Antes de Lima, esta fue la primera ciudad donde San Martín proclamó la independencia del Perú

Cada 28 de julio, los peruanos se reúnen para presenciar la solemne Misa y Te Deum, seguida del mensaje a la nación del presidente de la República. En medio de estas ceremonias, los ciudadanos reviven un hecho trascendental: la proclamación de la independencia del Perú por don José de San Martín. Ese memorable día de 1821, bajo el cielo de Lima, la voz del libertador anunció el nacimiento de una nación libre y soberana.

El 28 de julio de 1821, en la histórica Plaza Mayor de Lima, San Martín hizo una proclamación que está eternamente grabada en los libros de historia. Rodeado de la élite limeña, clérigos y una multitud expectante, el libertador tomó el estandarte y declaró solemnemente la independencia del Perú. Acompañado por personajes ilustres y un religioso, pronunció las emblemáticas palabras: “Desde este momento, el Perú es libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende. ¡Viva la patria! ¡Viva la libertad! ¡Viva la independencia!”.

La proclamación de la independencia en la Plaza Mayor de Lima el 28 de julio de 1821 es un hecho que la mayoría de los peruanos conoce de memoria, gracias a que desde la primaria, los profesores se encargan de grabar en nuestras mentes la imagen del personaje ilustre alzando el estandarte de la libertad.

Mientras la mayoría de los peruanos puede recitar de memoria la proclamación de la independencia en la Plaza de Armas de la ‘Ciudad de los Reyes’, solo unos pocos iluminados saben que este hito nacional ya se había anticipado meses antes en una pequeña ciudad. Ah, la historia y sus caprichos; tan rápida para glorificar ciertos eventos y tan lenta para reconocer aquellos momentos menos protagonizados pero igualmente medulares.

El 28 de julio de 1821 es conocido como el día de la proclamación de la independencia del Perú, pero pocos saben que este anuncio se hizo meses antes en la pequeña ciudad de Huaura. Este hecho, muchas veces olvidado, muestra cómo algunas aportaciones determinantes quedan opacadas en la narrativa histórica oficial.

Pero, ¿dónde se encuentra este balcón? En Huaura, una ciudad ubicada a 150 kilómetros al norte de Lima. En este lugar, el libertador habría proclamado la independencia del Perú. Se menciona “habría” porque todavía existe la incógnita de si realmente ocurrió. Además, hay opiniones divididas entre historiadores sobre el asunto.

Respecto a la controversia planteada, el profesor Pedro Bellón de la Academia Círculo San Marcos señaló: “Hace unos años se pudo comprobar que la carta dirigida a O’Higgins, incluida en el libro ‘Expedición libertadora’, fue escrita por Don José de San Martín. Este documento, con fecha del 28 de noviembre de 1820, ha demostrado que hubo proclamaciones en Huacho, Supe y Pativilca. Sin embargo, cuando se refieren a Huaura, mencionan que la situación era complicada, aunque no podemos precisar el motivo exacto. Lo que sí podemos suponer es que se refiere a la presencia de los ejércitos realistas que se encontraban cerca de la zona”.

El docente no está seguro de que se haya proclamado la independencia en Huaura, pero tiene la certeza de que San Martín se reunió con las personas importantes de la zona y les prometió que proclamaría la independencia en la ciudad.

José de San Martín y su Ejército Unido Libertador del Perú tocaron tierra en la bahía de Paracas, al sur de Lima, el 8 de septiembre de 1820. Esta operación, iniciada a las cuatro de la mañana, marcó un paso medular en la campaña de independencia del Perú. A bordo de una flota que zarpó de Valparaíso el 20 de agosto, aproximadamente 4.430 efectivos desembarcaron para explorar y asegurar la zona ante posibles fuerzas realistas.

San Martín estableció su cuartel general en la ciudad de Pisco. Desde allí coordinó la adquisición de caballos, mulas y ganado para abastecer a sus tropas de carne fresca. El comportamiento disciplinado de su ejército facilitó la obtención de recursos y fortaleció los lazos con la población local.

Para fortalecer su posición, el libertador envió una división de alrededor de 1.200 hombres bajo el mando del general José Antonio Álvarez de Arenales hacia la sierra peruana. Esta misión tenía como objetivos difundir los ideales revolucionarios, asegurar las comunicaciones y combatir las fuerzas realistas que se aproximaban desde Lima.

En esta localidad permaneció cerca de ocho meses, período en el cual habló con los lugareños sobre la emancipación. Durante ese tiempo, se alojó en una casona colonial que sirvió como su cuartel general. Precisamente en este predio hay un balcón desde donde habría proclamado la independencia del Perú.