la UGEL que construyan nuevos locales, pero aducen que no tienen presupuesto”, añadió.
Reclamos y llamados a la acción
El malestar en la comunidad no se limita solo al evento del desplome del techo. Hay una crítica latente hacia las autoridades, que, según los pobladores, muestran desinterés por las necesidades educativas de la zona. Un padre de familia expresó su frustración: “Quisiera pedir el apoyo a todos los cocharquinos, tanto residentes en Lima como en el extranjero, para que nos ayuden a reconstruir el techo. Hago un llamado a las autoridades para que prioricen la educación de nuestros hijos”.
La situación en Sapallanga no es aislada. Este tipo de incidentes reflejan un problema estructural que afecta a muchas instituciones educativas en áreas rurales y urbanas del país, donde la infraestructura escolar a menudo es precaria y vulnerable a las inclemencias del tiempo. En este caso, el desplome del techo es solo un síntoma de un problema mayor: la falta de inversión en infraestructura educativa y la demora en la respuesta de las autoridades cuando ocurren emergencias.
Medidas de emergencia y próximos pasos
Mientras tanto, la comunidad de Cocharcas sigue adelante con las labores de reparación. “Los trabajos continúan, pero necesitamos más apoyo. Estamos recolectando fondos y haciendo todo lo posible para que los niños vuelvan a clases sin riesgo”, indicó el director.
“Estamos tratando de hacer las clases con nuestros docentes sin perjudicar la labor académica”, afirmó. Sin embargo, la realidad es que sin un techo adecuado, las clases corren el riesgo de ser interrumpidas nuevamente por eventos similares.
La falta de respuesta por parte de las autoridades locales, distritales y provinciales es una preocupación constante. “Hasta el momento, ninguna autoridad ha venido a evaluar la situación. Esto sucedió el día miércoles, y todavía no hemos visto a nadie. Si esto hubiera pasado con los niños presentes, estaríamos hablando de otra cosa”, comentó un padre de familia.