En cargamento de 50 mil ampollas de fentanilo, medicamento que puede ser utilizado como la ‘Droga Zombie’ —de amplio uso en Estados Unidos y que genera alta dependencia— fue extraído de los almacenes del Hospital Regional de Cajamarca con la intención de ser trasladado hasta el país norteamericano para cubrir la demanda de este medicamento en el mercado negro.
Una investigación desarrollada por la Policía Nacional del Perú (PNP) pudo identificar que los delincuentes detrás de esta operación criminal eran dos personas: un ciudadano colombiano conocido como Elkin Ramirez, y el peruano Josué Vásquez Arroyo. Ambos habrían conformado un esquema para obtener Fentanilo y venderlo a un cliente en Estados Unidos.
El cargamento debería salir del Perú por partes y la primera entrega debía ser de cinco mil ampollas valorizadas en 150 mil dólares en el mercado ilegal, pero esta operación fue evitada por agentes de la PNP y que terminó en la detención de ambos criminales.
Un video encontrado al interior del celular del criminal colombiano reveló que el medicamento era obtenido por medio de una mujer, que les daba acceso a cajas enteras de laboratorios farmacéuticos. Estas tendrían su origen en un centro de salud público, el Hospital Regional de Cajamarca, y la presunta cómplice en este caso era identificada como “señora botica” según la información encontrada en el teléfono del narcotraficante colombiano.
Luego de su detención en Lima, Ramírez brindó su declaración ante la Fiscalía Antidrogas, e indicó el motivo de su llegada a Lima.
“Vine a esta ciudad porque traíamos el fentanilo que nos había entregado una señora de una botica, a quien ahora sé que se llama Sugeit (...) Una parte, es decir 1.200 aproximadamente de esas ampollas de fentanilo son de la señora Sujei, a quien tengo agregada en mi celular como ‘señora botica’ (...)”
Un informe publicado en el programa periodístico Cuarto Poder pudo identificar que la mujer a la que se refería el criminal era en realidad la técnica en farmacia Martiza Sugeit Gutiérrez, quien es trabajadora de la farmacia central del Hospital Regional de Cajamarca. Al ser consultada sobre el caso, no dio respuesta al respecto, aunque afirmó no conocer al criminal Elkin Ramírez.
Aun así, Gutiérrez sostuvo ante la Fiscalía que “yo solamente envié la cantidad de 50 ampollas a la persona de Elkin, sobre la otra cantidad que no sé, desconozco”
El medicamento estaba destinado a una estrategia contra el Covid-19
Según el director del Hospital Regional de Cajamarca, Jhony Barrantes, la administración del centro de salud público no conocía la denuncia contra la trabajadora.
“A nosotros nos visitan dos agentes de la Dinandro el día lunes. Nos informan que habían detenido a tres personas en Lima, entre ellas a un colombiano y que había indicado que el fentanilo lo había adquirido del hospital a través de un personal que tabaja en la institución”, aseguró en entrevista con el programa periodístico.
Por otro lado, Barrantes afirmó que la adquisición del fentanilo no fue gestionada por la administración del Hospital Regional de Cajamarca, sino que estas ampollas fueron entregadas por el Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares).
“Incluso me parece que son entregas retrasadas que nos ha venido para la estrategia del Covid. No tenemos un faltante tan alto, eso es lo preocupante. (...) Nos preocupa que más personas estén involucradas porque estamos hablando de una cantidad alta”, indicó.
Fentanilo: La ‘droga zombie’
El fentanilo es un opioide similar a la morfina, pero completamente sintético y hasta 100 veces más potente. Su efecto sedante está indicado principalmente para tratar el dolor de pacientes con cáncer en etapas avanzadas en más de un órgano. Por eso su venta requiere obligatoriamente una receta médica.
Además de la potente sedación que produce (motivo por el que a los consumidores se les asocia con zombies), efectos de este fármaco incluyen euforia, aletargamiento, náuseas, confusión y estreñimiento. En tanto, su uso sin supervisión profesional puede generar adicción, paro respiratorio, pérdida del conocimiento, coma y muerte.
Entre los científicos, es de conocimiento general que el fentanilo se une a los receptores opioides que se sitúan en las áreas del cerebro que controlan el dolor y las emociones, de modo que disminuye la interacción entre neuronas. Esto produce un efecto sedativo al punto de que la persona pierde parcialmente el control de sus músculos y queda en un estado cercano a la inconsciencia.
Congreso plantea prohibir el consumo de Fentanilo
La congresista Norma Yarrow presentó un proyecto de ley que busca modificar el código penal del Perú para penalizar el consumo ilegal de fentanilo con penas privativas de libertad de 15 a 25 años, además de 180 a 365 días de multa y la inhabilitación.
La iniciativa N° 6329/2023-CR plantea sancionar a quienes importen, exporten, fabriquen, produzcan, preparen, elaboren, transformen, almacenen, posean, transporten, adquieran, comercialicen, promuevan, favorezcan o faciliten el consumo de fentanilo y sus análogos sin la autorización y el Registro Sanitario de Productos Farmacéuticos, otorgado por la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) del Ministerio de Salud.
En la exposición de motivos se menciona que la alarma en torno a la también llamada ‘droga zombie’ es tal, que “se ha convertido en un problema de salud pública sin precedentes y está causando la adicción y la muerte en personas jóvenes y adultas”.
“En el 2021, el estupefaciente ha sido el causante en Estado Unidos de aproximadamente 107.000 muertes por abuso de esta sustancia de acuerdo a los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC)”, se lee en el documento.
Es popular en varias partes del mundo debido a que luego de ser consumido hace efecto entre 10 y 12 minutos, tiene una duración de dos a tres horas y es económica.
“Es más barato de elaborar que la marihuana y cocaína, pues no requiere de grandes extensiones de tierra para su cultivo, ni mucha mano de obra, y los insumos se obtienen de forma relativamente fácil en el mercado internacional debido a su poca regulación”, se lee en la iniciativa legislativa de Norma Yarrow que busca prohibir su consumo.