El legado del sacerdote que cambió la historia de Chacas y lo convirtió en un pueblo de artesanos

Sus maravillosas montañas, su clima y su gente es lo primero que impresiona de Huaraz. Sin embargo, solo es el comienzo de la experiencia y la historia que te ofrece la región Áncash. Infobae Perú viajó a unos 100 kilómetros aproximadamente de distancia de la ‘Suiza Peruana’ para llegar hasta el distrito de Chacas, ubicada en la parte central de la denominada zona de Conchucos. Solo al pisar la plaza de armas de esta ciudad se visualiza una imagen que todo chacasino o chacasina le rinde homenaje: se trata del sacerdote Ugo de Censi.

El inolvidable sacerdote, originario de Italia y miembro devoto de la Congregación Salesiana, marcó profundamente la vida de los residentes del pequeño y remoto pueblo. De Censi pisó Chacas en 1976 al ser designado párroco de esta comunidad, localizada a 3.400 metros sobre el nivel del mar.

Pasaron dos años desde que el sacerdote italiano recorrió los caseríos, pero ya mostraba un cansancio y, a veces, se sentía “incomprendido” por algunos pobladores. No obstante, Santos Falcón fue quien habló para convencerlo de que no se fuera de la ciudad. “Si nos dejas padre, ¿a dónde iremos? ¿Quién se ocupará de nosotros?”, relata.

Ugo de Censi quedó inmediatamente conmovido por las carencias que enfrentaban los campesinos locales. Muchos de ellos se veían forzados a abandonar sus hogares y familias en busca de mejores oportunidades, una migración que desintegraba la comunidad y condenaba a muchos a vivir en la pobreza y la incertidumbre.

Uno de los alumnos de Censi, Teodorico Tafur Obregón, lo recuerda como un hombre excepcional y el mejor maestro que cambió la historia de un pueblo que desde mucho tiempo había sido olvidado por las autoridades. Además, confiesa cuál es la frase que el padre utilizaba para motivarlos cada día.

Tafur Obregón se confiesa con nosotros y menciona que un ciudadano extranjero lo hace reflexionar en torno al trabajo del sacerdote. Si esta labor la replicara una autoridad que buscara el crecimiento de su pueblo, otra sería la historia de cada rincón del país —en palabras del maestro—.

De Censi ya había convivido con los pobladores por más de un año y su objetivo para el distrito de Chacas era avanzar. La pobreza era uno de los golpes más fuertes para el pueblo, por lo que el padre tomó una iniciativa que transformaría no solo a los jóvenes, sino también a la comunidad en su conjunto.

Además, cuando entraba en la iglesia sentía que debía ser arreglada, debido a que estaba deteriorada por el paso de los años. Es así como le sugirieron evaluar una escuela de carpinteros, por lo cual nació el Taller Don Bosco en 1979, conformado por un pequeño grupo de jóvenes, quienes no pudieron terminar sus estudios o eran huérfanos.

Sin embargo, esto no culminaría aquí, debido a que apostaba por mejores oportunidades y que los jóvenes no abandonaran sus hogares. Al mismo tiempo, se buscaban convenios con el Estado para respaldar esta iniciativa y así pudieran reconocer los estudios a los que ingresaban al taller.

No fue fácil, pero se logró formar el Colegio Secundario de Don Bosco, el cual cubría todos los gastos de los jóvenes durante su permanencia. No solo los hombres tenían la oportunidad, sino también las mujeres. Ellas se dedicaban al arte, restauración, vitro fusión, tejido y mosaico.

La labor del sacerdote no terminaría en esta escuela, sino que su mirada estaba enfocada a la superación gracias al talento que había evidenciado. No quería que los jóvenes abandonaran su pueblo y migraran a la ciudad, como también tenían que dar un rumbo a la escuela.

Esto significó la creación de la Familia de Artesanos Don Bosco, donde tendrían una oportunidad laboral cerca de sus hogares. Italia se ha convertido en uno de los mejores mercados para la venta de los trabajos que realizan mujeres y hombres hasta el día de hoy.

Al acudir al Taller Don Bosco podrás apreciar camas, cuadros, repisas, joyas, aretes y otros artículos trabajados a mano por los que laboran en el lugar.

La educación no solo era prioridad para de Censi, sino también la salud. Los chacasinos tenían que viajar horas para ser atendidos. Es así como se convirtió en el principal gestor para la construcción del Hospital Mama Ashu, el cual se inauguró en 1994. “Servirá este hospital para que los pobres sean atendidos por ricos,” se lee en el cuadro que yace en el taller Don Bosco.

En caso de no existir este centro médico, tendrían que viajar hasta Huaraz para encontrar una cita. E incluso este hospital es el más moderno de la ciudad que atiende principalmente a las personas de extrema pobreza.

Las obras continuarían y ahora era importante que el centro de salud contara con médicos y enfermeras. De esta manera, el 17 de junio de 1988 nace el Instituto de Educación Superior Tecnológico Privado Don Bosco, donde luego de cinco años nace la carrera de Enfermería.

Su labor no solo era conocida en Chacas, en la capital también se había ganado el corazón de muchas personas. Édgar Aliaga, un antiguo estudiante que tuvo el privilegio de conocer al padre de Censi durante su época escolar, destacó la gran estima que tenían por él. El sacerdote solía visitar diversos colegios en la capital para incentivar a los estudiantes a participar en ayuda humanitaria en caseríos.

Este es el legado del padre Ugo de Censi que cambió la vida de Chacas y lo convirtió en un pueblo autosostenible. Precisamente, en cada negocio que acudas encontrarás el retrato del sacerdote que unió a esta comunidad y se ha quedado en el recuerdo de cada uno.

En 1572 se fundó la localidad de San Martín de Chacas. En la actualidad, este pueblo ha ganado un notable reconocimiento por sus impactantes paisajes naturales que han llevado a la Organización Mundial del Turismo (OMT) a designarlo como uno de los ‘‘Mejores Pueblos Turísticos del Mundo 2023′.

Para llegar a la localidad también tendrás que tener resistencia a la altura, debido a que pasarás por la conocida Punta Olímpica —túnel más alto del país—. Una alternativa para que no solo puedas conocer su historia de esta comunidad, sino también involucrarte y apreciar su arte, el cual ha cruzado las fronteras.