En el corazón de Perú se encuentra una universidad que, pese a su breve existencia, dejó una huella indeleble en la memoria de quienes pasaron por sus aulas. La Universidad Santo Domingo de Guzmán (USDG), fundada el 24 de enero de 2007 por el Dr. Danilo de la Cruz Moreno, comenzó sus actividades en 2013 con una prometedora inscripción de 300 estudiantes. Sin embargo, en tan solo nueve años de funcionamiento, solo logró graduar a 79 alumnos según la información proporcionada por la página de la misma institución, un hecho que ha generado un sinfín de preguntas y especulaciones.
Esta sede es ahora un lugar desolado y envuelto en misterio que se encuentra ubicada en Jicamarca. Sus pasillos, una vez vibrantes con la energía de jóvenes esperanzados, hoy están vacíos y silenciosos. ¿Qué llevó a este centro educativo a tal destino? A través de este relato, desentrañaremos las causas de su abandono y exploraremos las historias detrás de sus muros. Desde problemas administrativos hasta decisiones que marcaron su destino, la historia de USDG es un testimonio de lo efímero que puede ser el sueño educativo en circunstancias.
¿Cómo fueron los inicios de este centro de estudios?
La Universidad Santo Domingo de Guzmán (USDG) fue concebida como un ambicioso proyecto educativo impulsado por el Dr. Danilo de la Cruz Moreno. Tras obtener la autorización del Consejo Nacional para la Autorización y Funcionamiento de Universidades (Conafu) en 2007, la USDG se preparó para recibir a sus primeros estudiantes.
Finalmente, el 6 de mayo de 2013, la universidad abrió sus puertas en un extenso campus de 55 hectáreas ubicado en San Antonio, Huarochirí. Un primer grupo de 300 jóvenes iniciaron sus estudios en las carreras de Ingeniería de Sistemas e Informática e Ingeniería de Negocios, marcando así el inicio de la actividad académica en la USDG.
¿Por qué la USDG dejó de funcionar?
La institución, que se encuentra en estado de abandono, cesó sus actividades académicas el 31 de marzo de 2022. Esta decisión se tomó en cumplimiento del “Reglamento de Plan de Cese de Actividades” tras la denegatoria de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) a su solicitud de licenciamiento institucional.
Según la información proporcionada por la página de la Universidad Santo Domingo de Guzmán, el 25 de febrero de 2022, el centro de estudios presentó ante la Sunedu la declaración jurada que formalizaba su compromiso de culminar sus operaciones. Este cierre definitivo marcó el final de la trayectoria de la institución educativa, dejando a sus estudiantes, docentes y personal administrativo en proceso de transición.
¿Qué pasó con los estudiantes tras el cierre de la institución?
Tras el cierre de la USDG, la incertidumbre se apoderó de la comunidad estudiantil. Consciente de la situación, la institución buscó asegurar la continuidad académica de sus alumnos mediante convenios con universidades licenciadas.
Se establecieron acuerdos con instituciones de prestigio como la Universidad César Vallejo, la Universidad Tecnológica del Perú, la Universidad Privada del Norte y la Universidad Enrique Guzmán y Valle, ampliando así las opciones para que los estudiantes puedan continuar sus estudios. Además, se firmó un convenio con la Universidad Marcelino Champagnat, fortaleciendo la red de apoyo a los estudiantes. De esta manera, la USDG, incluso durante su cierre, mantuvo su compromiso con su comunidad estudiantil, buscando que esta etapa significara un nuevo comienzo en su formación académica.
¿En qué estado se encuentra la USDG?
Un video publicado en el canal de YouTube “Dilo nomás” muestra el estado actual de la Universidad Santo Domingo de Guzmán, presentando una escena de abandono que recuerda a una mansión olvidada. Las tomas aéreas revelan una estructura imponente en medio de un amplio terreno, donde el gris domina las paredes, ahora marcadas por el tiempo y la humedad.
En el patio principal, las bancas de madera y hierro fundido, algunas con la inscripción “Santo Domingo de Guzmán 1981-2005″, resisten al paso del tiempo junto a la vegetación que crece sin control. Dentro de la USDG, el recorrido muestra pisos cubiertos por mayólicas que contrastan con la frialdad de las paredes. Un salón con grandes columnas y amplios lavaderos sugiere que alguna vez fue un espacio lleno de vida.
La presencia de algunos enseres en ciertos lugares indica que la antigua universidad, lejos de estar completamente deshabitada, aún recibe visitas esporádicas, probablemente de personas que buscan refugio o un lugar para resguardarse. El video concluye revelando que, según la información recopilada, este terreno formará parte del proyecto inmobiliario “Ciudad Munay”, una iniciativa que abarcará cerca de 300 hectáreas, transformando por completo el paisaje de la antigua universidad.