En el departamento de Junín, el zoológico municipal de Huancayo enfrenta una grave situación tras recibir serias denuncias sobre la desaparición de más de 50 animales, incluidos pumas, aves y tortugas, entre 2015 y 2019. Según Diario Correo, estos hechos han llevado a sospechar la existencia de una posible red de tráfico de fauna silvestre.
Asimismo, en el marco de los hechos, según un informe sobre el estado legal y la gestión del zoológico, se reveló que el Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor), encargado de la supervisión de recursos forestales y fauna a nivel nacional, ha sancionado al zoológico en hasta siete ocasiones.
Al respecto, la regidora Fiorella Fabián señaló que, a pesar de la gravedad de las denuncias, hasta la fecha no se ha iniciado ninguna investigación ni se han tomado medidas contra los funcionarios implicados. Frente a ello, exige una investigación exhaustiva a fin de determinar la posible existencia de una red de tráfico de fauna silvestre en el lugar.
Tráfico de fauna silvestre supera al narcotráfico en niveles lucrativos
El tráfico ilegal de vida silvestre es el cuarto crimen transnacional más lucrativo a nivel mundial, superado por el narcotráfico, el tráfico de armas y el de personas, con ganancias entre 7,000 y 23,000 millones de dólares anuales.
Este comercio ilícito incluye la caza furtiva, el contrabando y la venta de animales y productos derivados de especies en peligro de extinción, generando severos impactos ecológicos y económicos.
En Perú, por ejemplo, la alta demanda de animales silvestres como mascotas y productos diversos impulsa el comercio ilegal, que enfrenta importantes desafíos para la conservación de la biodiversidad.
Uno de los principales riesgos es la zoonosis, enfermedades que pueden transmitirse de animales a humanos debido a las pésimas condiciones de transporte. Además, la creciente demanda global no solo acelera la extinción de especies, sino que también provoca la degradación de ecosistemas.
¿Qué hace el Estado para combatir este problema?
La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) regula el tráfico de especies amenazadas, y Perú es miembro desde 1975. A pesar de esto, actualmente hay 442 especies en riesgo debido al tráfico ilegal en el territorio nacional.
La situación es bastante crítica, con numerosas especies amenazadas, como la tortuga dorso de cuero y el jaguar. En respuesta, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), entidad adscrita al Ministerio de Agricultura (Midagri), realiza operativos y campañas de sensibilización para combatir el tráfico ilegal y proteger las especies, así como iniciativas como la “Alerta Serfor”, que buscan facilitar denuncias en línea.
También, la Ley Forestal y de Fauna Silvestre establece sanciones severas para los infractores. Mientras que a nivel internacional, la Declaración de Lima aboga por sanciones estrictas y un enfoque integrado para combatir el tráfico de vida silvestre, buscando minimizar su impacto en la salud, la economía y el bienestar.
Las principales regiones involucradas en el tráfico en Perú son Ucayali, Madre de Dios y Loreto, con mercados y puertos fluviales como centros clave de operación. En estos lugares, se venden carne y animales vivos de manera ilegal, según un estudio de Proyecto Prevenir de USAID.