El 73% de universitarios peruanos utiliza inteligencia artificial para hacer tareas: estos son los motivos

Un reciente estudio realizado en nueve universidades peruanas revela que el 73.2% de los estudiantes recurren a herramientas de Inteligencia Artificial (IA) para la elaboración de tareas y asignaciones, según afirmó Norma Velásquez, docente de la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS) y coautora de la investigación.

El porcentaje de estudiantes peruanos que utilizan la IA como herramienta de estudio es notable pero inferior al de otros países. En Estados Unidos, el 90% de los alumnos utiliza Chat GPT como asistente personal para diversos trabajos. En Ecuador y Chile, el uso de IA para tareas académicas supera el 80%.

La investigación también revela que en Perú hay una mayor recurrencia al uso de IA en universidades públicas, con un 82% de estudiantes utilizándolas, frente al 67% en instituciones privadas, según detalló Velásquez.

Aunque muchos estudiantes señalaron que las IA mejoran sus habilidades de comprensión y redacción, uno de los descubrimientos más importantes del estudio se refiere a la ética e integridad en el empleo de estas herramientas. El 99% de los jóvenes prioriza la obtención de mejores notas sobre consideraciones éticas en la utilización de IA. Solo el 19% de los estudiantes desistiría de usar IA si su profesor establece pautas claras y sanciones sobre su uso.

“Esto revela que los docentes deben estar mejor preparados para identificar el uso adecuado de herramientas de IA y asegurar un aprendizaje significativo en los estudiantes”, subrayó Velásquez.

El estudio, financiado por fondos concursables de la Universidad Privada de Tacna (UPT), incluyó a 313 jóvenes de universidades públicas y privadas. Las herramientas de IA más utilizadas fueron Chat GPT, Research Rabbit, Elicit, Perplexity, Google y Canva.

El proyecto fue llevado a cabo por profesionales multidisciplinarios de la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS), la Universidad Privada de Tacna (UPT) y la Escuela de Posgrado Newman, bajo el grupo de investigación REDES, que sigue investigando el impacto de la IA en el sistema educativo.

Otros hallazgos del estudio indican que el 26% de los estudiantes confía plenamente en la veracidad de los resultados de las herramientas de IA, el 18% considera tener un alto dominio de estas herramientas, y el 11% cree que la IA tendrá un efecto definitivo en su futura empleabilidad.

La inteligencia artificial (IA) es una rama de la informática dedicada a crear sistemas capaces de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana. Estas tareas incluyen el aprendizaje, razonamiento, percepción, reconocimiento de patrones, comprensión del lenguaje natural y toma de decisiones.

Los sistemas de IA funcionan mediante algoritmos y modelos matemáticos que procesan grandes cantidades de datos para identificar patrones, tomar decisiones o prever resultados. Existen dos tipos principales de IA: la IA débil y la IA fuerte. La IA débil, también conocida como IA limitada, está diseñada para realizar tareas específicas, como el reconocimiento de voz o la recomendación de productos. Por otro lado, la IA fuerte aspira a tener capacidades cognitivas similares a las de un ser humano, aunque aún está en una fase de investigación y desarrollo.

Entre las aplicaciones más comunes de la IA se encuentran los asistentes virtuales como Siri o Alexa, los sistemas de recomendación en plataformas como Netflix y Amazon, y los algoritmos de búsqueda de Google. En el ámbito industrial, la IA se utiliza para optimizar cadenas de suministro, predecir fallos en maquinaria y mejorar la eficiencia energética. En el sector salud, se emplea para diagnósticos médicos, análisis de imágenes y personalización de tratamientos.

La IA también tiene implicaciones éticas y sociales, como la posible pérdida de empleos debido a la automatización, la privacidad de los datos y el uso ético de los algoritmos. Es crucial que el desarrollo y la implementación de la IA se realicen de manera responsable para maximizar sus beneficios y minimizar sus riesgos.