La exposición del canciller Javier González Olaechea en el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) ante el fraude electoral cometido en Venezuela fue interrumpida por una simpatizante de Pedro Castillo, quien además de pedir libertad para el vacado exdignatario, calificó a la mandataria Dina Boluarte de “asesina”. Ante la falta de acción por parte del presidente del grupo, Ronald Sanders, el ministro no solo expuso su malestar, sino que criticó fuertemente al organismo.
Visiblemente ofuscado, el titular del Ministerio de Relaciones Exteriores precisó que la sucesora de Castillo asumió conforme al proceso y a la Constitución peruana. “Es más, voy a hacer esta aclaración, ya que el señor presidente no ha puesto orden conforme al reglamento”, indicó.
A continuación, reveló que un representante ausente, sin mencionar quién, le pidió que le entregue al candidato presidencial de Perú Libre y mandaría un avión por él. “Lo tengo en chat. Le dije ok, ‘preséntame una nota verbal’ que nunca llegó”, detalló.
Asimismo, recordó que cuando se apresó a Pedro Castillo por violar la Constitución del país, pasó por todos los exámenes médicos legistas y ni siquiera su esposa, Lilia Paredes, denunció que su salud estaría en peligro; sin embargo, la OEA envió una comisión para cerciorarse de ello.
“No hubo nadie en el mundo, ni siquiera una persona; sin embargo, a los cuatro días llegaron tres comisionados de esta organización para verificar el estado del señor Castillo”, hecho que catalogó de “turismo político e ideologizado”.
Cabe mencionar que durante la detención del exjefe de Estado, el canciller todavía no asumía el cargo que, en ese entonces, le pertenecía a Ana Gervasi. No obstante, por sus nexos, no se descarta que la conversación sea verídica. Entonces, los países en contra de la sucesión de Boluarte eran México, Nicaragua, Cuba y Venezuela.
Sobre las personas que llegaron al país, provenientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), órgano principal y autónomo de la OEA, vale recordar que se dio por invitación de la Cancillería ante la crisis desatada luego del autogolpe de Pedro Castillo.
“La CIDH agradece la invitación del Estado peruano para realizar una visita técnica, la cual llevará a cabo del 20 al 22 de diciembre y reconoce esta apertura para la construcción de canales de diálogo como vía para atender la conflictividad social”, señaló la entidad entonces.
Aunque la visita se enfocó en las protestas que, hasta entonces reportaban 21 personas fallecidas y 210 heridas, también visitaron al exjefe de Estado en el penal de Barbadillo. “Nos entrevistamos con el exmandatario y su defensa técnica y verificamos que condiciones de reclusión se ajustan a las previstas en Código de Ejecución Penal”, mencionó la Defensoría luego de acompañar al equipo técnico de la CIDH.
Molesto por posición sobre Venezuela
En otro momento, el canciller peruano arremetió contra los 11 países que se abstuvieron de votar a favor de exigir al régimen de Nicolás Maduro la publicación inmediata de las actas de las elecciones presidenciales en Venezuela, celebradas el domingo anterior. La sesión extraordinaria, realizada en Washington, tuvo 17 votos a favor, 11 abstenciones, incluyendo a Brasil, Colombia y México, y cinco ausencias.
Para González Olaechea la abstención es una “falta de voluntad para expresar una posición clara” sobre la verificación de los votos en unas elecciones que considera fraudulentas. “Pero aún es peor para quienes no se han apersonado, ni siquiera por vía electrónica o por Internet,” sostuvo.
“¿Entonces preguntamos por qué el Latinobarómetro nos dice cada año que nuestros ciudadanos, especialmente nuestros jóvenes, no creen en los políticos, no creen en la democracia ni en el sistema representativo? Porque ven esto, justamente; estas 11 abstenciones”, agregó.