La economía peruana enfrenta un desafío significativo en la actualidad: el equilibrio entre el sueldo mínimo, la informalidad laboral y la provisión de trabajo digno. Este problema, que tiene profundas implicaciones para la calidad de vida de millones de trabajadores, genera un intenso debate entre economistas, políticos, empresarios y el ciudadano de a pie.
La remuneración mínima vital (SMV), en la actualidad, está fijado en 1.025 soles mensuales, su último incremento fue en mayo del 2022, durante el gobierno del expresidente Pedro Castillo. Con este aumento, se buscó garantizar un nivel básico de ingresos para los trabajadores.
Sin embargo, el país enfrenta desafíos persistentes relacionados con la pobreza y la informalidad laboral. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en 2023, más del 70% de la fuerza laboral peruana trabajaba en el sector informal.
Desde Infobae Perú exploramos si el aumento del SMV y las medidas para combatir la informalidad pueden mejorar la vida de los peruanos, confrontando y complementando las opiniones de dos expertos en economía laboral: Elmer Cuba y Janina León.
Instrumento económico y político
Elmer Cuba, exdirector del Banco Central de Reserva del Perú (BCR), indicó en entrevista para este medio de que está en contra de un nuevo aumento del SMV. Según explicó, la coyuntura económica actual no es propicia para esta medida.
“El mínimo en Perú ha subido demasiado y en paralelo a los ingresos de los informales, esto no ha permitido avance de la formalización. Si se dejase de subir tan rápido, podría haber más espacio para que las empresas se formalicen. Perú está bastante débil... Todavía las empresas están muy golpeadas, sobre todo la microempresa”, indicó.
“Es muy probable que la presidenta, en su mensaje a la nación, anuncie un aumento de sueldo mínimo. En países como el Perú, la remuneración mínima vital siempre está politizada. Estoy casi seguro que va a subir por factores políticos, pero no por factores económicos. Piensan que van a subir en popularidad, pero no lo hacen, igual usan ese mecanismo. Solo le hacen daño al país”, agregó.
JaninaLeón, docente de economía en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), en cambio, reconoce el uso del SMV como un instrumento político, pero también como una herramienta necesaria para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores.
“El sueldo mínimo es un instrumento político y económico que se usa para diversos fines, no solamente para satisfacer las necesidades del trabajador, por un lado, constituye ingresos en una familia, pero por otro lado constituye costos laborales para las empresas”, comentó León.
Impacto del aumento del sueldo mínimo
Al ser consultado sobre los efectos de aumentar el RMV en Perú, Cuba fue enfático en su oposición, argumentando que un aumento podría perjudicar a las pequeñas empresas y no necesariamente mejorar la formalización laboral.
“El aumento de sueldo mínimo no resuelve ni un problema de desarrollo económico, ni la pobreza, ni la estructura salarial de un país, ni su dinámica,” manifestó, por tal motivo, sugirió mantener el SMV estable por un par de años para que así la economía nacional tenga una recuperación.
Por su parte, León destacó los posibles beneficios de un aumento del SMV para los trabajadores y sus familias. “Sirve para incrementar la capacidad de compra de los trabajadores, su consumo, como sanear problemas en la alimentación de su familia, porque van a poder adquirir más y mejores alimentos,” explicó León.
De acuerdo a sus palabras, en el contexto actual de recuperación económica post-COVID-19, un incremento en el consumo podría ayudar a revitalizar la economía sin necesariamente causar inflación.
Informalidad laboral: Un desafío persistente
La informalidad laboral es un problema crítico en Perú, con más del 70% de la fuerza laboral trabajando en el sector informal. Cuba destacó la necesidad de abordar la informalidad fuera de Lima Metropolitana, donde las pequeñas empresas luchan por subsistir.
“Cuando uno habla de informalidad en el Perú debe hablar de la informalidad fuera de Lima Metropolitana. Allí, el panorama para subsistir está muy golpeado y no hay espacio para que esas pequeñas firmas puedan aumentar el mínimo,” expresó Cuba, quien propuso una reforma tributaria enfocada en las mypes para promover la formalización laboral. “Si la empresa se formaliza, el trabajador va a ser formal, imposible que sea al revés”, puntualizó.
León también reconoció que existen grandes desafíos para atenuar la informalidad laboral, de no hacer hincapié en este problema, los peruanos seguirán optando por trabajar al margen de la ley.
“En el país, por lo menos el 70% de los trabajadores no son asalariados, es decir, son trabajadores por cuenta propia, son independientes,” dijo León. Asimismo, sostuvo que existe la posibilidad que, ante un incremento del mínimo, un número de empresas puedan enfrentar mayores costos y, potencialmente, recurrir a la reducción de empleos o a la informalidad para evitarlos.
