El feroz ataque de un par de sicarios dejó tres fallecidos y el mismo número de heridos en los exteriores de una vivienda ubicada en la cuadra siete del jirón Los Eucaliptos, sector de Matazango, en el distrito de La Molina, donde se celebraba una fiesta de cumpleaños.
La información preliminar que maneja la Policía Nacional del Perú (PNP) señala que el móvil respondería a un posible ajuste de cuentas. En realidad, dos de las víctimas mortales eran el objetivo de esos ‘gatilleros’, pero un tercero resultó perdiendo la vida por una bala perdida.
Los fallecidos fueron identificados como Jesús Barrientos Flores (vecino), John Molina Fierro y Luis Ángel Cabrera Lara. De acuerdo al coronel PNP Daniel Jares, el último nombre en mención cuenta con tres ingresos a penales y antecedentes por robo agravado.
Los reportes policiales señalan que el hecho ocurrió cerca a las 7 de la noche del último domingo 11 de agosto, cuando al menos 20 personas se encontraban reunidas, cantando, bailando y brindando, por el cumpleaño de alguno de los presentes.
Las cámaras de videovigilancia de la zona captaron plenamente a los sicarios que cubrían su identidad con cascos. Estacionaron la moto que les sirvió para escapar a escasos metros de la puerta del inmueble y bajaron para disparar al menos 18 veces contra sus objetivos.
Según el relato de los vecinos, los autores de los disparos serían de nacionalidad venezolana. Ellos huyeron rápidamente, tras perpetrar el salvaje ataque. Los presentes no podían creer lo que estaban viendo y muchos entraron en pánico.
Todo estaba planificado
La PNP cree que este atentado a mano de los sicarios fue planeado con antelación. Los sujetos habrían esperado que sus víctimas bajen la guardia para acribillarlos. Por eso, eligieron un momento de distracción y relajo de los ahora fallecidos para atacarlos.
Las autoridades policiales manejan información que los sicarios llegaron a la zona de Matazango varios minutos antes de la balacera. Estuvieron dando vueltas en una motocicleta por calles aledañas mientras esperaban que sus objetivos llegaran a la fiesta.
Las víctimas mortales llegaron al evento en un carro de color negro y se sospecha que fueron invitados por la familia que celebraba. Los vecinos aseguran que no vivían en Matazango y que eran personas externas.
De Luis Ángel Cabrera, se sabe que aparentemente fue el objetivo principal del atentado y que, además, habría estado vinculado a la banda criminal Los Areneros de Priale. Sin embargo, un supuesto familiar, que llegó a la escena del crimen, dijo que este era una persona de bien, que se dedicadaba a brindar el servicio de taxi para mantener a sus cuatro hijos.
Los heridos fueron identificados como Felicita Raquel Barrientos Ramos (fue trasladada a la clínica Montefiori), Jhoselyn Vanessa Quispe Barrientos y Anderson Orosco Mendoza Bravo.
Se informó que Jesús Barrientos Flores, quien falleció lamentablemente de camino a la clínica, habría sufrido una herida por bala en el cuello, que luego habría pasado al tórax creando un traumatismo en el abdomen, pero descartándose que órganos se hayan perforado. Luego otra bala por la columna vertebral, provocando una lesión en la parte cervical y lumbozacea.
Víctimas de homicidio
Solo durante la primera mitad del año, en Lima Metropolitana 415 personas se convirtieron en víctimas de homicidios. En total se contabilizaron 377 casos durante el primer semestre del 2024, sin embargo, solo 18 de ellos pudieron ser resueltos. Esto representa menos del 5 % del total (4.77 %), según datos recogidos por la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri).
El otro 95.23 % de los asesinatos (359), según La República, aún no han sido esclarecidos a falta de una investigación policial adecuada que permita una resolución por parte de la Dirincri. En estos casos, la carga de trabajo es distribuida entre las diferentes divisiones y departamentos que componen este sector de la PNP.
La actividad de bandas criminales también aporta al incremento de las cifras de asesinatos cometidos en los primeros 6 meses del año 2024. Al menos 157 muertes fueron causadas por estos grupos criminales, mientras que 212 casos fueron perpetrados en la modalidad de sicariato. 158 asesinatos fueron motivados por un ajuste de cuentas, según datos de la propia Policía Nacional del Perú.