El Ministerio de Salud ha modificado los esquemas de terapia antirretroviral para personas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), una medida que, según activistas, es desfavorable y contraviene el protocolo que rige desde 2020.
Según un informe difundido el último sábado en Radio Conexión Vida, medio especializado en temas de salud y VIH, el director general de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública, Cristian Díaz, envió el 1 de agosto un oficio a todas las direcciones de salud del país en el que les instó a seguir el abastecimiento de medicamentos y “ofrecer alternativas de tratamiento” acorde con el stock disponible.
De acuerdo con el informe, el Centro Nacional de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares) no habría comprado antirretrovirales en cantidades suficientes para abastecer a las personas con VIH que se encuentran en primera línea de tratamiento con esquema de Tenofovir + Lamivudina + Dolutegravir (conocido como TLD).
Ante esta crisis, la dirección de Salud decidió variar los medicamentos por los disponibles, pese a la oposición de médicos y químicos farmacéuticos. “Es claro que la medida es perjudicial para los más de 91 mil personas que se encuentran en tratamiento antirretroviral, donde la mayor parte consumen TLD, tratamiento de dosis fija combinada de primera línea de terapia”, escribió el periodista Marlon Castillo.
En diálogo con RPP, el director de Prevención y Control de VIH-SIDA, Carlos Benites, indicó que el uso de TLD “está excediendo lo programado”, una declaración que, según activistas, “advierte que la cadena de suministro de medicinas en el Perú tiene fallas estructurales, desde la programación, hasta su distribución”.
Ante la falta de esta terapia antirretroviral, el portafolio que dirige el ministro César Vásquez sugiere reemplazarla por abacavir/lamivudina con dolutegravir o tenofovir/emtricitabina con dolutegravir. Sin embargo, para usar abacavir, es necesario contar con un resultado de la prueba molecular HLA para detectar hipersensibilidad, ya que reacciones adversas podrían incluir fiebre, inflamación en la piel y, en casos extremos, la muerte.
Además, abacavir debe ser empleado en primera línea solo en personas con una carga viral menor a 100 mil copias, excepto cuando se combina con dolutegravir. En tanto, las personas con terapia tenofovir/lamivudina/efavirenz deben ser evaluadas individualmente para actualizar su tratamiento, según el informe.
En el caso de gestantes, el Minsa recomienda tenofovir/lamivudina/dolutegravir e inyectable zidovudina, pese a su falta de stock. Para la vocera del Grupo Impulsor de la Vigilancia de Abastecimiento de Antirretrovirales (GIVAR), Julia Campos, es “una arbitrariedad que se cambie los medicamentos cuando existe desabastecimiento”, ya que “genera un perjuicio a la salud del usuario y termina distorsionando la misma programación de las compras a futuro, pues esta suelen basarse en los históricos”, señaló, citada por la emisora.
“Si siguen actuando bajo el principio de ‘si no hay uno, te cambio por otro’, terminan distorsionando el histórico de uso y por ende la programación”, dijo, por su parte, Pablo Anamaría, representante alterno de las personas con VIH ante la Coordinadora Nacional Multisectorial en Salud (Conamusa).
Entre enero y julio de este año, el grupo GIVAR ha recibido más de 155 denuncias, 118 relacionadas con la falta de antirretrovirales y cuatro por falta de sucedáneos lácteos para niños expuestos al VIH. De estas denuncias, 68 fueron por falta de TLD, seguidas de cinco por raltegravir y cuatro por darunavir, todas en hospitales del Minsa y el Seguro Social (EsSalud).
La portavoz del grupo invocó a no temer a de denunciar la falta de medicamentos por medio del portal web www.givarperu.org. “No hace falta que des tu nombre. La denuncia puede ser anónima, pero si es importante dejar tu número telefónico para ayudar a conseguir donación de antirretrovirales”, apuntó.