“Para los consumidores puede ser un elemento positivo el aumento del sueldo mínimo, pero para las empresas le puede generar un problema de costos, sobre todo para las empresas que contratan a muchos trabajadores asalariados a los que se le paga el mínimo,” comentó.
Efectos económicos en la informalidad
Los efectos económicos de un aumento del SMV son multifacéticos y dependen de diversos factores. Cuba argumentó que los salarios en general deberían subir antes que el SMV, siguiendo la lógica de la oferta y la demanda laboral.
“Que quede claro: no es que suba el sueldo mínimo y suben todos los salarios. Es al revés, deben subir todos los salarios para que al final suban el sueldo mínimo,” señaló Cuba.
Ambos economistas coincidieron en que el SMV debe estar vinculado a la productividad laboral. Cuba sugirió que un aumento debería indexarse a la inflación cada año. “Pero más que a la inflación, a la productividad laboral”. En esa línea, consideró que los aumentos del mínimo deben ser el resultado de un crecimiento general de los salarios y la productividad en la economía.
Para entender mejor el impacto del SMV y la informalidad laboral en Perú, es crucial analizar el contexto laboral y económico del país. Según el INEI, en 2023, la tasa de pobreza en Perú se mantuvo en un 25%, afectando a aproximadamente 8 millones de personas. La pandemia de COVID-19 exacerbó la situación, llevando a muchas empresas a reducir personal o cerrar, lo que incrementó la informalidad y el desempleo.
Cuba destacó que “dos tercios de los trabajadores informales ganan más que el SMV, pero siguen siendo informales debido a la mala regulación tributaria”. Esto sugiere que la informalidad no siempre está relacionada con los bajos salarios, sino con la incapacidad de las empresas para cumplir con las normativas fiscales y laborales.
León complementó esta visión al señalar que “el salario mínimo es uno de varios tipos de ingresos que tienen las familias y, a pesar de que el trabajo es importante, el salario mínimo y otros ingresos están siendo insuficientes para alimentar a las familias”.
Relación entre RMV y calidad de vida
El salario mínimo vital tiene un impacto directo en la calidad de vida de los trabajadores y sus familias. En el contexto peruano, se observa que el sueldo mínimo no es suficiente para cubrir todas las necesidades. Para que se pueda cubrir la canasta básica, y otras necesidades, es importante haces foco en un aumento en la productividad y un mayor desarrollo económico. El salario mínimo, por sí solo, no puede resolver los problemas de pobreza y desigualdad; se necesitan políticas más amplias de desarrollo económico.
Sin embargo, por otra parte, este dinero es solo una parte de los ingresos familiares. Aunque no es suficiente para cubrir con todos los gastos, puede contribuir significativamente a mejorar el poder adquisitivo de los hogares.
El mínimo es uno de varios tipos de ingresos que tienen las familias, y en muchos casos, esos ingresos son insuficientes para alimentar a las familias. En el contexto actual, un aumento del RMV podría ayudar a mejorar la capacidad de compra y la calidad de vida de muchas familias peruanas.
Perspectivas a largo plazo
Ambos expertos coinciden en que la solución a los problemas laborales de Perú requiere una visión a largo plazo y reformas estructurales profundas. Cuba subrayó la necesidad de una reforma tributaria que facilite la formalización de las mypes. A su parecer, es fundamental que las empresas que contratan a los trabajadores sean formales para que estos puedan reclamar sus derechos. Una vez que las empresas se formalicen, los trabajadores también podrán beneficiarse de mejores condiciones laborales y salarios más altos.
“Hay dos tipos de trabajadores informales, lo que ganan más que el mínimo y los que ganan menos de eso. Dos tercios ganan más; y un tercio, menos. Los que ganan más que el mínimo son informales, no por el mínimo, sino porque la regulación tributaria de esa empresa, la microempresa, es muy mala. Si donde trabajo, no está en regla, no tiene RUC, entre otras cosas, jamás voy a ser formal”, aclaró
“En cuanto a los trabajadores que ganan menos que el mínimo, el tema solamente pasa por el desarrollo económico, pasarán décadas para que la productividad suba, suba la demanda de empleo, la gente se emplee más y suba su salario. Ese camino es más largo, el primero es más corto al ser es un tema legal”, acotó.
León subrayó la importancia de apoyar a las empresas mientras se implementan políticas de aumento del salario mínimo vital. Comentó que nunca viene mal un incremento de ingresos para los trabajadores, ya que esto puede mejorar las cifras de pobreza que se han registrado últimamente. Sin embargo, ella sugiere que cualquier política de aumento del SMV debe ir acompañada de medidas que apoyen a las pequeñas empresas y eviten que estas recurran a la informalidad para sobrevivir.
