La administración de la presidenta Dina Boluarte condenó este lunes la represalia del régimen chavista contra los líderes opositores María Corina Machado, Leopoldo López y Lester Toledo, a quienes acusó sin pruebas de intentar adulterar los resultados de las elecciones en las que el dictador Nicolás Maduro fue proclamado ganador.
“El Perú hace un urgente llamado a la comunidad internacional para que se mantenga atenta a esta amenaza que pone en peligro la libertad e integridad de dichas personas”, se lee en un pronunciamiento difundido por la Cancillería en su cuenta de X, antes Twitter.
El portafolio, dirigido por el ministro Javier González Olaechea, rechazó las declaraciones del fiscal venezolano Tarek William Saab, quien anunció una investigación contra Machado, López y Toledo por orquestar un “ataque desde Macedonia del Norte”, cuya intención era “manipular los datos que se estaban recibiendo” sobre los resultados de las votaciones en los más de 15.000 centros habilitados.
“Querían adulterar las propias actas de votación del sistema automatizado”, subrayó Saab, después de que Maduro fuera formalmente proclamado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), pese a que la mayor coalición antichavista, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), aseguró que su dirigente, Edmundo González Urrutia, ganó los comicios con amplio margen.
González Olaechea, al igual que otros cancilleres de la región, anunció una serie de acciones coordinadas para salvaguardar la “voluntad popular” en Venezuela. “Condeno en todos sus extremos la sumatoria de irregularidades con voluntad de fraude [...]. El Perú no aceptará la violación de la voluntad popular del pueblo venezolano”, anotó en la misma red social.
El funcionario informó que su cartera está actualizando el Acuerdo de Sede, un instrumento suscrito por la Organización de los Estados Americanos (OEA) y una autoridad electoral, para observar las elecciones y proponer un nuevo acuerdo “blindado” que impida cualquier intento de irregularidad electoral.
“Varios países de la región estamos coordinando acciones conjuntas para que se respete indubitablemente la voluntad del pueblo venezolano expresada ayer. No hay marcha atrás, tome el tiempo que tome. Nuestro embajador en Venezuela, llamado en consultas, deja hoy Caracas”, añadió bajo el hashtag #Fraudenuncamás.
Expulsión de diplomáticos
Mientras el Gobierno de Boluarte se pronunciaba en contra de la dictadura, Maduro expulsaba al personal diplomático de siete países latinoamericanos, incluido Perú, en rechazo a sus “injerencistas acciones y declaraciones” sobre las elecciones del último domingo.
El régimen chavista afirmó que “Venezuela se reserva todas las acciones legales y políticas para hacer respetar, preservar y defender nuestro derecho inalienable a la autodeterminación” y que “enfrentará todas las acciones que atenten contra el clima de paz y la convivencia” en el país.
En Caracas se encuentran la embajada y el consulado de Perú, mientras que en Lima el régimen tiene su sede diplomática en la avenida Arequipa, en el Cercado de Lima. En respuesta a “estas graves y arbitrarias decisiones”, el canciller González Olaechea dio 72 horas para que los diplomáticos venezolanos abandonen territorio nacional.
Uruguay, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana han exigido la revisión completa de los resultados que colocaron a Maduro como ganador con el 51,2 % de los votos, y pidieron una reunión urgente de la OEA.