Gobierno de Dina Boluarte y el Congreso generan “cólera, decepción y repudio” en peruanos, según encuesta

Los sentimientos que predominan entre los peruanos hacia el gobierno de la presidenta Dina Boluarte y el Congreso son principalmente negativos, según una encuesta del IEP

Dina Boluarte y el entrante presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, en una foto de archivo

Los sentimientos que predominan entre los peruanos hacia el gobierno de la presidenta Dina Boluarte son principalmente negativos, según una encuesta difundida este domingo por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP). Las personas encuestadas asociaron al Ejecutivo con emociones como decepción, tristeza y cólera, y en menor medida, con repudio.

En el grupo etario de 18 a 24 años, los principales sentimientos son tristeza, vergüenza, impotencia, incompetencia, corrupción, repudio, cólera, insatisfacción, decepción, y falsedad, con un porcentaje notable que afirmó no tener ningún sentimiento frente al Gobierno.

En el rango de 25 a 39 años, los encuestados mencionaron tristeza como la emoción más destacada, seguida por sentimientos de incompetencia, corrupción, desprecio, indignación, repudio y mediocridad. En el grupo de 40 años a más, los sentimientos de repudio, desazón, inseguridad, traición, desconfianza y pesimismo son notables.

Este grupo también marcó significantemente la opción de no tener ningún sentimiento respecto a la administración de Boluarte, que se asemeja a los sentimientos que genera el Congreso de la República. De acuerdo con el sondeo, los principales sentimientos que genera el Legislativo son cólera y tristeza, seguidos por repudio y decepción. En algunos casos, simplemente la ciudadanía se mantiene indiferente.

Encuesta del IEP

Tanto hombres como mujeres coinciden en que la cólera es uno de los principales sentimientos generados por el Congreso. Entre los hombres, es más frecuente encontrar respuestas que indican decepción o ausencia de sentimientos, mientras que en las mujeres, la tristeza es un sentimiento destacado. En todos los rangos etarios (18 a 24 años, 25 a 39 años y 40 años a más), la cólera y la tristeza son los principales sentimientos generados por el Parlamento.

En el grupo de 18 a 24 años, además de cólera y tristeza, se mencionan tristeza, decepción, repudio, corrupción y repulsión. Para los de 25 a 39 años, se destacan también vergüenza, frustración, insatisfacción, desazón, indignación, falsedad y desprecio. Entre los de 40 años a más, se mencionan repulsión, falsedad, incertidumbre, desaprobación, impotencia, traición y corrupción.

Geográficamente, en Lima Metropolitana y en otras zonas urbanas, la cólera es el principal sentimiento generado, frente al ámbito rural, donde predominan la cólera y la tristeza, además de la ausencia de sentimientos. La encuesta también revela una crisis de credibilidad tanto para la presidenta como para los congresistas.

Sin credibilidad

Siete de cada diez encuestados no le creen nada a la presidenta, con una falta de credibilidad especialmente alta en zonas rurales, la macrozona norte, entre personas de 40 años a más, el nivel socioeconómico D, y entre quienes se identifican como de izquierda.

Dina Boluarte en una foto de archivo

Asimismo, el 69% de los encuestados no cree en los legisladores, particularmente entre personas de 40 años a más, del nivel socioeconómico C, y entre quienes se identifican como de izquierda o centro. Solo un 20% de los encuestados indica que les cree poco y un 9% que les cree algo.

De acuerdo con la misma encuesta, al menos 9 de cada 10 peruanos desaprueban la gestión de Boluarte. El 88% de la ciudadanía no está de acuerdo con su conducción del gobierno, aunque esta cifra, menor al 90% registrado en mayo y julio de 2024, es el segundo registro histórico más alto de su gestión. La aprobación de Boluarte apenas llega al 6%, mientras que el 6% restante no sabe o no opina sobre el tema.

El estudio también evaluó la satisfacción de los peruanos con respecto al último mensaje a la Nación por el Día de la Independencia. Solo el 52% de los ciudadanos indicó haber seguido al menos parte del discurso, y de estos, la mayoría se sintió insatisfecha o muy insatisfecha con los temas abordados.