La crisis en Venezuela ha alcanzado un punto crítico tras el fraude electoral, orquestado por Nicolás Maduro. Los comicios amañados y la subsiguiente represión brutal contra manifestantes, que hasta el momento ha cobrado la vida de al menos 16 venezolanos, entre ellos menores de edad, han generado una ola de condenas internacionales y un fuerte rechazo por parte de políticos y autoridades peruanas.
Varios congresistas y figuras públicas en Perú han expresado abiertamente su postura, condenando el fraude y las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen de Maduro. Sin embargo, en medio de esta situación de emergencia humanitaria y política, la congresista Sigrid Bazán ha optado por difundir otros temas en sus redes sociales.
El silencio de Bazán frente a las brutales represiones que sufren los ciudadanos venezolanos ha sido objeto de numerosos comentarios, que se exacerbaron por la decisión de la parlamentaria de anunciar un proyecto de ley que se enfoca en la protección de la integridad y el bienestar mental de las gallinas.
Este proyecto, presentado como “una medida de salud pública”, destaca la crueldad de las llamadas “jaulas de batería” utilizadas en la producción de huevos y propone que las empresas agreguen etiquetados a los huevos para informar sobre sus métodos de producción.
El proyecto de ley de Sigrid Bazán que ha generado rechazo en redes sociales
El martes 30 de julio, a las 9:09 de la noche, Bazán publicó en su cuenta de X (antes Twitter) un video y el siguiente comentario:
“¿Sabías que un 98% de la producción de huevos de gallina se realiza mediante el uso de las llamadas “jaulas de batería”, método que además de ser cruel, es la causa de ciertas enfermedades para las gallinas, que representan un grave riesgo para los consumidores? Por ello he presentado un proyecto de ley que busca garantizar el derecho de los consumidores a acceder, a través del etiquetado, a una información veraz, objetiva, detallada y suficiente de los sistemas de producción de huevo.”
Restringiendo las respuestas solo a las cuentas mencionadas, Bazán recibió numerosas citas a su posteo criticando su enfoque:
- “Hay cientos de URGENTES problemas en el país, pero esta chica (que sabe Dios qué prioridades la motivan) lanza un proyecto de ley que está en el orden de importancia N° 574,982 (exagerando). O sea, los pollos y gallinas están deprimidas y deben ser felices para que pongan huevo”.
- “¿Ahora habla de huevos? Tanto que se quiere colgar de la nutrición para obtener votos, porque no dice NADA de Venezuela y de la pobreza y hambre que han incrementado por culpa de quien defiende”.
- “¿En serio? ¿Ni una palabra sobre Maduro? Ya sabemos cuál es la posición de la mal llamada ‘izquierda democrática’. Igual que Durand, con las acciones machistas de Bellido.”
- “Hasta el huevo...de la gallina es más importante para Sigrid Bazán, que el fraude y represión que está cometiendo Maduro contra el pueblo venezolano.”
Es innegable que la protección animal es una causa digna y necesaria, pero para muchos resulta incomprensible que Bazán decida enfocar su atención en este tema mientras miles de venezolanos sufren bajo la dictadura de Maduro. La congresista ha sido una figura vocal en otras ocasiones, levantando su voz en contra de los atentados contra las poblaciones a manos de gobiernos autoritarios. Sin embargo, en esta ocasión, su silencio respecto al fraude electoral en Venezuela y la brutal represión de manifestantes pacíficos resulta ensordecedor.
Escalada de violencia en Venezuela
Desde que se dieron los resultados de las elecciones fraudulentas, Venezuela ha sido testigo de un aumento significativo en la violencia estatal. Nicolás Maduro, quien ha sido acusado de manipular los resultados para mantenerse en el poder, ha respondido con mano dura a las protestas y manifestaciones en su contra. Los informes de abusos de derechos humanos, detenciones arbitrarias y torturas son alarmantes.
En el contexto actual, la crisis humanitaria en Venezuela es devastadora. Más de 19 millones de personas necesitan asistencia humanitaria, y el país enfrenta una de las tasas más altas de desnutrición en América del Sur, de acuerdo con los informes de Human Rights Watch. La situación de los servicios públicos es crítica, con frecuentes cortes de electricidad y escasez de agua potable que afectan gravemente la atención médica y las condiciones de vida.
La represión del régimen de Maduro no ha hecho más que empeorar esta situación. En las recientes protestas, decenas de manifestantes han sido detenidos y se han reportado múltiples casos de tortura. El sistema judicial, controlado por el gobierno, no ha tomado medidas para investigar estos abusos.
La crisis migratoria es otro aspecto trágico de la situación. Más de 7.7 millones de venezolanos han huido del país desde 2014, buscando refugio en países vecinos como Colombia y Perú. La violencia, la falta de alimentos y medicinas, y la represión política son algunas de las principales razones que impulsan este éxodo masivo.
Desesperación en Lima: venezolanos sin pasaportes
La crisis en Venezuela no es un problema distante que no afecta a Perú. De hecho, la relación diplomática entre ambos países se ha deteriorado significativamente hasta el punto que Nicolás Maduro decida romper las relaciones. El gobierno peruano ha tomado una postura firme contra el régimen de Maduro, reconociendo a la oposición venezolana como ganadora de las elecciones y condenando las acciones del dictador.
La decisión de Maduro ha generado que, desde las primeras horas del lunes 29 de julio, cientos de extranjeros formaran largas colas en los exteriores de la embajada de Venezuela en Lima, esperando ser atendidos para tramitar y recibir sus pasaportes, documento indispensables para que realicen trámites en el Perú. Sin embargo, con el paso de las horas, la atención fue suspendida de forma indefinida.
Esta situación desesperó a los venezolanos que se encontraban en los exteriores, ya que muchos dependían de la entrega de esos documentos para poder obtener la residencia en Perú y trabajar o estudiar de manera formal. Con esta situación, miles de personas viven en la incertidumbre, sin saber cuál será su situación a partir del cese de las relaciones diplomáticas entre Perú y Venezuela.
Es en este contexto, resulta cuestionable la prioridad de la congresista peruana Sigrid Bazán que parece estar desconectada de las urgentes necesidades humanitarias y democráticas de la región. La inacción o el silencio frente a tales atrocidades pueden interpretarse como complicidad.