El libro 200 años después. Los escolares preguntan, los historiadores responden, elaborado en el marco del programa Proyecto Especial Bicentenario y publicado en 2021, tendrá una nueva edición que presenta un cambio llamativo: la “Presentación” que estaba elaborada por la reconocida historiadora Carmen Mc Evoy ha sido retirada y en su reemplazo se muestra las “Palabras Preliminares” de la presidenta de la República, Dina Boluarte Zegarra, además de una especie de introducción firmada por la actual ministra de Cultura, Leslie Urteaga Peña, quien usualmente defiende a la mandataria de los numerosos cuestionamientos que ha recibido en los últimos meses.
El texto dirigido a escolares forma parte de la Biblioteca Bicentenario y “examina la independencia del Perú e hitos importantes de nuestra historia republicana a través del planteamiento de interrogantes formuladas por escolares”, las cuales son respondidas de forma sencilla por historiadores e historiadoras, según se menciona en la primera edición.
La obra fue resultado del trabajo conjunto entre Ministerio de Educación (sobre todo de los COAR) y el Proyecto Especial Bicentenario el cual, para este caso, agrupó 37 intelectuales como la propia historiadora Carmen Mc Evoy, Gustavo Montoya, María Emma Mannarelli, Marcel Velázquez, entre otros.
Labor intelectual ad-honorem
Además, los miembros del comité editorial de entonces señalaron a este medio que su labor para la producción de ese libro, así como el de la colección Nudos de la República y otra de Fuentes Primarias fue ad-honorem. Indicaron que se trató de un trabajo de dos años que incluyó decenas de conferencias y cátedras bicentenarias.
En la edición de 2021, Carmen Mc Evoy aparece como presidenta del consejo consultivo del Proyecto Especial Bicentenario y realiza una pertinente “Presentación” en la que explica el propósito del libro y los múltiples escenarios y actores que caracterizan la independencia peruana como “el recuerdo de la Gran Rebelión de Túpac Amaru II” en la memoria de los cusqueños en 1814, los ejércitos expedicionarios extranjeros y “ejércitos guerrilleros de pueblos, villas y distritos, algunos de los cuales se alzaron en armas por la causa realista”.
Sin embargo, según indicó la propia historiadora en su cuenta de X (antes Twitter) su “Presentación” no a aparece en la nueva edición y, en cambio, se ha agregado otro texto atribuido a la presidenta Dina Boluarte y el de la ministra de Cultura, Leslie Urteaga.
“Palabras” de Dina Boluarte
Infobae Perú consiguió capturas de la nueva edición del libro Los escolares preguntan, los historiadores responden. El texto firmado por Boluarte está constituido por menos de tres párrafos en los que señala que espera “abrir espacios de diálogo, reflexión y debate” sobre cómo se piensa hoy el proceso de independencia.
En el último párrafo, Boluarte usa la misma cita que Mc Evoy hizo en la primera edición sobre el historiador tacneño Jorge Basadre y su llamado a hacer realidad “la promesa de la vida peruana”.
De modo similar, el texto firmado por la ministra Urteaga, también de tres párrafos, aparece con el título “Nuestro Bicentenario” reitera su llamado a “dialogar y encontrarnos en nuestras diferencias”. “A unirnos como lo hicimos hace 200 años”, agrega.
Otro texto incluido en la nueva edición es el Percy Barranzuela Bobilla, director Ejecutivo del Proyecto Especial Bicentenaria desde el 2023, el cual repite los tópicos de las introducciones de Boluarte y Urteaga y expresa más elogias a libro.
Derechos intelectuales
Cabe señalar que Mc Evoy también mencionó en su cuenta de X que la nuevo edición no le da “ningún crédito al equipo que lo concibió”.
Infobae Perú consultó con el editor y escritor José García Cosavalente quien explicó que en el mundo editorial la lógica que se sigue es que, quien paga los sueldos de los intelectuales que realizan la obra, en este caso el Proyecto Especial Bicentenario financiado por el Estado, se apropia del resultado de dicho trabajo. Sin embargo, añadió que en ciertos escritos de índole más intelectual deberían aparecer sus gestores, sobre todo los trabajos realizados ad-honorem.
Precisó que si bien, en este caso, omitir los nombres no es algo ilegal, el Estado no sigue direcciones internacionales de derechos de autor que valoran el trabajo intelectual.