Empleabilidad y negocios más allá de los 50 años: ¿qué oportunidades se presentan?

Explora las oportunidades laborales y de negocios para personas mayores de 50 años, incluyendo la economía gig, la consultoría y la docencia. Conoce cómo pueden mantenerse activos y aprovechar su experiencia

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Adultos mayores de 50 años pueden insertarse dentro del ecosistema emprendedor. Foto: Andina
Adultos mayores de 50 años pueden insertarse dentro del ecosistema emprendedor. Foto: Andina

Hace poco más de un mes, escribí en este espacio una columna titulada “La revolución gris: un aliado para potenciar la atención al cliente en el sector servicios” en la que analicé un particular fenómeno laboral que se da en el rubro de servicios en varios países: la contratación de personal mayor de 50 años para la atención al público. En ese texto se señalaron cuáles son las principales ventajas de contratar personal con amplia experiencia laboral y se exhortó a que las empresas que operan en el país se sumen a esta tendencia y ofrezcan más oportunidades a este segmento de la población por su potencial aporte a la economía.

Tras realizar esta publicación recibí diversos comentarios y consultas que me invitaron a seguir reflexionando sobre cuáles son las opciones laborales y oportunidades de negocios que tiene una persona que pasa el umbral de los 50 años. Antes de dar una respuesta, es importante señalar una dura realidad: son pocas y no necesariamente garantizan retomar el nivel de vida de la plenitud profesional. Sin embargo, son un punto de partida para mantenerse activo y no estar expectante a un nuevo gran empleador que quizás no llegue por la dinámica del mercado laboral por más buen CV que se tenga.

1) Ingreso a la economía gig y el modelo freelance

La economía gig se refiere al mercado laboral caracterizado por trabajos temporales, independientes y centrados en proyectos. Aquí se reciben pagos por proyectos o por hora. Este modelo permite que una persona tenga más flexibilidad y permite que se puedan diversificar las fuentes de ingresos, reducir la dependencia de un solo empleador y brindar mayor estabilidad financiera.

Otro de los beneficios de este modelo es que las personas pueden sentirse más satisfechas con sus condiciones laborales al tener más control sobre los tipos de proyectos que aceptan, los clientes con los que trabajan y los horarios. Sin embargo, el reto para tener éxito en la economía gig y convertirse en un ‘freelance’ es necesario contar con una sólida identidad profesional. Esto incluye tener un perfil profesional en plataformas como LinkedIn, mantener un portafolio en línea que muestre trabajos previos y recibir recomendaciones de clientes satisfechos. También se requiere una actividad constante en plataformas de trabajo freelance como Upwork, Freelancer, Workana, Toptal y Fiverr.

Los profesionales peruanos mayores de 50 años tienen muchas oportunidades de trabajo en las plataformas señaladas. La creación de una marca personal sólida, una comunicación efectiva con los clientes, la actualización continua de habilidades y la optimización del perfil para atraer a potenciales empleadores son clave para destacar y lograr una exposición que permita captar nuevos proyectos.

2) Consultoría: una alternativa para aprovechar el networking y una amplia trayectoria empresarial

Los profesionales que cuenten con una amplia experiencia y profundos conocimientos en su campo tienen una posición privilegiada para ofrecer servicios de consultoría y asesoramiento. Conducir una consultora les permitiría aprovechar su experiencia y ayudar a las empresas, independientemente de su tamaña o rubro, a mejorar sus estrategias, gestión de proyectos y procesos internos.

Este modelo de negocio viene creciendo a nivel mundial y Perú no es la excepción. Según Dench, una consultora dedicada a la transformación empresarial, 6 de cada 10 empresas en Latinoamérica recurren a consultoras. Además, el 24% de las empresas encuestadas solicita estos servicios más de cinco veces al año en busca de soluciones más ágiles.

Ahora, para establecer este tipo de negocios se requiere evaluar las habilidades, conocimientos y experiencias acumuladas que tenga un profesional para así determinar en qué área se tiene mayor experiencia (gestión empresarial, finanzas, marketing, talento humano o tecnología). También se necesita investigar y analizar el mercado para identificar las necesidades y desafíos específicos de las empresas que se desempeñen en el área elegida. Esto ayuda a definir claramente los servicios que se brindarán y a qué tipo de empresas se dirigirá. Una vez hecho esto, se necesita establecer qué servicios se ofrecerán, ya sea asesoramiento estratégico, gestión de proyectos, mejora de procesos, capacitación, etc. qué entregables se darán y tener tarifas acorde al mercado.

3) Docencia: una alternativa si existe vocación de enseñanza

En Perú, los profesionales mayores de 50 años que cuenten con una maestría y tengan vocación de enseñanza, disponen de una gran oportunidad en el campo de la educación y la capacitación. ¿La razón? Las universidades, institutos y centros de formación técnica necesitan que sus docentes enriquezcan sus programas educativos a través de la sabiduría de profesionales y la experiencia práctica, dos atributos que solo se adquieren con el paso de los años. En un contexto donde el conocimiento ya está a solo un clic y se cuenta además con la ayuda de la inteligencia artificial, lo que más se necesita es de maestros que puedan dar testimonios profesionales únicos y sepan incluso dar recomendaciones de vida. La empatía y la comunicación asertiva son habilidades que no puede ofrecer una computadora, y que sí lo pueden hacer las personas con amplio recorrido empresarial.

Además, estos profesionales mayores a 50 años pueden hacer contribuciones significativas en áreas cruciales como la formación en habilidades blandas y la mentoría. A continuación, se explora en detalle cómo se pueden aprovechar estas oportunidades.

  • Impartir clases que combinen teoría y práctica para brindar a los estudiantes una comprensión profunda y aplicada de los conceptos.
  • Desarrollo de currículos: trabajar juntos para crear y actualizar programas educativos que se adapten a las necesidades del mercado laboral.
  • Proyectos y talleres: Organizar proyectos y talleres que permitan a los estudiantes aplicar lo que han aprendido en un entorno controlado mientras reciben comentarios directos.

Puede que los tópicos descritos no sean una “gran novedad” pero son alternativas que los profesionales mayores de 50 años pueden considerar para diversificar sus ingresos, pero antes de embarcarse en alguna de estas vías es necesario pensar en la estrategia correcta y un enfoque proactivo, donde el networking y la construcción de una marca personal profesional son claves.

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