Día del Cajón Peruano: la historia detrás del instrumento que no se consideraba musical antes de la independencia del Perú

El artefacto sonoro más representativo de la música afroperuana tiene una historia compleja que abarca tanto el período colonial como el republicano. Durante el virreinato, se desarrollaron melodías bajo ciertas restricciones

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La expansión internacional del cajón
La expansión internacional del cajón peruano a otros géneros se dio en gran medida gracias a la influencia de destacados músicos. (Composición Infobae: Andina / Difusión)

El cajón peruano es mucho más que un instrumento de percusión; es un símbolo de identidad y resistencia cultural. Desde una perspectiva intelectual, su simplicidad ingeniosa y su capacidad para producir una amplia gama de sonidos han fascinado a estudiosos de la música y la etnografía. Emocionalmente, el cajón conecta al ejecutante y al oyente con las raíces afroperuanas.

Cada golpe en su superficie de madera palpita con la fuerza de un legado ancestral, vivo en las manos de quienes lo tocan. Los sonidos y ritmos característicos del cajón se pueden escuchar en canciones como “Toro mata”, “Ritmo, color y sabor” y “Me gritaron negra”, temas musicales que emocionan a todos los peruanos, y en especial, a la comunidad afroperuana.

Ahora bien, conocer la historia del cajón peruano es importante para los peruanos, ya que este instrumento es mucho más que una simple caja de madera; es un símbolo de resistencia y creatividad de los esclavos africanos traídos al Perú. A pesar de ser despojados de su libertad, estos individuos crearon sonidos eternos. Descubrir su origen y evolución permite a las personas comprender cómo la lucha y la adaptación han moldeado el patrimonio cultural.

En el siglo XVI, los
En el siglo XVI, los africanos llegaron al Perú para trabajar para los españoles. Además de su mano de obra, trajeron consigo una valiosa herencia cultural y tradiciones musicales. (Difusión)

Historia del cajón peruano

El cajón peruano, uno de los instrumentos más representativos de la música afroperuana, tiene una historia compleja que se conecta con los períodos colonial e independiente del Perú. Este artefacto sonoro, que hoy día se toca en géneros tan diversos como el flamenco español y la música pop latinoamericana, tiene sus raíces en la llegada de los españoles al Perú en el siglo XVI y la forzada introducción de esclavos africanos que trajeron no solo su trabajo, sino también su cultura y tradiciones musicales.

En la colonia, los esclavos africanos tenían prohibido el uso de tambores. Respecto a este asunto, Garcia Guerrero escribió lo siguiente en su artículo “Del Cajón Peruano al Cajón Flamenco”: “Hacia principios del siglo XVII se hizo pública una prohibición de la Iglesia católica para el uso de los tambores que utilizaban los esclavos, al considerarlos paganos y así evitar la comunicación a distancia. Existía miedo por parte de las instituciones de la época, de que este instrumento sirviera para que entre ellos se comunicaran y pudieran de alguna manera suponer un peligro para las intenciones de la corona”.

Ante ello, las personas de ascendencia africana ingeniosamente crearon alternativas para expresar su arte de la percusión; utilizaron objetos cotidianos, como cajas rústicas de madera, las cuales servían para el transporte de mercancías. De esta forma, se originó el cajón como un modo de resistencia cultural y expresión creativa en el Perú.

Con manos laboriosas, los africanos
Con manos laboriosas, los africanos crearon melodías que perduraron a lo largo del tiempo. (elbibliote.com)

El cajón comenzó como una alternativa improvisada y se utilizó en combinaciones con otros objetos caseros como cucharas de madera, calabazas huecas, sillas y mesas para formar complejos ritmos. Pero, ¿en qué año sucedió esto?

Las tradiciones musicales afroperuanas están documentadas principalmente en crónicas y dibujos de los siglos XVIII y XIX. Los colonizadores españoles prohibieron el uso de tambores de piel en 1563, citando razones de orden público, lo que llevó a los afrodescendientes a crear alternativas como la cajita y la quijada de burro. Tras la abolición de la esclavitud, el cajón hizo su aparición. Su primera mención registrada está en una publicación de 1848, en la cual un viajero francés describe las Fiestas de Amancaes en Lima y asocia el cajón al ritmo de la zamacueca.

En ese sentido, Rafael Santa Cruz dijo lo siguiente en el programa “Tiempo después” de TV Perú: “Los testimonios más antiguos siempre relacionan el cajón con la zamacueca. En 1848, un francés escribió sobre el cajón, constituyendo el primer registro conocido del instrumento. En ese entonces, no lucía como un instrumento musical ni era considerado como tal”.

El instrumento ganó popularidad y sufrió transformaciones a lo largo de los años. Fue en el siglo XX cuando Porfirio Vásquez, músico y descendiente afroperuano, redefinió el cajón, estableciendo las dimensiones estándar que conocemos hoy: 47 cm de alto, 32 cm de ancho, con un agujero redondo en la parte central de uno de sus lados. Este rediseño facilitó su adopción en otros géneros musicales.

El sonido del cajón peruano
El sonido del cajón peruano se produce con el contacto de la mano contra la madera, generando agudos y graves. (Perú Travel)

La expansión internacional del cajón peruano a otros géneros se dio en gran medida gracias a la influencia de destacados músicos y promotores. Una narrativa indica que en la década de 1950, la compañía Pancho Fierro, dirigida por el músico e investigador de música criolla y afroperuana José Durand Flórez, contribuyó a difundir este instrumento. Durand Flórez se dedicó a la preservación y promoción de la música afroperuana, y el cajón se convirtió en un elemento medular de sus investigaciones y presentaciones.

Marco Aurelio Denegri también dio declaraciones sobre el cajón en el programa “Tiempo después”. “El cajón era un realzador de fiestas y estaba fuertemente asociado con la negritud y la sensualidad; conectaba con la forma cinética del movimiento afroperuano. En los testimonios antiguos, se percibía como algo primitivo. Hubo que esperar hasta mediados del siglo XX para poder registrar la presencia de algunos cajoneadores”, sostuvo.

En la actualidad, el cajón peruano es enseñado en academias de música de todo el mundo y ha sido adoptado por numerosos géneros musicales más allá del flamenco, como el jazz, el pop y la música electrónica. Esto muestra la increíble adaptabilidad y el aprecio generalizado por este instrumento, que ha cruzado fronteras y épocas para convertirse en un símbolo global de la música y la cultura.

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