La madrugada de este martes 13 de agosto, la ciudad de Cusco fue sacudida por un sismo de magnitud 4.2, sorprendiendo a sus habitantes. El Instituto Geofísico del Perú (IGP), a través del Centro Sismológico Nacional (Censis), localizó el epicentro del movimiento telúrico en Lucre, una localidad en la provincia de Quispicanchi.
El temblor se produjo a la 01:36 hora local y se originó a 15 kilómetros al norte de Lucre, a una profundidad de 15 kilómetros. La intensidad del sismo se registró en nivel IV, y sus coordenadas geográficas fueron -13.5 grados de latitud y -71.76 grados de longitud.
De acuerdo con el sistema de alerta sísmica, el evento fue clasificado con un código verde. Este nivel de alerta se asigna a sismos con magnitudes menores a 4.4, indicando un bajo potencial de daño. Los sismos que oscilan entre 4.5 y 6.0 reciben una alerta amarilla, mientras que aquellos superiores a 6.1 son clasificados con alerta roja.
En un principio, se creía que el sismo no había causado daños significativos ni reportes de lesiones, sin embargo, con el pasar de las horas, las consecuencias del movimiento telúrico quedaron evidenciadas.
Muros de Pikillaqta dañados
De acuerdo a la Agencia Andina, el temblor de este martes 13 provocó el desprendimiento de piedras de las cabeceras de los muros del parque arqueológico de Pikillaqta, ubicado en la provincia de Quispicanchi.
La Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco documentó un reciente desprendimiento de rocas en dos áreas del Parque Arqueológico de Pikillaqta, así como en el sitio de Choquepujio, a través de imágenes fotográficas.
El incidente causó que varias piezas líticas cayeran al suelo en estos lugares, y también se ha observado caída de rocas en la vía de acceso asfaltada hacia los restos preincaicos.
A pesar del impacto visual del evento, la entidad cultural aseguró que el desprendimiento no presenta un riesgo significativo para la estabilidad de las estructuras líticas. Los daños han sido clasificados como menores, con algunas pequeñas grietas visibles en las paredes laterales de la Sala de Exposición de Pikillaqta, pero estas fisuras son superficiales y no afectan la integridad de los muros.
El informe confirma que los monumentos históricos de la región, incluidos los templos coloniales, no han sufrido daños patrimoniales debido al reciente movimiento sísmico. Tras el incidente, la dirección cultural ha ordenado un monitoreo exhaustivo de las evidencias arqueológicas, abarcando monumentos, muros, recintos, fuentes ceremoniales, wakas, escalinatas y otras construcciones prehispánicas dentro del parque.
El personal del Parque Arqueológico de Pikillaqta sigue realizando un seguimiento continuo en toda la zona y permanece en alerta para enfrentar posibles nuevos eventos sísmicos. La vigilancia constante tiene como objetivo garantizar la conservación de los sitios arqueológicos y asegurar que cualquier posible afectación sea detectada y manejada de manera oportuna.
La zona más sísmica del mundo
Perú se localiza en la zona conocida como Cinturón de Fuego del Pacífico, región que concentra el 75% de los volcanes que existen en el mundo y donde suceden aproximadamente el 80% de los temblores más fuertes del mundo.
El también llamado Anillo de Fuego del Pacífico está integrado por la zona montañosa del oeste de Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, México, Estados Unidos y Canadá, para luego doblar a la altura de las Islas Aleutianas y bajar por las costas e islas de Rusia, Japón Taiwán, Filipinas, Indonesia, Malasia, Timor Oriental, Brunéi, Singapur, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón, Tonga, Tuvalu y Nueva Zelanda.
En el caso de Perú, el país se encuentra en la placa tectónica sudamericana que colisiona frontalmente con la placa de Nazca, al estar en fricción generan tensión, misma que es descargada en forma de terremotos; además la región presenta actividad volcánica constante.