Es crucial implementar políticas que impulsen el desarrollo económico y aumenten la productividad. Estas políticas deben estar diseñadas para ayudar tanto a los trabajadores como a las empresas, promoviendo un entorno donde ambas partes puedan prosperar. Solo a través de un enfoque holístico y coordinado se podrán abordar de manera efectiva los desafíos laborales y económicos que enfrenta Perú, asegurando un futuro más equitativo y próspero para todos.
La discusión sobre el sueldo mínimo, la informalidad laboral y el trabajo digno en Perú es compleja y multifacética. Elmer Cuba y JaninaLeón ofrecen perspectivas que se complementan para enfrentar los desafíos y las oportunidades en este ámbito.
Cuba advirtió sobre los riesgos de aumentar el SMV sin considerar la capacidad de las empresas para absorber los costos adicionales, mientras que León enfatizó los beneficios potenciales de un mayor poder adquisitivo para los trabajadores y sus familias.
Ambos coincidieron en que cualquier aumento del SMV debe estar vinculado a la productividad y que se necesitan reformas estructurales para abordar la informalidad laboral y mejorar las condiciones laborales en general.
La clave para mejorar la vida de los peruanos radica en encontrar un equilibrio entre las necesidades de los trabajadores y la viabilidad económica de las empresas, promoviendo al mismo tiempo un entorno que fomente la formalización y el desarrollo económico.
En última instancia, mejorar la vida de los peruanos requiere un enfoque holístico que tenga en cuenta tanto los aspectos económicos como sociales. Un aumento bien planificado del sueldo mínimo, junto con políticas de apoyo a las empresas y reformas estructurales, podría ser un paso importante hacia la creación de un entorno laboral más justo y sostenible en Perú.
Propuestas
- Reforma tributaria para MyPES: Implementar una reforma tributaria que facilite la formalización de micro y pequeñas empresas, permitiendo que estas cumplan con las normativas laborales y fiscales sin enfrentar cargas insostenibles.
- Estabilización del sueldo mínimo: Mantener el sueldo mínimo sin cambios durante un periodo determinado para permitir la recuperación económica, revisando su adecuación a las condiciones económicas nacionales antes de cualquier ajuste.
- Fomento al desarrollo económico: Promover políticas que aumenten la productividad y el desarrollo económico, lo cual a largo plazo elevará los salarios de manera sostenible y reducirá la informalidad laboral.
- Políticas de apoyo a empresas: Establecer programas de apoyo para pequeñas empresas que enfrenten dificultades con el aumento del sueldo mínimo, incentivando la formalización y el cumplimiento de las normativas laborales.
- Educación y capacitación laboral: Invertir en programas de educación y capacitación laboral que mejoren las habilidades de los trabajadores, incrementando su productividad y oportunidades de empleo formal.
- Diálogo social y políticas participativas: Fomentar el diálogo entre el gobierno, los empleadores y los trabajadores para crear políticas laborales inclusivas y sostenibles que beneficien a todas las partes involucradas.
Voces desde el Ejecutivo
Desde hace un par de semanas, desde el gabinete presidido por el premier Gustavo Adrianzén se viene jugando con la idea del aumento del sueldo mínimo. En concreto, fueron dos carteras las que volvieron a poner el tema sobre el tapete: el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el Ministerio de Trabajo y Promoción de Empleo (MTPE).
“Me dicen que está convocando algunas reuniones en las próximas semanas o meses para analizar este tema. Pero es un tema que tenemos que ver. No se descarta, definitivamente”, explicó para TV Perú el titular del MEF, José Arista.
En tanto, Daniel Maurate, encargado del MTPE, se manifestó tras la propuesta en el Congreso de la República de un proyecto de ley para aumentar el salario mínimo en el país a S/1.545. Indicó que la economía peruana está en una senda de crecimiento, por lo que, si esta tendencia se mantiene, podría evaluarse un aumento del salario mínimo para el segundo semestre del año actual, aunque sin considerar el monto propuesto en la legislatura.
“La importancia de que la economía este bien, los ingresos han crecido en promedio S/100, y eso es buena noticia, pero la remuneración mínima vital podría ser también a partir del segundo semestre un buen momento si es que seguimos creciendo”, dijo a la prensa.
En ese sentido, el ministro de Trabajo dejó claro que cualquier aumento del salario mínimo debe ser fruto de un acuerdo entre empleadores y trabajadores. Maurate destacó la importancia de una perspectiva técnica en esta decisión para evitar incrementos irresponsables.
“El aumento debe ser acordado entre empleadores y trabajadores, con una visión técnica, no solo política y menos de manera populista. No podemos permitir un incremento irresponsable”, explicó.
Esto encendió las alarmas entre los especialistas al considerar que el tema fue puesto en agenda por el Ejecutivo ya que la presidenta de la República, Dina Boluarte, estaría preparando un anuncio relacionado al aumento de la remuneración mínima vital durante su Mensaje a la Nación por Fiestas Patrias, el cual pronunciará desde el Congreso de la República este domingo 28 de julio.