En la región de Junín, una creciente tensión envuelve la próxima visita de la presidenta Dina Boluarte, programada para el 6 de agosto, fecha en la que se conmemora el Bicentenario de la Batalla de Junín. La llegada de la mandataria y del gobernador regional Zósimo Cárdenas generó un rechazo significativo entre los residentes de la provincia.
Alejandro Gamarra, presidente del Frente de Defensa de los Intereses de la provincia, expresó su oposición a la presencia de ambas autoridades en el evento. Según el líder de la asociación civi, las promesas incumplidas por parte del Gobierno Regional y del Ejecutivo han generado un profundo malestar en la comunidad, que ahora se manifiesta en la organización de protestas para el día del evento.
“Nosotros no queremos promesas vacías. La señora Boluarte y el gobernador regional no han gestionado ni ejecutado ninguna obra trascendental para nuestra región, pese a las continuas solicitudes de los ciudadanos.”, afirmó Gamarra. “La población de Junín no ha visto ningún avance en proyectos cruciales como el Hospital de Apoyo Junín o el parque temático. Todo se ha quedado en anuncios sin materializarse”, declaró.
La perspectiva de la comunidad
El sentimiento de frustración se extendió entre los ciudadanos de Junín, quienes han manifestado abiertamente su desconfianza hacia las autoridades. En una reciente entrevista con Exitosa, varios vecinos expresaron su descontento con el manejo de los compromisos asumidos por el gobierno. Uno de ellos señaló que, a pesar de las promesas realizadas, no se ha visto progreso alguno en las obras que fueron anunciadas.
“Junín ha estado esperando durante mucho tiempo que se cumplan las promesas hechas por el gobierno. No hemos visto avances en la construcción de la carretera ni en el hospital. Las palabras no son suficientes, necesitamos acciones concretas”, señaló.
Otro residente expresó su escepticismo sobre la visita de Boluarte, argumentando que la presencia de la mandataria en la región solo exacerbará las tensiones. “La llegada de la presidenta no va a resolver los problemas que enfrentamos. Lo único que va a lograr es aumentar la indignación de la gente. No es bienvenida aquí, y su visita podría desencadenar enfrentamientos si no se maneja con cuidado”, agregó el entrevistado.
Medidas tomadas por las autoridades
El presidente del Frente de Defensa de los Intereses de la provincia informó de la llegada de efectivos del Ejército Peruano y de la Policía Nacional a la provincia de Junín en los días previos al evento. La presencia de las fuerzas de seguridad tiene como objetivo garantizar el orden durante las celebraciones del Bicentenario, pero también refleja el nivel de tensión que se vive en la región.
“El pueblo de Junín está cansado de promesas vacías. Queremos ver acciones, no palabras. Si el gobierno regional y el Ejecutivo no cumplen, la protesta continuará”, advirtió.
Además, Gamarra esclareció que Zósimo Cárdenas, gobernador regional, intentó calmar los ánimos asegurando que se están haciendo esfuerzos por cumplir con los compromisos asumidos, aunque sus declaraciones fueron recibidas con desconfianza por parte de la población.
El líder del Frente de Defensa también hizo un llamado a la comunidad internacional para que observe de cerca la situación en Junín, asegurando que la provincia es marginada en términos de desarrollo y atención gubernamental. Según Gamarra, la protesta del 6 de agosto es solo el comienzo de una serie de acciones que la población está dispuesta a tomar si sus demandas no son atendidas.
Mientras tanto, Junín se prepara para un evento que, lejos de ser una simple celebración del Bicentenario, se ha convertido en un escenario de tensión política y social. La presencia de fuerzas de seguridad y la organización de protestas son indicativos de un ambiente cargado de incertidumbre.