Huaycán: Empresario avícola denuncia extorsión, pero recibe copia del parte policial enviada por los propios delincuentes

El pasado 3 de agosto, un empresario del sector avícola y de hospedaje en Huaycán sufrió un violento ataque en su domicilio, donde una ráfaga de diez disparos impactó contra el portón de su vivienda.

Este incidente se agregó a una serie de ataques que han obligado al empresario a vivir escondido, con temor por su seguridad y la de su familia. Según su testimonio, ha reportado estos eventos a la Policía Nacional del Perú (PNP), pero no ha recibido el apoyo necesario de las autoridades.

En un video dirigido a sus familiares, el empresario, visiblemente afectado y lloroso, expresó su miedo y la imposibilidad de revelar su ubicación. “Hago este video para mi familia que me llama y no puedo contarles dónde estoy porque tengo miedo”, manifestó.

Además de los disparos, la familia sufrió otro atentado hace aproximadamente una semana, cuando su avícola, ubicada detrás de su vivienda, fue asaltada. Estos ataques han forzado a la familia a abandonar su hogar y refugiarse en un lugar desconocido.

El empresario denunció que, tras los informes presentados a la comisaría, recibió en su celular una copia del parte policial enviada por los mismos extorsionadores, quienes afirmaron tener conexiones dentro de las fuerzas del orden.

“Los delincuentes me envían la denuncia policial que pueden ingresar, me amenazan diciendo que ellos están con la policía, que le pagan a la policía”, añadió.

La situación, ha reflejado en la ciudadanía y sus familiares un grave problema de seguridad y una presunta complicidad dentro de las instituciones policiales. Ante ello, Juan Carlos Liendo, exjefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI), comentó que estos eventos son indicativos de una capacidad estatal disminuida para manejar el crimen organizado en la actualidad.

En esa línea, Liendo mencionó que hay una “anomia social” y una creciente desconfianza pública en las autoridades.

Este escenario ha llevado al empresario a clamar por ayuda. “No quiero que cuando esté muerto recién salgan por mí, háganlo ahora que me encuentro vivo y necesito ayuda”, pidió urgentemente a las autoridades.

El contexto de Huaycán, una zona donde la criminalidad y la falta de respuesta efectiva de los cuerpos de seguridad se agravan, resalta la vulnerabilidad de los ciudadanos frente a las amenazas delictivas y la presunta corrupción dentro de las fuerzas policiales.

Walter Román Salazar, un taxista de 35 años, fue asesinado en Ancón mientras compartía una comida con su esposa y sus dos hijos menores en un restaurante el pasado 31 de julio a las 4 p.m. Las cámaras de seguridad del establecimiento captaron el momento en el que un sicario encapuchado, con gorra y tapabocas, disparó al menos tres veces directamente a la cabeza de Salazar antes de huir en una motocicleta que lo esperaba afuera.

La familia se encontraba sentada en una cevichería, ubicada en la avenida José Paredes Roncal del distrito de Ancón, esperando su plato principal cuando el incidente ocurrió. Aunque la víctima no había reportado amenazas previas, según sus familiares, sí tenía antecedentes policiales por hurto agravado y agresión, de acuerdo a TV Perú Noticias.

El asesino, que además llevaba guantes quirúrgicos para evitar dejar huellas dactilares, aprovechó un descuido de la familia para ejecutar el ataque sin importar la presencia de los niños pequeños. Luego de cometer el crimen, abandonó rápidamente el lugar en la motocicleta, dirigiéndose a un paradero desconocido.

Los investigadores de criminalística ya están revisando las imágenes de las cámaras de seguridad y recopilando pruebas en la escena del crimen para identificar y capturar al responsable de este ataque mortal.