Manuela Sáenz, una heroína de la Batalla de Junín poco reconocida en la historia de la independencia de América

Este 6 de agosto de 2024 se conmemora el bicentenario de la Batalla de Junín, un enfrentamiento crucial que selló la independencia del Perú y marcó un hito en la liberación de Sudamérica. Este enfrentamiento, librado en 1824, no solo es recordado por la valentía de los soldados patriotas, sino también por el valioso papel que desempeñaron mujeres como Manuela Sáenz de Vergara y Aizpuru, conocida como ‘Manuelita’ Sáenz. Su historia, una verdadera joya de la independencia, ha sido rescatada y celebrada por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), que rinde homenaje a las mujeres que jugaron un papel fundamental en la liberación de los pueblos sudamericanos.

Manuela Sáenz, nacida en Ecuador, fue una figura emblemática en la lucha por la independencia, no solo en su país natal, sino también en Colombia y el Perú. Su coraje y compromiso la llevaron a ser una pieza clave en las batallas de Junín y Ayacucho, para así consolidar su lugar en la historia como una de las grandes heroínas de la independencia. Hoy, su legado sigue vivo, especialmente en su casa de Pueblo Libre, que ha sido convertida en un importante recinto histórico y cultural que preserva el mobiliario y la historia de la época.

Manuela Sáenz, también conocida como ‘Manuelita’, es una figura que ha sido redescubierta y celebrada en el contexto del bicentenario de la Batalla de Junín. Nacida en Ecuador, su vida estuvo marcada por una serie de eventos que la llevaron a convertirse en una destacada líder en la lucha por la independencia de Sudamérica. Su trayectoria comenzó con su matrimonio con James Thorne y su vida en Lima, donde se unió a la causa revolucionaria, destacándose por su fervor patriótico y su lucha contra los privilegios coloniales.

A pesar de los desafíos, Manuela Sáenz no dudó en renunciar a su matrimonio para dedicarse plenamente a la causa de la independencia. Su participación en la batalla de Pichincha en 1822 fue solo el comienzo de una serie de contribuciones importantes que la llevarían a ser reconocida por su valentía y habilidad militar. Su relación con Simón Bolívar y su compromiso con la causa independentista fueron decisivos para su ascenso en el campo militar.

La Batalla de Junín, ocurrida en agosto de 1824, fue uno de los enfrentamientos decisivos que llevaron a la independencia del Perú. Pese a que figuras como Simón Bolívar y Antonio José de Sucre suelen acaparar los reflectores, Manuela Sáenz tuvo un papel protagónico en esta contienda.

Como miembro del estado mayor general de la campaña libertadora, Manuela demostró una habilidad militar destacable. Su participación le permitió ser ascendida al rango de Capitán de Húsares, un reconocimiento a su valentía y destreza en el campo de batalla.

La Batalla de Ayacucho, celebrada el 9 de diciembre de 1824, fue crucial para consolidar la independencia de Sudamérica. En esta batalla, Manuela Sáenz se destacó nuevamente, lo que llevó a Bolívar a conferirle el grado de Coronel del ejército colombiano.

El final de la Batalla de Ayacucho marcó el cierre definitivo del dominio colonial español en la región. Gracias a su contribución, Manuela se convirtió en un estándar del ejército libertador, siendo ampliamente respetada y conocida por su coraje y determinación.

El legado de Manuela Sáenz va más allá de su participación en las batallas. Fue una pionera en la lucha por la igualdad y la justicia, inspirando a muchas mujeres a seguir sus pasos. Su hogar en Pueblo Libre, Lima, se ha transformado en un monumento histórico que preserva su memoria y su contribución a la causa libertadora.

Manuela Sáenz demostró que el compromiso y el coraje no tienen género. Su vida y obra son ahora celebradas por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), que en este bicentenario rinde homenaje a todas las mujeres que, como ella, lucharon en la campaña libertadora del Perú.

Conmemorar la vida de Manuela Sáenz es reconocer el papel esencial que tuvieron las mujeres en las luchas independentistas de América Latina. En un mundo donde la historia ha sido mayormente contada desde una perspectiva masculina, es vital rescatar y destacar las contribuciones de figuras como “Manuelita”.

A través de eventos y homenajes, como las realizaciones por el MIMP, se busca no solo recordar su valentía, sino también inspirar a futuras generaciones a luchar por la igualdad y la libertad, principios que Manuela defendió hasta su último aliento.

Para conocer más sobre Manuela Sáenz y sus logros, te invitamos a visitar su casa-museo en Pueblo Libre, un lugar que mantiene vivo su espíritu y legado.