Dejemos de educar para el fracaso

La educación pública y los bajos resultados PISA reflejan nuestro atraso. En tres años se ha desmantelado la reforma educativa. Es crucial que nos unamos para defender una educación meritocrática y de calidad.

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Iván Terrón - Europa Press
Iván Terrón - Europa Press

Una de las principales imágenes del atraso nacional ha sido la escuela pública. Cada año vemos reportajes sobre la maltrecha infraestructura educativa o cómo los resultados PISA nos recuerdan lo rezagado que estamos. Ante esto, durante más de 15 años, diferentes gobiernos han promovido reformas para elevar la calidad educativa y tener mejores docentes y universidades. Sin embargo, este proceso ha sido prácticamente desmantelado en los últimos tres años. Destruir es más fácil que construir, y la educación no se escapa.

Con el ataque a la Reforma Magisterial y la Reforma Universitaria, se está creando una educación cascarón: hay más profesores, pero no son evaluados; hay más universidades, pero no pueden asegurar calidad; se dan más títulos, pero inservibles para conseguir empleo; y en el escenario más indignante, hay docentes que llegan a las escuelas más alejadas pero para convertirse en agresores. Estamos educando, pero para el fracaso.

Tal vez lo primero sea reconocer que los diferentes actores de la comunidad educativa y de la sociedad en su conjunto no hemos sido lo suficientemente activos para acompañar y defender estas reformas. Dimos por sentado que eran inamovibles, de consenso. Nos equivocamos. Las mafias hicieron su trabajo ante la pasividad de la gran mayoría. Lamentablemente, el ejemplo de una sociedad quieta viendo cómo la educación de calidad le es arrebatada por unos pocos, es también una manera de educar para el fracaso.

Es cierto que desde diferentes organizaciones hemos hecho pronunciamientos públicos ante cada una de las arremetidas que el Congreso, con poco freno del Ejecutivo, han golpeado a la educación. Sin embargo, ante estos constantes atropellos, esos pronunciamientos aislados son como lanzar flechas al sol. Por eso, celebro el nacimiento del Pacto por la Educación de Calidad, promovido por IPAE y al que 26 organizaciones del sector privado y la sociedad civil, incluyendo a Es Hoy, nos hemos adherido.

Buscamos forjar un frente común que defienda colectivamente una educación y gestión educativa meritocrática y de calidad; la revalorización de la Educación Secundaria Técnica, y de la Educación Superior Técnica y Tecnológica; y el Licenciamiento único y acreditación de calidad continua en la Educación Superior. Estos son mínimos sobre los cuales levantaremos la voz, de manera conjunta, cuando haya un intento de socavarlos.

Hoy, los que queremos lo mejor para el país debemos estar más cerca para crear y fortalecer esta coalición, que no solo debe tener un rol reactivo y de defensa, sino también propositivo y de promoción de estas políticas en la agenda pública, sobre todo en un contexto cada vez más polarizado por la próxima dinámica electoral.

Con la resaca del mes patrio, vale recordar que la educación no solo permite trazar el destino individual, sino el colectivo, y por eso nos compete a todos involucrarnos. Es fundamental que, más allá de acciones independientes, el sector privado se una para defender la educación de calidad, que es la base para construir una nación en la que todos los peruanos y peruanas tengan las mismas oportunidades para soñar y forjar su futuro.

Verónica Sifuentes
Verónica Sifuentes
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