Javier Masías, el crítico culinario que conocemos por su rol como jurado en ‘El Gran Chef Famosos’, nos dejó entrar a su mundo en una charla sincera y reveladora con Infobae Perú. Aquí no solo hablamos de comida, sino de historias de familia y detalles personales que muestran otra faceta de este apasionado de la gastronomía.
Este personaje de televisión volvió a publicar su libro ‘Bitute’, la misma que fue presentada en la Feria del Libro de Lima y se ha puesto a la venta en las librerías. El especialista en cocina aclara que esta obra no es solo un recetario. Es una exploración profunda de la historia limeña, desentrañando la evolución de platos tradicionales.
“¿Qué referencias existen sobre el ceviche que comían nuestros tatarabuelos? ¿Cómo lo hacían? ¿Cómo comían ellos el ají de gallina y el escabeche? ¿Cómo recibían en casa? ¿Cómo se hacía la chicha morada? Tantas cosas que ahora damos por sentadas como típicas limeñas y que han ido evolucionando. ¿Desde cuándo se empieza a servir con fideos? ¿Quién se inventó esa idea? Son algunas de las respuestas que he intentado investigar en este libro, y a la vez, me ha dado la oportunidad de revisar recetarios antiguos, la mayoría del siglo 19″, dijo como preámbulo de su creación literaria.
En la charla nos explicó sobre la palabra que titula su libro. Resaltó que originalmente significaba merienda en Colombia y Perú, pero ahora abarca cualquier comida. En nuestro país, cuando decimos que vamos a servir algo sencillo, en realidad, estamos hablando de una fiesta de sabores, es lo que trató de subrayar en la conversación.
“En Perú tenemos una falsa modestia gastronómica. Cuando invitamos a alguien a casa, le decimos ‘va a haber una causita’ y de pronto aparece un ‘causón’. Creo que cuando decimos algo cotidiano o sencillo, en realidad nos referimos a esta cosa bastante opulenta, que es la comida peruana”, nos contó.
La influencia de una abuela inolvidable
Javier Masías tiene una clara inspiración en su pasión por la gastronomía: su abuela, a quien cariñosamente llama ‘mamama Vicky’. Ella, esposa de un exministro de Marina conocido por su carácter fuerte, era la verdadera sargento en la cocina.
A pesar de su mano firme en la vida, tenía una habilidad excepcional para transformar los ingredientes más simples en platos deliciosos. “Con la misma mano firme con la que manejó su vida y su casa, tenía la suavidad y el tino de domesticar las carnes más duras, los sabores más punzantes y las legumbres más rebeldes para hacer unos guisos sedosos y maravillosos que hoy recuerdo como un terciopelo en mi memoria”, recordó el jurado de ‘El Gran Chef Famosos’.
El crítico de cocina reveló las raíces francesas de su familiar, lo que le permitió combinar lo mejor de dos mundos culinarios. Su habilidad para fusionar la tradición criolla con un refinamiento técnico-natural le dejó una marca imborrable.
Si bien su abuela le inculcó el amor por la cocina, fue su madre quien le enseñó valores fundamentales y un sentido crítico en la gastronomía. “Yo estoy aquí por mi madre. El aire que respiro es el que ella ha respirado. Y las palabras que hablo son las que ella me ha dicho. Y si hay algo bueno que sale de este ser humano, es por ella. Los defectos sí son todos míos”, confesó.
Recuerdos de su infancia y sabores inolvidables
Javier Masías comentó que tiene dos recuerdos culinarios de su infancia que le marcaron profundamente y que reflejan tanto la simplicidad como la resiliencia de su hogar. Uno de los momentos más significativos para él fue la primera vez que probó mermelada de piña.
“No sabía lo que era. Mi mamá me la sirvió en una tostada y ese sabor dulce, pero ácido que tiene la piña peruana me sorprendió”, rememoró. En aquellos tiempos, las familias comía el mismo pan con mantequilla todos los días debido a las circunstancias económicas de la época.
“Crecí en la época de Alan García, y la variedad en la mesa no era común,” comentó Javier. La razón detrás de ese pequeño lujo quedó grabada en su memoria: “Mi mamá me dijo que era porque era mi cumpleaños”. Ese simple dulce representó un acto de amor y una celebración en medio de tiempos difíciles.
Sopa ‘La Comadre’
Otro recuerdo entrañable es el de la sopa ‘La Comadre’. “En mi casa se comían platos tradicionales como arroz tapado, olluquito, seco, estofado, ají de gallina y sopa a la criolla. Pero la sopa ‘La Comadre’ era especial”, dijo Masías.
No era solo un plato; sino una tradición familiar que descubrió, ya de adulto, que no existía fuera de su círculo sanguíneo. La historia detrás de esta preparación es tan rica como sus ingredientes.
Cuando la casa de su abuela en el malecón de Chorrillos se cayó al mar, la familia se vio obligada a adaptarse y encontrar nuevas formas de alimentarse. “Llegó la comadre y, viendo que no había mucho, abrió la refrigeradora y usó lo que encontró: arvejas, medias zanahorias, un poco de pasta. Lo metió todo en una olla y creó algo maravilloso”, relató
Esa sopa, nacida de la necesidad y la creatividad, simboliza para el juez la resiliencia y la habilidad de hacer mucho con poco. Para Javier, es la receta más inspiradora que existe ante la adversidad: “Trabajar con lo que hay y lo que no está no se necesita”.
“Mi vida privada no es relevante”
El jurado de ‘El Gran Chef Famosos’ no solo es famoso por su paladar exquisito y su ojo crítico, sino también por su manera directa y sincera de abordar los temas. En la entrevista, hizo hincapié en la importancia de mantener su vida personal al margen de su figura pública.
“Tengo una vida plena. Estoy muy cómodo con lo que vivo, pero no me interesa que la figura del ‘jurado Masías’, que es una figura familiar, la gente de pronto esté hablando con quién estoy saliendo. Porque no es relevante”, aclaró con firmeza.
Para Masías, la separación entre su vida privada y su carrera profesional es fundamental. Aunque su carrera lo ha puesto en el ojo público, prefiere que su legado se centre en su contribución a la gastronomía y no en su vida amorosa. Esta postura resuena con muchos de sus seguidores, quienes valoran su dedicación y profesionalismo.
Javier Masías y el impacto de la fama
En la conversación, Javier Masías compartió detalles de su reciente experiencia como jurado en el popular programa de Latina, ‘El Gran Chef Famosos’. Al ser consultado sobre si su participación en un reality show podría afectar su imagen como crítico gastronómico serio, admitió haber tenido miedos iniciales.
“Cuando aprendí a jugar ajedrez, mi profesor me dijo que uno siempre tenía que imaginarse que el otro rival era el mejor posible, que iba a hacer la mejor jugada. Cuando realicé mi actividad profesional como crítico, siempre he escrito para el mejor lector posible,” explicó el crítico.
El componente humano y el humor también fueron resaltados por el vudú culinario como elementos esenciales en su vida y trabajo. “Cualquier persona inteligente sabe que el humor es una parte esencial de la vida y un síntoma inequívoco de inteligencia,” expresó.