El observatorio astronómico de Harvard, ubicado frente al volcán Misti, ayudó en la formulación de la teoría del Big Bang

Con el telescopio Bruce se pudo fotografiar las Nubes de Magallanes y amplias regiones de los cielos australes. Este instrumento óptico, que inicialmente se iba a instalar en Chosica, permitió a los científicos obtener imágenes detalladas del firmamento

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En la década de 1890, la Universidad de Harvard instaló el observatorio astronómico en el distrito de Cayma, Arequipa. 
(Infobae: Instituto de Investigación Astronómico y Aeroespacial Pedro Paulet)
En la década de 1890, la Universidad de Harvard instaló el observatorio astronómico en el distrito de Cayma, Arequipa. (Infobae: Instituto de Investigación Astronómico y Aeroespacial Pedro Paulet)

A lo largo de la historia, el ser humano ha mostrado un interés insaciable por desentrañar los misterios del cosmos. Desde las primeras civilizaciones, los babilonios y egipcios ya observaban el cielo con el objetivo de registrar los movimientos de los astros y, así, crear los primeros calendarios. En la Edad Media, los astrónomos islámicos crearon detallados catálogos estelares para mejorar la precisión astronómica. Mientras tanto, en el Renacimiento europeo, figuras como Galileo, quien con sus observaciones telescópicas confirmó la teoría heliocéntrica, sentaron las bases de la astronomía moderna.

El siglo XX marcó una era dorada con la carrera espacial, donde la llegada del hombre a la Luna en 1969 se convirtió en un hito de exploración y tecnología. Hoy, con la exploración de Marte y la observación de galaxias lejanas, la humanidad sigue impulsada por el mismo afán ancestral de conocer lo que hay más allá de nuestro planeta.

Pocas décadas antes de que Neil Alden Armstrong, astronauta estadounidense y comandante de la misión Apollo 11, pusiera un pie sobre el satélite de la Tierra, se instaló en Perú un telescopio Bruce de 24 pulgadas, con el cual se comenzó a fotografiar el firmamento.

Telescopio Bruce, con el cual Edward Emerson Barnard creó su Atlas de la Vía Láctea.  
(Instituto de Investigación Astronómico y Aeroespacial Pedro Paulet)
Telescopio Bruce, con el cual Edward Emerson Barnard creó su Atlas de la Vía Láctea. (Instituto de Investigación Astronómico y Aeroespacial Pedro Paulet)

El país sudamericano captó la atención de la comunidad científica en los últimos años del siglo XX, un periodo en el que existían escasos estudios sobre las Nubes de Magallanes, dos galaxias enanas satélites de la Vía Láctea. Sin embargo, la instalación de un observatorio astronómico en suelo peruano para fotografiar las constelaciones que no podían estudiarse desde la sede de Cambridge, en Massachusetts, marcó un punto de inflexión en la astronomía.

Es importante señalar que el telescopio Bruce, con el cual Edward Emerson Barnard creó su Atlas de la Vía Láctea, fue un instrumento óptico medular para fotografiar las Nubes de Magallanes y amplias regiones de los cielos australes. Este observador estelar, que inicialmente se iba a instalar en Chosica, permitió a los científicos obtener imágenes detalladas del firmamento.

El observatorio astronómico de Harvard frente al volcán Misti

Arequipa, conocida por sus espléndidos atractivos turísticos como el Cañón del Colca, el Monasterio de Santa Catalina y las canteras de Sillar, no solo deslumbra por su riqueza cultural y natural. Esta ciudad, custodiada por el imponente volcán Misti, también cuenta con la histórica sede donde se instaló un observatorio astronómico, un lugar donde, en el pasado, el cielo nocturno revelaba sus misterios.

En la década de 1890, la Universidad de Harvard instaló un observatorio astronómico en el pueblo de Carmen Alto, en el distrito de Cayma, Arequipa, y una estación meteorológica en la cima del volcán Misti. Este esfuerzo fue liderado por Edward Charles Pickering, director del Observatorio del Harvard College, cuyo objetivo era instalar el primer gran observatorio en el hemisferio sur. Su visión se hizo realidad en 1899, cuando los astrónomos comenzaron a emplear el telescopio Bruce para observar el cielo desde Perú.

En parte de este terreno agrícola se instaló el observatorio astronómico de Harvard.   
(Instituto de Investigación Astronómico y Aeroespacial Pedro Paulet)
En parte de este terreno agrícola se instaló el observatorio astronómico de Harvard. (Instituto de Investigación Astronómico y Aeroespacial Pedro Paulet)
Antes de la instalación del observatorio, los investigadores emprendieron una serie de exploraciones. En 1889, una comisión científica de la Universidad de Harvard, dirigida por Solon I. Bailey, llegó al puerto del Callao en busca de un lugar propicio para realizar observaciones astronómicas.

Inicialmente, se dirigieron a Chosica, en Lima, pero pronto notaron que el cielo limeño no era adecuado, especialmente durante la temporada de lluvias. Esto los llevó a explorar más al sur, donde encontraron en Arequipa, específicamente en el distrito de Cayma, un clima ideal para sus actividades. Fue allí donde, en 1897, el telescopio Bruce de 24 pulgadas comenzó a captar imágenes celestiales.

