El presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, rechazó las afirmaciones del dictador Nicolás Maduro, quien acusó a Perú de tener centros de entrenamiento donde presuntamente se ha capacitado a ciudadanos venezolanos que están en contra del régimen y que han sido detenidos por protestar en su país natal.
El premier le recordó a Maduro que el Perú acogió a más de un millón y medio de venezolanos “por la situación de crisis humanitaria en la que se encontraban como consecuencia” de su “desgobierno”. Situación que además provocó en el país inca un repunte en la criminalidad que la Policía peruana ha intentado controlar.
“Nosotros no somos centros de entrenamiento de nada que tenga que ver con la criminalidad. Por el contrario, con profunda tristeza y pesar, hemos podido comprobar que muchos de los crímenes cometidos en los últimos meses tienen su origen, lamentablemente, en ciudadanos de esa nacionalidad. Eso no debería afectar, por supuesto, el buen hacer de la mayoría de migrantes venezolanos que radican en nuestro país”, mencionó en conferencia de prensa.
El primer ministro peruano lamentó también la naturaleza de las declaraciones de Nicolás Maduro “que no hacen sino profundizar la situación de crisis a la que Venezuela ha conducido las relaciones entre dos naciones hermanas históricamente”. Y agregó que el gobierno peruano no volverá a responder otras acusaciones del dictador.
“Por lo demás, no corresponde a nosotros, estando la situación diplomática en el estado en que se encuentra, seguirnos pronunciando y menos responder a improperios de la persona que usted a referido”, manifestó en respuesta a la pregunta de un periodista.
¿Qué dijo Maduro sobre el Perú?
En el marco de las protestas antigubernamentales que se viven en Venezuela por el fraude electoral en las elecciones del 28 de julio que ratifican al dictador Nicolás Maduro en la presidencia, ciudadanos venezolanos han iniciado protestas en distintos puntos del país. En respuesta, el régimen chavista ha ordenado a sus militares y policiales reprimir a los manifestantes, situación que ha causado la muerte de 17 civiles y miles de detenidos.
El miércoles 31 de julio, en una conferencia de prensa, el dictador venezolano aseguró que todos los detenidos son ciudadanos que salieron del país y regresaron luego de haber sido “entrenados en centros de entrenamientos de Chile y Perú […] Regresaron al país desde hace 15 días con planes de que atacar, donde atacar y a quien atacar, y plata”, expresó el mandatario venezolano desconociendo el reclamo de sus electores quienes exigen que salga del poder.
Venezuela rompe relaciones diplomáticas con Perú
El 30 de julio, Nicolás Maduro formalizó el rompimiento de las relaciones diplomáticas con Perú luego que la administración de Dina Boluarte lo acusara de “desconocer la voluntad” del pueblo venezolano y reconociera al opositor Edmundo Gonzáles como presidente electo, en el marco de las denuncias y pruebas publicadas en redes sociales sobre el fraude electoral que dan como ganador nuevamente al régimen chavista.
“El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela ha decidido romper relaciones diplomáticas con la República del Perú, sobre la base del Artículo 45 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961″, informó el canciller venezolano, Yván Gil, en su cuenta de X.
Venezuela, inmediatamente, ordenó el retorno de su embajador y el desmonte de la oficina consular en Lima. Esta situación ha dejado a miles de venezolanos que radican en Perú en total desprotección, muchos de los cuales habían iniciado trámites de pasaporte y visa, documentos que aún estaban en proceso luego de que el gobierno peruano endureciera las medidas migratorias de ingreso y permanencia de venezolanos en el país, medida que había previsto el gobierno de Boluarte ante una posible segunda ola migratoria.