Metropolitano: padre e hijo de seis años quedan atrapados en la puerta de embarque en la estación Angamos

Falla en apertura de puertas y falta de asistencia agravan situación de riesgo en una de las rutas más concurridas del Metropolitano

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Un incidente en la estación Angamos del Metropolitano pone en evidencia presunta negligencia del conductor y falta de personal de soporte. (Panamericana Televisión)

En la tarde de hoy un padre de familia que transitaba con su hijo por la estación Angamos del Metropolitano, describió un incidente que dejó a ambos en una situación de riesgo. El hecho, ocurrido en horas de la tarde, expone una presunta negligencia por parte del conductor del bus y la falta de personal de soporte en una de las rutas más concurridas del servicio de transporte.

El denunciante explicó que el evento se desarrolló cuando, tras un paseo con su hijo, ambos abordaron la ruta C del Metropolitano, en dirección de norte a sur. La alta densidad de pasajeros complicó su descenso, logrando apenas bajar del bus junto con otro pasajero, mientras el resto de los usuarios descendía por las puertas posteriores. Sin embargo, lo que podría haber sido una parada rutinaria se convirtió en una experiencia angustiante cuando la puerta de la estación no se abrió al momento de la llegada del bus.

Rod Garboza Eraso manifestó que, al notar que la puerta permanecía cerrada, pidió al conductor que retrocediera el vehículo para que el sensor de la puerta se activara y les permitiera descender. “Le hicimos señales al chofer, indicándole que retrocediera un poco, pero su respuesta fue ignorar completamente nuestras peticiones”, detalló. A pesar de las indicaciones, el conductor decidió no actuar, lo que llevó a los pasajeros a enfrentarse con una situación de frustración y peligro.

La falta de respuesta por parte del conductor y la tensión en la estación

Un padre y su hijo enfrentaron una situación de riesgo cuando la puerta de la estación no se abrió al llegar el bus. (Composición: Infobae / captura)
Un padre y su hijo enfrentaron una situación de riesgo cuando la puerta de la estación no se abrió al llegar el bus. (Composición: Infobae / captura)

Según lo relatado por el denunciado, la única alternativa que el conductor ofreció fue que volvieran a ingresar al bus y descendieran por la puerta posterior, una opción que resultaba inviable dado el número de pasajeros a bordo y la presión de continuar el viaje. El padre de familia expresó que “el bus estaba repleto, y al intentar ingresar de nuevo, ya no había espacio”. Mientras los minutos pasaban, la situación en la estación se volvía más tensa, con otros usuarios increpando al conductor para que continuara la marcha.

La situación se agravó aún más debido a la falta de empatía y colaboración de algunos de los pasajeros que, según Garboza, preferían que el bus siguiera su ruta en lugar de esperar a que la puerta se abriera. Este ambiente de tensión hizo que el padre y su hijo quedaran atrapados en la plataforma de espera, mientras intentaban mantenerse lo más cerca posible del umbral de la puerta para evitar ser golpeados por otros buses que continuaban pasando por la estación.

Durante los 10 minutos que estuvieron en esta situación, pasaron cuatro buses por la plataforma, aumentando el riesgo para los dos afectados. El afectado detalló que su hijo, de solo seis años, logró mantener la calma en un entorno que fácilmente podría haber desbordado a un niño más inquieto. No obstante, el padre no dejó de reflexionar sobre lo que podría haber ocurrido si su hijo hubiese sido más activo o si se tratara de una persona con movilidad reducida.

Una solución tardía y la ausencia de personal de soporte

Denuncian que personal de seguridad del Metropolitano realiza labores ajenas a sus funciones originales al interior de las estaciones. (Metropolitano)
Denuncian que personal de seguridad del Metropolitano realiza labores ajenas a sus funciones originales al interior de las estaciones. (Metropolitano)

La solución a esta incómoda y peligrosa situación llegó finalmente cuando un empleado de mantenimiento, identificado por su chaleco naranja, intervino y abrió las puertas manualmente. Garboza resaltó que en ningún momento se presentó ningún miembro del personal regular de la estación, conocidos por llevar chalecos azules, para brindar asistencia o gestionar la apertura de la puerta de manera oportuna.

El padre de familia expresó su preocupación por la falta de preparación y la respuesta tardía ante situaciones que podrían poner en riesgo la integridad de los usuarios del Metropolitano. “Estuvimos ahí, en la plataforma por 10 minutos hasta que una persona de mantenimiento se dio cuenta del incidente. Ninguno del personal nos brindó ayuda, a pesar de que había personas esperando en la estación”, explicó Garboza, evidenciando una carencia en la gestión de emergencias por parte del personal de la estación.

Rod Garboza hizo un llamado a la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) para que se realice una supervisión más rigurosa y un mantenimiento adecuado de las instalaciones y equipos del Metropolitano. Asimismo, instó a que se mejore la capacitación del personal para que puedan manejar de manera eficiente situaciones de emergencia y garantizar la seguridad de los usuarios.

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