La contribución de las mujeres en la independencia peruana fue crucial y multifacética en esa parte importante de la historia del Perú. Estas valientes mujeres participaron de diversas maneras, sirviendo como mensajeras eficientes, cocineras y costureras para las tropas patriotas.
De igual manera, informaban a los patriotas sobre los movimientos realistas mientras difundían información falsa entre los enemigos. Algunas se unieron al combate armado, enfrentando al enemigo con valentía.
Las más destacadas
Entre las heroínas más emblemáticas se encuentra Micaela Bastidas, quien, junto a su esposo, encabezó la revolución tupacamarista contra el colonialismo y el feudalismo.
A su lado, nombres como Tomasa Tito Condemayta, Cecilia Escalera Túpac Amaru, Manuela Tito Condori y Margarita Condori son recordados por su valentía y sacrificio en la lucha. Estas mujeres enfrentaron ejecuciones crueles y destierros, demostrando una entrega total a la causa revolucionaria.
Otra fue Juana Toribia Ara, un ejemplo de patriotismo en Tacna. En su casa, se bendijo la primera bandera de los insurgentes en el levantamiento de 1911, marcando su hogar como un lugar de resistencia y esperanza.
Las mujeres del Cusco
En el levantamiento del Cusco en 1814, muchas mujeres de origen humilde contribuyeron con entusiasmo y recursos económicos.
Entre ellas destacan figuras como Josefa Mansaneda, Vicenta Equina, Ramona Senosaín y Ventura Calamaqui, quien lanzó el primer grito de rebeldía en Huamanga. Mujeres como Asencia Tapia y María Ignacia Loayza también jugaron roles cruciales en la lucha.
Pero ellas no fueron las únicas, pues las que tenían la posibilidad de apoyar las causas libertarias con dinero lo hacían sin ninguna restricción.
Entre las que hicieron donaciones monetarias significativas están Casilda Morales, Fabiana Suárez, Josefa Lozano, y Julieta Montero; quienes son solo algunas de las benefactoras que ofrecieron ropas y alimentos a los patriotas. Estas contribuciones fueron esenciales para el sostenimiento de las tropas y el avance de la causa independentista.
Las famosas
Cleofé de Toledo y sus hijas María e Higinia llevaron a cabo una hazaña audaz en marzo de 1821. En medio de una lluvia de proyectiles, destruyeron un puente sobre el río Mantaro para impedir el avance de las tropas realistas. Después de su valentía, huyeron con campesinos locales hacia las montañas. Y así se ganaron un lugar en la historia del Perú.
Otra que alcanzó el reconocimiento nacional fue María Andrea Parado de Bellido, una heroína de Ayacucho, que colaboró con las montoneras proporcionando información crítica, a pesar de ser analfabeta. Fue capturada y torturada, pero nunca delató a sus compañeros. Finalmente, fue fusilada, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y sacrificio.
Las guerrilleras
Petita Chávez, Paula Huamán y Eufracia Ramos fueron destacadas guerrilleras que apoyaron al ejército patriota de Alvares de Arenales.
María Valdizán, mártir de Cerro de Pasco, también colaboró con las montoneras y fue degollada tras gritar “¡Viva la patria!”. Bonifacia Pando y María de Oré, humildes mujeres de Concepción y Matahuasi, sirvieron de enlace en las comunicaciones entre los guerrilleros.
Quien también dio una ayuda invaluable, proveyendo alimentos y ropas a los montoneros, fue Emeteria Ríos de Palomo, una patriota de Canta, quien actuó junto a ellos en diversos enfrentamientos, demostrando su compromiso con la causa patriota.
Las colaboradoras anónimas
Finalmente, es importante reconocer a las innumerables mujeres anónimas que espontáneamente entregaban sus recursos, como vacas, ovejas, papas y quesos, para apoyar a los soldados patriotas.
Su generosidad y dedicación fueron fundamentales para el éxito del movimiento independentista. La participación de estas mujeres en la emancipación peruana no solo fue admirable, sino también decisiva.
Su valentía, ingenio y sacrificio marcaron un capítulo heroico en la historia del Perú, demostrando que la lucha por la libertad fue una causa compartida por todos, sin distinción de género.