El aparato de exploración estelar utilizado por los investigadores tenía características que asombraban a los estudiosos. Respecto a los elementos de la herramienta de los astrónomos, el Instituto de Investigación Astronómico y Aeroespacial Pedro Paulet de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa señaló lo siguiente: “Este refractor de 61 cm de abertura era un instrumento monstruoso y enorme para su época. Con una exposición de una hora podía fotografiar estrellas más tenues de la magnitud 16, y en una sola placa fotográfica de grandes dimensiones podía cubrir un campo tan extenso como el que abarca la Osa Mayor. Contaba, además, con un refractor Boyden de 13″, una cámara Cooke, una cámara Metcalf de 10″ y una cámara Bache de 8″”.

Con el telescopio Bruce se logró obtener placas de vidrio que contenían imágenes detalladas del cielo nocturno, incluyendo estrellas, galaxias y otros cuerpos celestes. Estas placas fotográficas permitieron a los astrónomos analizar y preservar las observaciones realizadas.

Las placas de vidrio del telescopio Bruce fueron analizadas por mujeres en la Universidad de Harvard.     
(YouTube Liga Iberoamericana de Astronomía)
Las placas de vidrio del telescopio Bruce fueron analizadas por mujeres en la Universidad de Harvard. (YouTube Liga Iberoamericana de Astronomía)

Bailey logró registrar cientos de cúmulos globulares ―agrupaciones esféricas de estrellas que orbitan el núcleo de una galaxia como un satélite― utilizando las placas fotográficas que se enviaban a la Universidad de Harvard. En 1899, William Pickering descubrió la novena luna de Saturno, Phoebe, gracias a este método. En 1901 y 1902, se lograron identificar los asteroides 475 ‘Ocllo’, 504 ‘Cora’ y 505 ‘Cava’, los primeros en ser bautizados con nombres de origen quechua.

Estas placas de vidrio eran meticulosamente analizadas por un grupo de mujeres en la Universidad de Harvard, conocidas como las ‘calculadoras’. Estas científicas, dotadas de sólidos conocimientos en matemáticas y física, desempeñaban un papel medular en la supervisión y análisis de los datos astronómicos.

El observatorio astronómico ayudó en la formulación de la teoría del Big Bang

La teoría del Big Bang, ampliamente aceptada en la cosmología, propone que el universo se originó hace aproximadamente 13,8 mil millones de años a partir de un estado extremadamente denso y caliente. Según esta hipótesis, el universo ha estado en constante expansión desde aquel momento inicial. Las primeras evidencias de esta expansión fueron proporcionadas por Edwin Hubble, quien observó que las galaxias se alejan entre sí.

Ahora bien, la teoría del Big Bang está relacionada con el observatorio astronómico de Harvard, el cual fue instalado en Arequipa. Según el Instituto de Investigación Astronómico y Aeroespacial Pedro Paulet de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, el observatorio “ayudó a estudiar la teoría del Big Bang”.
El Big Bang, más que una explosión hacia el exterior en un espacio preexistente, fue una expansión de todo el espacio a partir de un estado inicial compacto.               
(marca.com)
El Big Bang, más que una explosión hacia el exterior en un espacio preexistente, fue una expansión de todo el espacio a partir de un estado inicial compacto. (marca.com)

Las mujeres de Estados Unidos jugaron un rol importante luego de que se instalara el observatorio astronómico en la ‘Ciudad Blanca’. Precisamente ellas fueron quienes analizaron las placas de vidrio en la Universidad de Harvard y obtuvieron datos reveladores. En diálogo con la Liga Iberoamericana de Astronomía, el otrora presidente de la Asociación Peruana de Astronomía, Javier Ramírez Guija, dijo lo siguiente:

“Ellas desarrollaron la clasificación del tipo espectral de las estrellas y dieron información sobre la ley de periodo de luminosidad”.

Una de las mujeres destacadas que trabajaron en la casa de estudios de USA, fue Henrietta Leavitt. A través del análisis de las placas fotográficas, logró identificar cuánto tiempo tardaba una estrella en recuperar su brillo inicial y cómo calcular su luminosidad intrínseca. La información descubierta por la astrónoma Leavitt fue asimilada por Edwin Hubble, quien la utilizó para abordar el tema de las distancias de las galaxias. El astrónomo descubrió que cuanto más distante era una galaxia, más rápidamente se alejaba de nosotros, proporcionando así la primera evidencia de la expansión del universo.

En el espacio que ocupaba el telescopio Bruce, ahora se alza una capilla.                        
(YouTube Conoce con Deyvis Stiff)
En el espacio que ocupaba el telescopio Bruce, ahora se alza una capilla. (YouTube Conoce con Deyvis Stiff)

El trabajo de Leavitt fue medular para los descubrimientos de Hubble, que resultaron trascendentales para la formulación de la teoría del Big Bang. La observación de un universo en constante expansión apoyó la idea de que todo se originó a partir de un estado inicial extremadamente denso y caliente.

El observatorio astronómico de Harvard, ubicado frente al volcán Misti, operó hasta 1927, año en que fue desinstalado. Es preciso señalar que todo su instrumental fue trasladado a una estación en Sudáfrica. Finalmente, la sede que albergó a los científicos y al potente telescopio Bruce se ha convertido en un mirador, el cual es visitado anualmente por numerosos turistas de distintas latitudes del mundo.

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